Francisco Rodríguez
Donde en estos días se vive un proceso poco común es en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Ahí transcurre una auditoría a cargo de la mismísima oficina del Auditor Superior de la Federación. Usted dirá que eso no tiene nada de extraño. Y así es. Sin embargo, fuentes cercanas a las revisiones afirman que, además de las insistentes versiones relativas a presiones sobre los magistrados para encontrar sí o sí alguna irregularidad, por menor que sea, en las cuentas del periodo en el que Janine Otálora fue presidenta, ahora resulta que los actuales titulares de áreas como Comunicación Social o adquisiciones, que obedecen a magistrados malquerientes de la ex presidenta, responden deficientemente, si no es que hasta engañosamente a las preguntas de los representantes de la ASF, a fin de que la institución sí sea sancionada.
Cómo será de minucioso el escrutinio de las muchachas y muchachos de David Colmenares Páramo que, ¡hasta la tienda de dulces ha sido acuciosamente revisada!
Parece que en el Tribunal quieren recibir muchas observaciones. Y dicen que no tanto para mejorar o menos para transparentar su administración, sino para tener una mala nota contra la magistrada electoral Otálora y, de paso, algún otro magistrado que no esté plenamente alineado con la narrativa mañanera dominante de Palacio Nacional, que ya tiene control total de, al menos, cuatro de los integrantes de la sala Superior.
Ya veremos si la ASF se presta a maniobra…
El irascible fiscal general
“Cada día está más agrio, más enojado”, dicen los abogados y secretarias que tienen la desgracia de colaborar cerca del titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz.
De carácter seco, recio, dirían algunos, éste se ha tornado en tormentoso a medida que las cosas no le van resultando como quiere o como desean que sean quienes le dieron autonomía de gestión.
Muchos los casos que no avanzan… muchos más los que no inician, pese a indicaciones superiores… constantes errores garrafales, como el de la licencia de conducir apócrifa de Rosario Robles… exhibiciones de ineficiencia e ineficacia un día sí… y todos, también.
Escenas como las protagonizadas por él hace unos días se presentan de lunes a viernes y, si trabaja los fines de semana, todavía más:
Corrió a todos sus asistentes. Hizo un show porque dijo haber perdido sus lentes. Los traía puestos.
Y cuando se lo hicieron notar, trato de enmendar su olvido: “Esos no”, dijo, “los que traía ayer”.
A muchos nos pasa, pero…
¿Dispendio o robo de los peñistas?
“Inflar” costos de adquisiciones y contratación de servicios fue, tambien, cosa de todos los días durante la maldita y corrupta gestión de Enrique Peña Nieto.
Ya nos enteramos de los 70 mil pesos gastados en gel para el cabello, para repartir entre los pasajeros y, supongo, la tripulación de un vuelo internacional en el que el ahora auto exiliado iba a bordo.
Poco a poco conoceremos de más asuntos de este tipo.
Hoy le agrego “otro dato”:
La cena que el gobiernito de EPN ofreció a los “distinguidos invitados” a la ceremonia del Grito de 2018 se facturó en más de 20 millones de pesos.
¿Cuánto costaría cada sope y memela? ¿De a cómo cada plato de pozole?
¿O sirvieron foie gras y otros platillos no mexicanos?
Aún así…
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