A los caídos del Ejército Mexicano en Michoacán. In Memoriam.
En este espacio se ha dado cuenta, del pasado glorioso de la Armada de México, de su contribución para la consolidación de una nación orgullosa, así como de su decidido papel en la defensa de la soberanía nacional y durante la Revolución Mexicana. De igual forma se ha reconocido el talento de la juventud naval mexicana. Hoy sin embargo, con motivo de la conmemoración ayer del Día de la Marina, es oportuno reconocer el valor de la Marina Mexicana, de cara al presente siglo.
El Primer Jefe, Don Venustiano Carranza, forjador de instituciones militares, no excluyó a la Marina, y trás la promulgación de nuestra Carta Magna en vigor, decretó la nacionalización de la Marina Mercante. En consecuencia, el 1 de junio de 1917, zarpó el buque “Tabasco”, el primero con tripulación enteramente mexicana, materializando así la unidad histórica entre la Armada de México y la Marina Mercante.
México, bañado en sus litorales por el Océano Pacifico, el Mar de Cortés, el Golfo de México y el Mar Caribe, cuenta con una inmensa bonanza marina, 17 de nuestras entidades son costeras, ahí viven 57 millones de mexicanos que aportan el 40% del Producto Interno Bruto (PIB). A su vez, el 65% del territorio nacional está constituido por mar, lo cual se traduce en un eje estratégico para el comercio global, el desarrollo económico y la seguridad nacional, a todo lo anterior hay que sumar la riqueza de la pesca y los yacimientos de petróleo y gas, de ese tamaño es el reto de la Secretaría de Marina.
El Presidente Adolfo Ruiz Cortines(1952-1958) jarocho al fin, con gran visión implementó el programa “Marcha al Mar” que buscó desarrollar la pesca, las instalaciones portuarias y el turismo costero del país. Más adelante el Presidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) incrementó el territorio nacional y por ende los recursos naturales de México, al incorporar las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva, siendo junto con el Presidente Adolfo López Mateos (1958-1964), el único mandatario que ha reintegrado territorio a México.
Al día de hoy, la Secretaría de Marina no se duerme en sus laureles o vive de glorias pasadas, sino que ha desarrollado la Política Nacional Marítima (PNM), misma que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación en septiembre del año pasado, la cual ambiciosamente, en el mejor sentido del término, extiende su planeación hasta el año 2045. La PNM, tiene como misión, tomo la licencia de compartir las palabras de los marinos: “construir e implementar con gobernabilidad y gobernanza, los Intereses Marítimos Nacionales (IMN) al 2045, para alcanzar el bienestar de los mexicanos, con seguridad y desarrollo sustentable”
Entre las prioridades del PNM, se tutelan la soberanía nacional y seguridad marítima en nuestros mares y costas, el comercio internacional, la flota mercante mexicana, el cuidado al medio ambiente y la implementación de una pesca sustentable. A su vez, el PNM establece que el poder naval de la Federación (Armada de México) y los Intereses Marítimos Nacionales se deben complementar e ir de la mano. Entre los IMN, destacan la protección de puertos e instalaciones navales civiles y militares, la cultura marina, la industria naval mexicana con sus astilleros, los ya mencionados comercio marítimo y Marina Mercante, las aduanas, el turismo, así como los yacimientos de gas, petróleo y las plataformas petroleras.
En suma, más allá de su proyección estratégica hacia la mitad de esta centuria, hoy la Secretaría de Marina, aglutina a los hombres y mujeres del mar, a la comunidad naval militar, civil, mercante, comercial y a los pescadores a lo largo de nuestros litorales. En cuanto al poder naval que deriva en la Armada de México, lleva a cabo una labor extraordinaria no sólo como garante de la soberanía nacional en los mares, sino también como fuerza de guardacostas, apoya a la sociedad civil con el “Plan Marina”, en tareas de proximidad social, en la seguridad y administración de aeropuertos e incluso participa en labores humanitarias en países amigos. El desempeño de la Armada es notable en el combate a la delincuencia organizada, particularmente a través de las fuerzas de Infantería de Marina, que mucho bregan por devolver la paz en la zonas donde la seguridad está comprometida.
Una asignatura pendiente del Estado Mexicano con las Fuerzas Armadas en su conjunto, estriba en reforzar y renovar su poder de fuego y equipamiento en mar, tierra y aire. Lo anterior se justifica, ante la grave responsabilidad que cargan sobre sus espaldas al velar por un país tan extenso como lo es México, en el caso de los marinos, como ya se mencionó, están a cargo de un 65% del territorio nacional en el mar. El país vive tiempos convulsos y polarizados, no han sido los más graves en nuestra historia, pero sí merecen todo el empeño de los mexicanos para atracar pronto en buen puerto. Sin embargo, mientras contemos con instituciones como la Secretaría de Marina, existe la certeza de contar con buen viento y un rumbo firme hacia el destino que México merece.