La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Ya amarraron Suva, San José y La Paz, con esto, van por Londres, Nueva York y París
Aún sin nacer, el Frente Amplio por México, sufrió su primera fractura, con la declinación de Germán Martínez, quien manifestó su desacuerdo con el método de selección, del o la candidata presidencial, de la alianza opositora.
En este tenor, a menos de 48 horas de que fue anunciado el esperado mecanismo, el Consejo de elecciones primarias del flamante Frente, se disolvió bajo el argumento de que “el esquema propuesto para llevar a cabo la consulta haya sufrido alteraciones significativas respecto a lo acordado originalmente durante las pláticas”.
Es decir, las cúpulas del PAN, PRI y PRD, volvieron a privilegiar sus intereses por encima de las sugerencias de un grupo de ciudadanos (ciertamente, notables), que hicieron una propuesta de organización que, a final de cuentas, no fue respetada.
Entre los decepcionados, encontramos, entre otros, a Mariclaire Acosta, Sergio Aguayo, Leonardo Valdés, María del Carmen Alanís, María Elena Morena y Guillermo Sheridan, los cuales le daban legitimidad al movimiento, bono democrático que nunca podrán aportar Alito, Marko o los Chuchos.
Esta situación, confirma que lo de pretender un Bloque gramsciano, sólo fue una mascarada, con la intención de maquillar una coalición que, insistimos, únicamente tiene como objetivos: mantener las prerrogativas, incrustar al círculo íntimo (vía plurinominal), en las cámaras y, de acuerdo a la nueva tradición, entrar al servicio diplomático.
Todo indica, hasta el momento, que la ‘corcholata’ elegida transitará sin sobresaltos al Palacio Nacional. La oposición nunca ha estado, ni está e, inferimos, ni estará, a la altura de las circunstancias. Ni hablar, aquí nos tocó vivir.