Montesquieu en granada madurez dijo bien claro: “La descomposición de todo gobierno comienza por la decadencia de los principios sobre los que fue fundado”.
Una tormenta jurídico-política muy grave, fue escenificada por la abundante corrupción del neoliberalismo, ello dio motivo a la inclusión en los secretos oficiales por aquellos acuerdos escenificados entre la Procuraduría General de la República y la delincuencia vinculada con el narcotráfico.
La presea de tal deshonor le fue otorgada a dicha institución dada corriente de corrupción en la que se encontraron inmersas diversas personalidades de nivel nacional que fungieron como funcionarios en la Representación Social Federal; en virtud de su “complicidad” para dejar impune el fenómeno de la narco-política; ello así lo afirmó en su momento el Presidente Decano de la Academia Mexicana de Derecho Internacional, Don Luis de Gonzaga y Sevilla+ en aquella su casa en las Calles de Michelet de la Colonia Anzures de ésta Ciudad Capital.
A México le ha lastimado profundamente que diversos Procuradores Generales de la República durante la época del neoliberalismo, incluyendo al ahora actual Fiscal General hubieran sostenido una nada brillante intervención a fin de brindar seguridad al delincuente jurídico más importante en la historia de la abogacía nacional.
La alianza con el narcotráfico entre la institución encargada de procurar justicia a nivel nacional, es uno de los delitos más descarados e impunes de la historia jurídica de México, se escenificó en el sexenio de Carlos Salinas De Gortari en perjuicio de la justicia y de nuestra Constitución Política, de ahí nació la corrupción que hasta la fecha permea en la Fiscalía General de la República y de ahí la influencia política a la que no se ha podido enfrentar la Cuarta Transformación.
Si esto le duele a Andrés Manuel López Obrador, lo siento mucho, más le duele a la justicia de nuestra Nación que no haya sabido, ni querido, ni podido actuar en contra de ello.
A raíz de esa descomposición fue incluido dentro de los secretos de estado evitar que se investigue y se sepa el nombre del verdadero responsable de tanta inmundicia en el ámbito de procurar justicia. Antes de eso jamás hubo necesidad de proteger a nadie que se dedicara al trasiego de drogas, por importante cargo que haya detentado.
Llegó con ello, una de las mayores exhibiciones de impudicia del Estado, aceptada por muchos Procuradores Generales de la República y respaldada más tarde por la Fiscalía de la Cuarta Transformación de la Nación, dando origen con ello a afirmar que en México la justicia no es para todos.
¿Hasta cuándo se va a permitir ello?.
¿Hasta cuándo Andrés Manuel López Obrador va a seguir con su postura de abrazos y besos a la delincuencia?.
Es cuanto.
Lic. Alberto Woolrich Ortiz
Presidente de la Academia de Derecho
Penal del Coelgio de Abogados de México, A.C..