Claudia Rodríguez
El principio jurídico general del derecho que se resume en la frase “nadie puede alegar a su favor su propia torpeza o culpa” se funda en el latín “nemo auditur propriam turpitudinem allegans”; el cual deja claro que en un litigio ni al demandado, ni al litigante, se le puede exculpar una ineptitud o mucho menos un dolo.
Cuando el subprocurador de Delitos Federales de la Procuraduría General de la República (PGR), Felipe Muñoz Vázquez, alude de forma desgarbada, sin formas serias, no tener avances sustanciales en la investigación de los implicados en México del caso Odebrecht porque ““Brasil no nos ha proporcionado información…”, luego de que el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), le ordenara a la misma Procuraduría hacer pública la indagatoria sobre la trama de corrupción detectada en el caso dentro del país; se deja en claro la torpeza deliberada de nuestras autoridades y también amañada.
En otros confines, este caso de Odebrecht que salió a la luz en el año 2016, ha traído consecuencias jurídicas de relevancia; luego de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que la constructora brasileña admitió pagos a modo de soborno por el orden de los 800 millones de dólares en alrededor de una docena de países en Latinoamérica y África, incluido el propio Brasil.
Pero en México, nada. La justicia siempre trata de privilegiar al delincuente de cuello blanco, sin que se resarza el daño a todos quienes somos víctimas directa o indirectamente.
Los sobornos a funcionarios en México se tasan en alrededor de unos 10,5 millones de dólares, de los que Odebrecht obviamente obtuvo beneficios del triple de los cohechos.
Ante el mandato del INAI a la PGR y la contestación desmedida y poco creíble del subprocurador Felipe Muñoz sobre la no cooperación de los brasileños en el caso, cuando por voces de ellos mismos hemos conocidos las profundidades de tan siniestro y deshonroso negocio, y la reserva de datos por la Procuraduría informada en abril del presente al contestarle al Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), la reserva de información exclusiva a imputado y víctima; son muestra de que eso huele mal, muy mal, tiene un olor tan fétido que cobró su parte en las urnas el pasado primero de julio.
No obstante con sólo la sospecha de haber operado sobornos con dinero público, los interesados y las víctimas somos los gobernados.
Les llegó la hora sin duda, a todos estos cara dura; quienes además no han entendido que se deben al pueblo y es por eso que en unos días arribará al poder un nuevo mandatario que emergió sin duda del empuje popular y los más desposeídos y agraviados.
Sin duda, no hay forma de alegar la propia torpeza a favor de nadie.
Acta Divina… ”Brasil no ha entregado datos sobre Odebrecht, sin ellos no se puede cerrar el caso”: subprocurador de Delitos Federales de la Procuraduría General de la República (PGR), Felipe Muñoz Vázquez.
Para advertir… Y hasta se burlan. Incensatos.
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