Emilio Trinidad Zaldívar
De acuerdo a diversas voces sensatas e informadas, demasiado poder están acumulando Marcelo Ebrard Casaubón, al tener a su hombre de mayor confianza al frente del partido Morena, y Ricardo Monreal Ávila, colocando a la mayoría de delegados del mismo organismo político en las 15 entidades que disputarán la gubernatura.
Uno y otro aspiran a la Presidencia de la República y con la anuencia de López Obrador, han ido acomodando a sus piezas para formar posibles escenarios si las cosas se acomodan a favor de cualquiera de los dos, sin embargo, el tabasqueño apenas cumplirá su segundo año de gobierno y los tiempos de su sucesión aún no son los adecuados y no es recomendable desgastarse tan pronto, pero con la libertad que les ha dado, ambos políticos se están aprovechando.
La entidad en la que mayor atención viene poniendo el líder del Senado es en su tierra natal, donde está haciendo todo lo posible por impulsar y colocar a su hermano David para que sea él y no José Narro Céspedes el candidato a la gubernatura.
Monreal Ávila ha venido fungiendo como cabeza de la izquierda en Zacatecas desde que asumió la gubernatura y desde entonces, ha colocado a diputados locales, alcaldes, diputados federales y ha intentado que los senadores sean afines a él, pero el doctor Narro no es de su grupo y tiene su propio peso político.
Don José ha venido haciendo mucho trabajo de campo en el que también es su estado de origen, se ha acercado a todos los grupos sociales de la entidad, platicado con agricultores, campesinos, jornaleros, maestros y con políticos locales, con los que ha logrado sembrar ciertos compromisos que lo colocan en sólida posición para disputarle a los Monreal Ávila la conquista del gobierno estatal.
Para muchos, sería muy riesgoso que Ricardo Monreal se saliera con la suya logrando la postulación de su hermano David, porque el senador tiene todas las credenciales políticas para cualquier responsabilidad, pero no es hombre de todas las confianzas del Presidente y éste sabe que el ex gobernador puede armar su propio grupo de poder -que ya lo tiene- para buscar la Presidencia por otras siglas que no sean las del partido guinda, y por eso impulsó la creación del partido político Fuerza Social por México, en sociedad con Pedro Haces.
López Obrador le reconoce habilidad y talento al zacatecano pero sabe que si le da la mano, se puede tomar el pie y luego a ver quién lo para. Fue por eso que operó para que fuera Claudia Sheinbaum y no él, la nueva Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, porque ella sí es de todas las confianzas del Ejecutivo federal.
Incluso hay quienes afirman que Andrés Manuel López Obrador esta jugando sus cartas para que tanto Marcelo Ebrard como Ricardo Monreal crean que van consolidando sus respectivos proyectos, para luego del desgaste y confrontación inminente, salga Sheinbaum como la tercera en discordia y sea ella la beneficiada con la candidatura presidencial.
Si los candidatos a gobernador de Morena resultan afines a Monreal Ávila -quien para López Obrador no es confiable- será sumamente difícil jugarle las contras a partir del 21 y le puede generar muchos dolores de cabeza al de Macuspana, por lo que tendrá que pensarlo dos veces a quienes decide apoyar en los 15 estados en disputa.
En el caso de Mario Delgado, éste se apegará a lo que decida el residente del Palacio Nacional porque sabe que así apoyará a su verdadero jefe, el que despacha en la Cancillería, con quien el Presidente pactó desde que Ebrard Casaubón declinó en favor del hoy vapuleado y desacreditado Presidente.
Pronto saldrá humo blanco en las candidaturas a gobernador y veremos si Ricardo Monreal puede colocar a su hermano David en Zacatecas o si López Obrador le da la oportunidad al senador José Narró Céspedes, que dicho sea de paso, también sabe hacer política.
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