MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
La porosidad del entorno presidencial no es nueva ni hay inmunidad contra perjuicios familiares. ¿Quién puede presumir de inmaculada gestión ayuna de escándalos de sus incondicionales?
Y, mire usted, las medias verdades o mentiras íntegras visten al discurso presidencial en cada mañanera. Dos recientes pautan la ira presidencial y abierta impunidad en materia electoral que el licenciado López Obrador abordó al inicio de semana con falaz pulcritud.
De lo ocurrido el domingo electoral en Hidalgo y Coahuila, Andrés Manuel lo tomó con la conocida respuesta que oculta todo un estado de ánimo: la ira que puede derivar en infarto.
–Buenos días, presidente (…) retomando el tema electoral del día de ayer, quisiera preguntarle si considera como una derrota para Morena los resultados, particularmente de Coahuila—planteó un reportero al licenciado López Obrador.
–No opino de eso, no. Yo creo que es un triunfo para la democracia si la gente participa y hay elecciones limpias y libres, gane quien gane –atajó el señorpresidente en la mañanera del inicio de semana.
Y del caso de Pío López Obrador, pillado en la práctica del deporte de la corrupción con las manos en la lana, también al inicio de semana otro reportero preguntó al inquilino de Palacio:
–(…) ¿Qué opinión le merece que su hermano Pio López Obrador haya solicitado investigar penalmente, incluso sancionar hasta con 12 de años de cárcel a quienes difundieron los videos en los que se le observa recibir dinero de David León?
–Pues no estoy de acuerdo con él –respondió Andrés Manuel–. Yo creo que no debe de pedirse un castigo así para nadie. Y más si es mi hermano, porque eso lo utilizan mis adversarios en contra de mi persona y del gobierno que represento.
Veamos. Prácticamente ningún Presidente ha estado exento de que alguna de sus declaraciones, de supuesta secrecía, trascienda y sea pública; Andrés Manuel López Obrador no es la excepción y no es la primera vez que se filtran asuntos tratados en privado y que revelan declaraciones y estados de ánimo.
Antes en Los Pinos, hoy en Palacio Nacional opera Garganta Profunda o testigos circunstanciales a quienes la información reservada les apura comentarla con el clásico: “si me citas lo desmiento”. ¿Intimidad presidencial? Es evidente que el famoso “cisen” personal del licenciado Andrés Manuel no cumple con su tarea.
¿Desmentirá la versión del colega Alejandro Aguirre Guerrero publicada en la página de Carlos Loret de Mola, respecto de su reacción el domingo último cuando se enteró que Morena había mordido el polvo en las elecciones de Hidalgo y Coahuila?
Bueno, por lo menos adelantó que en el caso de Pío no apoya la demanda contra Loret de Mola. Pero, honor a quien honor merece. Aguirre Guerrero tiene una buena fuente, una garganta profunda de Palacio que con cierta frecuencia le desliza información que puede lindar entre la infidencia y temas de suyo relevantes que evidencian ese doble lenguaje con el que acostumbra proceder Andrés Manuel López Obrador.
En la mañanera, la reportera Shaila Rosagel preguntó al licenciado presidente cómo vio la elección de Coahuila e Hidalgo.
“Mire –respondió Andrés Manuel–, yo en este caso lo que celebro es que no hubo violencia, que acudió la gente a votar, muy poca, pero participaron y eso es lo más importante, más destacado. Ya las autoridades electorales van a decidir quién gana y si hay inconformidades hay procedimientos para acudir a esas denuncias, y adelante.
“Yo me entero de las elecciones de ayer por la información oficial, es decir, a través de lo que dicen los órganos electorales y por los medios de información, quiero hacerlo así, no quiero estar monitoreando, como era antes, desde la campaña cómo están los partidos, no me corresponde”.
¿Usted le cree a Andrés Manuel? ¡Yo tampoco!, en la paráfrasis de la maestra Elba Esther.
Porque, el colega Alejandro Aguirre Guerrero escribió, en la página de Carlos Loret de Mola, una sabrosa cuanto interesante columna que deja mal parado al licenciado presidente en eso de no meterse en asuntos electorales. Y menos cuando se trata de su corporativo Morena, S.A.
“Cuando menos tres manotazos dio el Presidente López Obrador al enterarse de los resultados en Hidalgo y Coahuila. “Díganle a Alfonso (Ramírez Cuéllar) que se apresure a desconocerlos; les dije que pusieran atención en esas elecciones; se descuidaron por andar peleándose la dirigencia”, dijo el tabasqueño visiblemente molesto.
“Es claro el complot para buscar debilitarnos desde el propio INE, pero no nos vamos a dejar, en mis conferencias seguiré hablando, el pueblo me apoya, se los restregaré cuando venga la consulta para revocación de mandato”, afirmó AMLO frente a cuatro personas en Palacio Nacional, una de las cuales me compartió lo ocurrido.
