Jorge A. Barrientos
Más de 40 años hace, que Holanda decidió despenalizar el uso y venta de algunas drogas como la mariguana, el resultado, un nivel de consumo menor a otros países en los que es ilegal.
Pero no solo ese beneficio ha tenido Holanda gracias a esas leyes permisivas, otro beneficio es el negocio.
En un mundo regido por el mercado y en el que hay que dar gusto a aquellos que ven a los países como una empresa y no como un ejemplo particular de búsqueda del bienestar, la legalización de las drogas, no solo puede generar una baja en el consumo de la misma y la violencia relacionada a su comercio, sino que puede convertirse en un gran factor de desarrollo para la economía y ser generadora de empleos.
Estudios en Estados Unidos calculan que la legalización de la mariguana puede generar hasta 13 billones de dólares anuales en ingresos por medio de impuestos, y crear más de un millón de empleos.
De concretarse la legalización de la mariguana, México se convertiría en el tercer país en hacerlo, lo que le permitiría entrar al mercado de la misma, en igualdad de condiciones y competitividad con los países que ya lo hicieron y con aquellos que desde hace años trabajan en la especialización de la producción de la misma. Pues en Estado Unidos como ejemplo, con sus políticas doble cara, mientras su gobierno se ha encargado de criminalizar el mercado de la mariguana, en el interior se ha dedicado a desarrollar investigación para su mejorar la calidad, razones por las que en la realidad entramos ya con un atraso en la industria de la misma, pues al mantener nuestra producción en la clandestinidad no nos ha permitido generar investigación y mejoras en la producción, por lo que tenemos una mariguana de mucho menor calidad que la de otros países.
Si bien es cierto que la violencia no desaparecerá del todo, ni por arte de magia hará que los chicos malos desaparezcan, es un hecho comprobado que la legalización de la misma les quitará un poco de su poder corruptor a base del dinero que deja la venta.
Mucho se tendrá que hacer también, para contener la violencia alterna u otros medios de crimen que se activaran una vez que se legalice, pues seriamos muy inocentes si pensáramos que el personal violento ligado a ese mercado, una vez legalizada, se irán a su casa cruzados de brazos a ver partidos de la liga mexicana y trabajar de lunes a viernes en el mercado formal.
Quizá sea esta la carta bajo la manga que MORENA tiene para reactivar la economía, y que pocos le han dado importancia, me parece que serán muchos los beneficios de una legalización, la recaudación que permitirá tener ingresos para cumplir con programas sociales, la creación de empleos formales y generación de riqueza en el campo, el poder focalizar la fuerza pública en problemas de seguridad que tengan que ver más con la delincuencia organizada que con cárteles, lo que además ahorrará dinero y desmotivará el mercado ligado a la violencia, recordemos que el mercado de drogas hacia Estados Unidos, Canadá (quien por cierto ya la legalizó y se quedó sin producto debido al éxito de la legalización, de manera que tiene una gran demanda para consumo) y Europa, es el motivador para que haya un gran negocio de compra y venta de armas y también trabajos de inteligencia para mantenerlo, en cambio el mercado de delincuencia organizada ligado a los secuestros, robos y asesinatos, difícilmente motiva a países extranjeros a intervenir, sino que queda normalmente en organizaciones locales más fáciles de identificar.
Es tiempo pues, de comenzar a pensar como el país se ajustará a este nuevo mercado, pues con esto seguramente habrá un nuevo boom turístico para consumo, y nuevos mercados de exportación además de que se abre la oportunidad para la legalización en el mercado de los opiáceos.
Figúrese usted, que México siendo el tercer productor de amapola en el mundo, solo detrás de Afganistán y Myanmar, tiene que importar la amapola para su industria farmacéutica pues es ilegal en nuestro país explotar, sin importar que sea para uso medicinal, nuestra propia producción lo que además hace que tengamos un déficit en el abasto de la misma. Aproximadamente importamos 5 toneladas anuales de opio para la farmacéutica y el requerimiento del país es de 15 aproximadamente.
Así que imagínese usted sembrando dentro de unos meses su propia mariguana casera, ya sea para consumo o para venta, pues tomando como ejemplo el modelo holandés, el cultivo casero es un elemento grande dentro del mercado. Más de 70 toneladas anuales se producen en el cultivo casero en Holanda, de darse así en México, ayudaría a la economía de familias.
Y todo esto sin hablar de las investigaciones que han mostrado el beneficio que tiene la mariguana como producto medicinal, y que poco a poco muestran su gran potencial y beneficios.
En Holanda, desde los años 70 en que se despenalizó, el negocio de la mariguana ha superado a los del queso y tulipanes.
Nuestro país necesita buscar alternativas distintas a la guerra contra las drogas para evitar el infierno en el que nos han metido, tal vez la legalización sea la alternativa, como sea, el atacarlo con armas ya demostró que no es la solución. Y de paso quitarnos la imagen de ser un país de narcos.
La mariguana sale de la tierra, así que no puede ser mala.
Bob Marley