“La ley del embudo lo ancho pa´ ellos y lo estrecho pa´uno…” -Hernado Marín
Tras la gota, que aparentemente, derramo el vaso de la indignación social, el pueblo de México se volcó de muchas maneras a manifestar su hartazgo ante la carestía que provocara el aumento de los combustibles. Aunque muchos olvidaron hacer tales marchas durante el sexenio de Calderón cuando la gasolina aumentó un 70%, promedio mayor de lo que hasta el momento resulta gracias a las reformas del pacto por México. Seguramente a este paso el gobierno del estafermo Peñita y sus reformas romperán el récord del incrospido marido de la del reboso.
Muchos han marchado, algunos indignados tomaron vialidades e impidieron la circulación, otros liberaron casetas de cobro para dar paso libre a la circulación, en algunos casos se desataron los saqueos en tiendas departamentales, ahora sabemos que estos últimos actos fueron provocadas por el mismo gobierno o incluso por células cercanas a partidos políticos, también se suscitaron manifestaciones, un tanto extrañas, de personas comunes y corrientes defendiendo los centros comerciales para evitar el saqueo, arriesgando su propia integridad física.
Ya hace tiempo que el malestar social debería haberse evidenciado como un rugir revolucionario y no como simples berrinches cada tanto y tanto.
De lo que no cabe ni la menor duda es que efectivamente lo sucedido es culpa del gobierno, de las altas esferas de poder, llámense casta dorada, y del interés egoísta y ambicioso de empresarios que encontraron en el neoliberalismo y la corrupción del gobierno las minas del rey Salmón.
A este nivel a nadie le queda duda del porqué quienes han encontrado la fortuna material son aquellos que en mayor o menor medida han dedicado sus esfuerzos a corromper todo a su paso, sociedad, democracia, política, partidos, leyes, justicia, etc, el término empresario podría estar hoy tan desprestigiado como el de político o policía de no ser porque ellos, los poderosos, tienen el monopolio casi perfecto de la opinión pública. Tenemos ya establecida una bien definida casta de multimillonarios, emparentados con la clase política, juntos conforman la casta dorada.
Les hemos entregado carta poder prácticamente en todo para, no gobernarnos sino explotarnos, somos sólo ganado para su comercialización y aprovechan todo lo que les reporte beneficio económico, desde nuestro esfuerzo, nuestros hijos, nuestras esperanzas y desde luego nuestro porvenir.
Nuestra descendencia es pie de cría para el estado, no somos ciudadanos, somos animales que cubrirán algún propósito en la mecánica del enriquecimiento de la casta dorada.
Por ello alcanzamos un adeudo cercano a los ¡10 billones de pesos a costillas de generaciones actuales y generaciones por nacer!, la mayoría adeudos logrados a base de préstamos e intereses que el gobierno contrae con instituciones financieras sin mediar obstáculo.
Y uno se pregunta ¿cómo son posibles semejantes cifras? la respuesta es sencilla, pero ellos el estado, la han trastocado con laberínticas leyes, normas, reglas, jurisdicción, y demás ardides. ¡Les entregamos el dinero, se los regalamos, sin ninguna condición a manos llenas a cambio de prácticamente nada! y luego los malnacidos nos quieren batir el dedo en la boca invocando mercados internacionales, globalización, macroeconomía y cualquier suerte de paripé o engaño complejo.
Y sólo basta un breve pero concreto ejemplo de lo que escribo; “…la suma de lo que el gobierno federal ha gastado de manera adicional a lo presupuestado entre 2000 y 2015 en pesos constantes de este año, el resultado es que ha habido 3.37 billones de pesos de gasto adicional.
A pesar de no conocer el gasto total en 2016, podemos darnos una idea de cómo será el gasto real de 2016 revisando el último informe trimestral que Hacienda envío a la Cámara de Diputados: hasta septiembre, el gasto neto del gobierno debería haber sido, de acuerdo al PEF, de 3.54 billones de pesos. En la realidad, ya se habían gastado 3.76 billones. Es decir, había una diferencia de 220 mil 262 millones de pesos, una cifra incluso superior a la reportada en la última Cuenta Pública.” -Leonardo Nuñez Gonzáles.
Así, es evidente que esta recua de rateros con trajes Armaní, relojes de 400,000 mil pesos, que visten a sus putas con ropa valorada en decenas de miles de dólares y compran aviones de medio ¡billón, anglosajón, de dólares! ($503,600,000 USD para ser exactos), hacen lo que quieren al amparo de nuestra ignorancia, apatía, obnubilación, adoctrinamiento, miedo y egoísmo, es decir nuestra inconsciencia colectiva.
Vivimos en un mundo con sistemas de gobierno piramidales, y de eso ya hace muchísimas centurias, al menos desde la antigua Mesopotamia, ¿será acaso ya tiempo de salir de este embudo invertido, o pirámide, que es nuestra sociedad?
-Victor Roccas.