“Me hacen saber que apenas se enteró de los resultados preliminares, el Presidente pidió le hicieran tres enlaces telefónicos: el primero, con Mario Delgado; el segundo, Porfirio Muñoz Ledo, y el tercero, Alfonso Ramírez. La presión de AMLO subió y su médico particular tuvo que revisarlo, “tranquilícese, Señor Presidente, ya no se altere más”.
“López Obrador levantó la voz al todavía dirigente de Morena, “apresúrate a desconocer esos resultados preliminares, nos hicieron fraude. Diles que no nos dejaremos y que vamos a investigar. Eso les pasa por andar peleándose al interior del movimiento, se los dije”. Hasta aquí parte de los publicado por alejandroaguirre77@gmail.com, cuyo Twitter es @aaguirre_g y su página www.alejandroaguirre.com.mx
¿No se mete en asuntos electorales el inquilino de Palacio? ¿Demócrata, demócrata, lo que se dice demócrata? Bueeeno, lo cierto es que una derrota más y el prócer se nos infarta. El domingo por la noche estaba algo más que encabronado. Y la ira no es buena consejera
PÍO, EL MARIDO BORRACHO. Por cierto, en esto de las infidencias y prejuicios de la familia contra los presidentes, en su momento, el caso de Pío López Obrador es para el psiquiatra o tomarse como el exceso de un personaje que se pasa de listo cubierto por el manto de la complicidad presidencial.
Frente a la evidencia de que andaba en la práctica del deporte de la corrupción, dizque levantando contribuciones para pagar gasolina, las tortas y los frutsis para la causa de su hermano Andrés Manuel, es decir, en la recepción de dinero de manos de David León, entonces operador del gobernador chiapaneco Manuel Velasco, asumió la postura del marido borracho que llega de madrugada a la casa, patea al perro, golpea la puerta y reclama a la esposa que esté dormida mientras él anda en la calle expuesto a todo tipo de peligros, luego de bailar con mujeres desconocidas y haber aceptado propuestas indecorosas. “¡No me comprendes, mujer!”, reclama este personaje de cuento.
Así ha procedido el ínclito y dizque célibe en actos de corrupción, Pío López Obrador con la denuncia hecho contra Carlos Loret de Mola ante la Fiscalía General de la República.
El pasado domingo 18 Loret escribió:
“Pío López Obrador, hermano del presidente de la República, ha decidido denunciarme ante la Fiscalía General de la República [FGR]. Pide 12 años de cárcel para mí, y, además, se dice víctima, después de que en LatinUs revelamos los dos videos en donde aparece recibiendo paquetes de dinero.
“La denuncia la hace ‘contra quien resulta responsable’, pero acto seguido dice, pues que el responsable es el periodista Carlos Loret de Mola, en su espacio de LatinUs, por haber revelado estos videos, dice que invade su vida privada, cuando pues el que los grabó es el otro que salía en el video, David León [Romero], el que era funcionario estrella, futuro zar anticorrupción para las medicinas, que había sido ya nombrado por el presidente López Obrador”, abundó el periodista en un video publicado en su cuenta de la red social Twitter”.
¿Qué le parece? El ladrón se llama robado. El marido borracho contra quien no se ha procedido, aunque declaró en la FGR igual que David León, requerido por la denuncia presentada en su contra por legisladores del PAN.
¿Y el hermano Andrés Manuel? En la mañanera del 25 de agosto último dijo estar dispuesto a declarar ante la FGR por los videos en los que se capta a David León Romero entregando dinero en efectivo en bolsas y sobres de papel, a Pío.
Pero cuatro días antes pretendió poner a salvo a su hermano con la referencia de que el dinero fue para de aportaciones de “la gente” para “gasolina” de su movimiento político o para su sueldo.
“No somos iguales, en este caso del video, de mi hermano con David León hay notorias diferencias con relación a los otros asuntos. No solo es lo cuantitativo, no solo es el monto del dinero porque no es comparar solo una operación ilícita que está denunciando al señor Lozoya, donde cobraron 200 millones de dólares de más en la venta de una planta chatarra, que esto que puede significar 2 millones de pesos, no solo es eso”, justificó Andrés Manuel, es decir, Pío es poquito corrupto.
Así, en la mañanera de inicio de semana, respecto de que Pio solicitó investigar y sancionar hasta con 12 de años de cárcel a quienes difundieron los videos en los que se le observa recibir dinero de David León, Andrés Manuel resolvió:
“Pues no estoy de acuerdo con él, yo creo que no debe de pedirse un castigo así para nadie. Y más si es mi hermano, porque eso lo utilizan mis adversarios en contra de mi persona y del gobierno que represento. Nada más decirles que yo deslindo lo público de lo familiar. En lo que tiene que ver con las funciones públicas no tengo hermanos, son asuntos particulares en este caso”.
¿Y qué de la aplicación de la ley contra su hermano, sorprendido con las manos en la lana y en el papel del marido borracho? Huelga preguntar; doble lenguaje del prócer: ¡Hágase justicia en los bueyes de mi compadre! Pero, no se sofoque presidente. Se nos puede infartar. Conste.
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