Claudia Rodríguez
El todavía en construcción Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y su cancelación anunciada por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador; no es más uno de los muchos puntos de inflexión entre lo que se va y lo que viene, anunciado como un verdadero cambio de perspectiva y acción de Gobierno, como hace muchas décadas no se daba el giro en el país.
La marcha por la no cancelación del NAICM –y otros tópicos de exigencias de muchos particulares–, del domingo de ayer, es una de las muchas que vendrán como igual que las consultas populares que hará la Administración lopezobradorista.
Eso de que la profunda división el país terminó después de que se votó en las urnas el pasado primero de julio; es una gran falacia. El resultado agradó a millones, pero otros quedaron inconformes y metidos en un activismo incansable a través de las redes sociales, en donde lo que resalta es la negación por los diferentes –y el desagrado de perder prebendas.
Tomar como pretexto cualquier causa para llamar a millones de mexicanos “chairos”, porque se piensa distinto, es una fundamento vacío.
Bien por los que quieren el NAIM, bien por los que quieren el lago, bien por los que opinan por otras sedes aeroportuarias alternas, bien por los que desean que el país no invierta el dinero que no se tiene y además se debe en una deuda billonaria, bien por los que opinan y fundamentan. Más al final viviremos nos guste o no, una forma inédita de gobernar, que por cierto hasta ahora y apenas electo, .ha sido lo más congruente posible a sus promesas, a no ser por el manejo de quienes mueven a su antojo las cifras de la macroeconomía y que por cierto, aun son parte de eso con lo que se enriquecieron a más no poder, por años, sexenios y décadas.
No obstante el que México sea testigo de una manifestación “popular” por la cancelación de la construcción de un aeropuerto que nos ha costado ya muchos millones de dólares y hasta los ahorros de miles de trabajadores –sin que hubieran dado autorización para ello–, y que crean o al menos digan, que la interrupción de dicha terminal aérea es la cancelación del desarrollo; es una frase sin fundamento y hasta vacía.
¿Cómo una obra aeroportuaria de millones de pesos que quién sabe cómo seguiríamos pagando los mexicanos mínimamente con nuestros impuestos, podría ser la punta de lanza para salir del atraso, de la pobreza, violencia e inseguridad por decir lo menos?
Manipulados o no, ayer muchos gritaban sí a Texcoco transformado en terminal aeroportuaria. ¿Por qué más los veremos manifestarse en contra del interés de las mayorías?
Acta Divina… El NAIM será inaugurado en el 2020 y será una ventana al mundo y al desarrollo: Enrique Peña Nieto.
Para advertir… Yo me manifiesto por pedirle cuentas al presidente Peña Nieto en razón de que para inaugurarse una obra de tal magnitud para dentro de dos años, debería tener mayor avance y no “engullirse” a pasos agigantados, el financiamiento futuro; que además aún no sabemos a qué bolsillos habrá ido a parar.
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