Horizonte de los eventos
¿De verdad podría ser tan tonto, como traidor a sus responsabilidades públicas, cuando gobernador de Campeche y como traidor del PRI, que hoy encabeza?
Ciertamente, este año, oficialmente sigo siendo priista, desde hace 42 años. Personalmente considero que el PRI ya no existe, cuantitativamente y cualitativamente. Son 9 Senadores y a lo sumo 3 diputados, mas Alito, los que deciden y se reparten todo. Y ninguno hace nada digno, nada, más que, estoicamente, ignorar con sus propios ojos e inteligencia, bajo su dirigencia, ante el público, el derrumbe vertiginoso y en cascada, con que atomizaron al Partido.
Conozco a alguno de ellos y de cerca, he visto operar también a más de uno: bajo protesta de decir verdad, afirmo que el priismo, se ha ido “abizcochando” tanto, que fue cediendo hasta entregarlo todo. O como dicen en Guasave: “tocaron pendejo”.
Pero no tienen vergüenza y siguen mudos, no voluntariamente, no tienen ideas, no tienen espacio y en consecuencia, no pueden abrirlo: son impotentes. E impunemente se dejan robar por el presidente, hasta de la Justicia Social ¡Porque no la conocen!
Entonces, esos que mandan en el PRI, pusieron, y dejaron que el presidente (¡Sí, allí también!) impusiera al Alito. Por qué, porque en Campeche, a quien no dejaba ir a allá, sino oficialmente, Renato Sales, es ahora Fiscal y seguramente tiene los pelos de la burra en la mano, de las porquerías que adquirió y extorsionó, según dos víctimas que con temor me confesaron, pues resulta que el Alito, también tiene un perfil de alta peligrosidad. Y si se trata de ejercer la acción penal, al Fiscal no le faltará convicció, congruencia y lealtad para hacerlo como él mejor sabe.
De esta manera, el presidente tiene agarrado, digo, de los pelos, al presidente del PRI, a quienes los senadores y gobernadores apoyaron, para que en el orden al bat, primero estuviera en la lista y más “cuadrado” (penalmente hablando), para cuando el presidente decida cortar cabezas.
Para evitar eso, Alito es capaz de perder todas las gubernaturas y todos los cargos importantes en el país, de representación popular, dejar que Andrés Manuel tome el 20 de noviembre la Justicia Social, que nosotros acuñamos, a costa de la sangre de millones de mexicanos y varias generaciones en guerra civil, hasta que coincidimos en ello y se fundó el PRI, o el PNR: nada sabe de la Revolución Mexicana. Puedo asegurar que él, al igual que la inmensa mayoría de la representación priista en el Senado (como siete), no han leído del Liberalismo Social Mexicano, de D. Jesús Reyes Heroles ¿O sí?
Porque qué tal, que sí son eruditos, pero aun más ratas y ambiciosos -el gobierno de Peña Nieto, recibió a PEMEX con una deuda de 40 mmdd y lo dejó en más de 100 mmdd, sí cien mil millones de dólares: Lozoya, pero sobre todo, Luis Videgaray.
Pero ninguno dice nada, porque es más el largo de su sucia cola y mejor callan, que sin ser como Alito, se sabe, otorgan.
Ese es el mensaje del presidente, en vicio, que no virtud, del deleznable presidente del PRI, que hace todo, para capitular al Partido, con tal de no ser privado de su libertad (jajá! Como si al presidente le gustaran los traidores. O lo que es lo mismo: si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes).
Lo afirmo, sí. Les diré por qué: pues llegó allí, pese a tener evidentemente el estado que desgobernó, en vilo, tan es así que el presidente del PRI, ¡Perdió la elección en su estado! Y ya entrados en gastos, por qué no pensar que él mismo actuó, hacia el final, en julio del 2019, por qué no, convirtiéndose en un puerco mayor, dando las nailons, pues, al presidente recién electo: entregó a Morena su estado, antes ya pactado, después, como presidente del PRI, ¡cinco más!
Por eso, en la irresponsabilidad pública, Alito, a fincado su acenso en la política. Y conservado su libertad.
Y ayer, hundió más al PRI, al cuestionar, cruel y estúpidamente a Luis, hijo, tercero en las preferencias, electores que si bien no contemplaban votar por el PRI, ahora de seguro, no lo harán.
Ese es Alito, al servicio del enemigo -mejor dicho, del presidente.