Bien definió el coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado como la noche de los cínicos la del sábado pasado después de que el presidente Enrique Peña Nieto envío por conducto de su Secretario de Gobernación su VI Informe de Gobierno, que bien podría llamarse el libro de los sueños de Los Pinos.
Esa noche de los cínicos estuvo encabezada por los migueles, que no son ningunos ángeles, Osorio Chong y Mancerita Espinosa, los dos luciendo una sonrisa de oreja a oreja tras el desastre que dejaron el primero en el país, ese México azorado por la violencia, el de las fosas como lo calificó Olga Sánchez Cordero y el segundo una ciudad devastada, con cientos de damnificados de los sismos del 19 de septiembre abandonados. Ahí estaban luciendo su nuevo cargo el de senador de la República por el que cobraran otros seis años, sin hace nada para benefico del país.
Estaba también Rafael Moreno Valle quien dejó una deuda de más de 45 mil millones de pesos en Puebla y todavía se dio el lujo de imponer a su sucesor y posteriormente a su misma esposa en la gubernatura poblana.
Sonriente también el “Güerito”, Manuel Velasco Coello, quien fue solamente a pasar lista de presente, porque en el colmo de su cinismo regresa a Chiapas para hacerse cargo de la gubernatura y una vez terminado el periodo constitucional venir a la Ciudad de México para despachar en la sede senatorial de Paseo de la Reforma.
Y qué me dicen de Napoleón Gómez Urrutia, quien sin los dólares que les robó a los trabajadores mineros vino de Canadá para salvar a México, así como lo oyen, viene a luchar contra la corrupción, uuufff, qué alivio tanto que nos hace falta alguien para poner un hasta aquí a ese flagelo que en este sexenio se volvió una pesadilla para los mexicanos.
Otro cínico de cinco estrellas que estuvo en San Lázaro este sábado fue el “Niño Verde”, ya ni tan niño, que junto con Arturo Escobar a quien a principios del sexenio echaron de la Secretaría de Gobernación manejan a su antojo al Partido Verde, ese que se mueve para donde está el poder y con el que se han enriquecido.
-Que me dicen de “Clavillazo”, Enrique Ochoa Reza que dejó al PRI endeudado hasta el tuétano y al borde de su extinción luego de que su amigo Luis Videgaray lo llevó hasta la misma presidencia de la otrora aplanadora priista. Lo recuerdan muy bien en la Comisión Federal de Electricidad por sus corruptelas de clase mundial, como los medidores que contrató al más alto precio del mercado haciendo a un lado el diseño de trabajadores mexicanos, mucho más barato. Ahora es diputado tiene fuero para cubrirse, ¿le servirá?
Y Rubén Moreira el de los famosos hermanos de Coahuila que dejaron temblando las finanzas de ese estado fronterizo. Otros de con categoría de aprendices pero que pintan para cínicos de primera clase, como Damián Zepeda, el auto -designado coordinador de los senadores panistas.
Una auténtica noche de cínicos, muchos consagrados y otros que van por la consagración. Pobre México.
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@HctorMoctezuma1