Aterrizar la cuestión de la inseguridad a un asunto de crimen organizado de forma generalizada como se viene haciendo desde hace más de seis años y ahora llevarla a un plano exclusivamente del ámbito social, tiene más riesgos a mediano plazo que tomar a los distintos “toros por sus cuernos”.
Hoy en día nos quieren hacer creer que la delincuencia que se mete a nuestras casas para sustraer pertenencias, que roba nuestros vehículos, que nos asalta en las calles, que secuestra virtualmente o en la realidad y que mata; es una asunto que no tiene ninguna relación con la economía y las finanzas del país y personales.
El tener al Ejército y a la Policía en las calles más que para inhibir al delincuente, para un asunto de percepción –que en lo personal me da más intranquilidad no por sus elementos sino por lo que denota–, implica una erogación económica importante que de hecho es ya parte de los presupuestos federales, estatales y hasta municipales o delegacionales en su caso.
De manera particular o como empresa, la inseguridad requiere también de gastos no siempre contemplados. Desde una reja extra hasta el uso de distintas tecnologías para controlar el acceso de quienes puedan llegar a la vivienda o la empresa, e incluso el emplear a alguna persona o mantener una mascota para que el delincuente piense al menos dos veces entrar a los inmuebles. Acotemos también gastos en seguros múltiples, en equipar a todos los familiares con móviles y el pago del llamado “tiempo aire” para estar siempre en comunicación.
Se podrían anotar muchos otros gastos extras que merman los honorarios o las ganancias por cuestiones de inseguridad personal, y si a todo esto sumamos que el salario real que es aquel que se percibe en razón de lo que se puede comprar está por decir lo menos “en el escalón más bajo” desde hace 30 años como lo acota la Maestra Rosa Albino Garavito, con estudios en alta economía, pues entonces el detonante de un riesgo social de altas dimensiones a corto o mediano plazo no es utopía.
Proporcionarnos seguridad se convirtió en tarea de todos a querer o no. Sólo hay que recordar los llamados insistentes que hacía en reiteradas ocasiones Felipe Calderòn en el sexenio pasado al invitar a “todos los mexicanos” para unirse a la “guerra en contra del narcotráfico”.
Acta Divina… El Presidente Enrique Peña Nieto señaló que “el éxito de la política económica no sólo estará en mejorar estadísticas nacionales, sino en mejorar la economía familiar”.
Para advertir…Por si alguien no se había dado cuenta, el costo de los alimentos ya está muy por arriba del ritmo inflacionario marcado para este año, y apenas vamos en el segundo trimestre.