Astrolabio Político
Por: Luis Ramírez Baqueiro
“Son muchos los partidarios de delegar autoridad, pero pocos los que realmente ceden poder en sus colaboradores”. – J.M. Tobar.
En Veracruz se está gestando un intento de desestabilización política cuidadosamente planeado y ejecutado desde distintos frentes, con un objetivo claro: minar la gobernanza, el orden y la paz en la capital del estado, utilizando como punta de lanza a la Universidad Veracruzana (UV).
Lo que parece una disputa académica o un movimiento estudiantil espontáneo es, en realidad, una operación política que busca fracturar a la Máxima Casa de Estudios y golpear la credibilidad de su rector, Martín Aguilar Sánchez.
Desde hace semanas, se ha orquestado una campaña sistemática para vincular al rector Aguilar con el senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, solo por el hecho de haber sido ambos egresados de la Facultad de Sociología de la UV.
El argumento, sin sustento, intenta sembrar la idea de que el rector responde a intereses políticos ajenos a la autonomía universitaria. Sin embargo, detrás de esa narrativa se encuentra un proyecto más ambicioso y oscuro.
Desde Perote, el ex candidato a gobernador José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla ha sido señalado como el operador de un plan que busca retomar el control político y económico de la Universidad.
A través de un grupo de rémoras mediáticas, ha desplegado una campaña de desprestigio contra Aguilar Sánchez, recurriendo incluso a la infiltración de pseudoestudiantes que, encapuchados, han participado en recientes manifestaciones.
Fuentes universitarias aseguran que varios de esos jóvenes fueron traídos desde Puebla, con el propósito de crear una falsa sensación de inconformidad interna y manipular a los verdaderos alumnos.
A esa estrategia se suman viejos conocidos de la política universitaria. El ex rector Raúl Arias Lovillo, quien en su momento controló con mano férrea los recursos de la institución, ha sostenido reuniones en el Rancho San Julián de Perote con Yunes Zorrilla. Ambos comparten una meta: recuperar el poder que perdieron dentro de la UV y usarlo como plataforma para golpear a la administración estatal de Rocío Nahle García.
La campaña mediática y de espectaculares emprendida contra el rector Martín Aguilar no tiene precedentes. Nunca antes se había observado un financiamiento tan evidente, ni una estrategia tan bien articulada para socavar la estabilidad universitaria desde fuera de sus muros. Lo que está en juego no es solo el liderazgo del rector, sino la autonomía, la credibilidad y la paz institucional de la Universidad Veracruzana.
Detrás de las máscaras, las mantas y los titulares, se esconde la mano que intenta mecer la cuna del caos en Xalapa. Una mano que no busca justicia ni transparencia, sino el retorno del viejo poder que ya no cabe en los nuevos tiempos de Veracruz.
Al tiempo.
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