Jorge Miguel Ramírez Pérez
Al finalizar el año la desesperación de los novatos de la diplomacia a nivel internacional hace que el día de los inocentes el pasado 28, siga vigente.
Algo debe tener esa fecha para que los diplomáticos de las izquierdas, la conviertan en emblemática; para que todos sus yerros magnificados en Bolivia se sigan prolongando. Parecen mocosos con sus infantiles argucias, que mas que torpezas parecen impulsos movidos por el pánico que las cosas se sepan mas allá, de lo que se publica en las redes políticas del exterior.
¡Benditas redes!
No las de bots contratadas a la autoalabanza que como el dicho dice, “en boca propia es vituperio”.
Y así nos enteramos que la embajada mexicana en Bolivia, se ha convertido en una cueva que protege a acusados de narcotraficantes “oficiales”, terroristas y sediciosos; pero también es víctima de la extorsión de uno de los nueve protegidos, el segundo de a bordo en el gobierno del narcopolítico Evo Morales, Juan Ramón Quintana, el que era de Gobernación en el país andino y que amenaza “contar con detalles” del financiamiento ilegal de la Bolivia de Morales, a diversos gobiernos de izquierda como el español, y en particular a la organización “Podemos” aliado al PSOE que vía Venezuela y Cuba, obtuvieron dinero del narco para escalar al poder en España.
Quintana amenaza “si no me sacan, hablo”; tal como lo refiere en su twitter Hermann Tertsch el vocero de VOX en el parlamento europeo.
La versión que obviamente se corresponde a la lógica de lo que pasa en La Paz, puede convertirse en una bomba que el gobierno boliviano, está armando con datos que llevaran a las instancias internacionales para fundamentar sus reclamos.
Y vuelven a la carga las preguntas: ¿Qué embrollos estamos haciendo en ese país, interviniendo en su política interna de manera innegable?, ¿o será que las sospechas alrededor del escándalo de financiamientos electorales ilegales alcanzan, para entender que lo que se hace es por los temores evidentes de la cancillería mexicana, para que no se vaya a golpear al gobierno de México?
Porque México desde el principio se metió sin tener aparentemente vela en el entierro, pero al mismo tiempo se puso en evidencia que la diplomacia mexicana les otorgaba asilo en la embajada solo a personajes ligados a las acusaciones de causa penal, no a otras acusaciones. Como si alguien asesorara a Relaciones Exteriores desde una posición conspirativa, que acumula riesgos y provocación con cargo a nuestro país.
Hasta ahora se entendía que los que gobiernan, lo hacen mal, pero con intenciones de púberes a la manera de “prueba y error”, o sea: “regándola se aprende”. Pero cada vez lo que se muestra es algo mal intencionado, una desesperación por moverse de mas en las arenas movedizas de la política internacional que desconocen. Son muchos errores que no forman parte de ninguna lógica institucional.
Desde el 18 de noviembre advertimos las consecuencias, de la malandréz de Evo Morales, de la incapacidad de México para dar asilo a apestados, y de evitar ayuntarse con perdedores y tiranos, de los que hasta entonces no sabíamos el nivel de compromiso, no nacional, sino de la élite que gobierna.
La vieja política exterior era de protocolos de simulación, pero sobre todo de alineamiento al Departamento de Estado en Washington, hasta para hacerle de su patiño internacional favorito. Así hubo incluso premios Nobel. Con todo, nunca les dieron ni la OEA, menos la ONU, porque de vez en cuando les salía lo locochón a los funcionarios mexicanos y Cuba con orgías, les controlaba la impronta generalmente desviada, para sacar algo de raja.
Los diplomáticos mexicanos en su mayoría exiliados de la acción local o amigos de francachelas, ¿que pudieran saber o aportar a la política? Los de hoy menos, no dudo que los asesore el hondureño Zelaya y tipos de esa calaña, que la ignorancia la recubren con poses vanidosas del tipo de capos.
Y por eso no es de extrañarse que, a los conspiradores para sacar a los protegidos en la embajada mexicana, los cacharan con las manos en la masa. A cuatro encapuchados ¡Hágame el favor! Unos agentes de seguridad del GEO español, que apenas el 20 de diciembre acreditaban sus pasaportes diplomáticos; según ellos disfrazados de rambos, mas bien de “policías chinos”, tontos y misteriosos; pretendiendo un operativo que ha de haber planeado Ebrard, así de torpe; para sacar hacia la península a Quintana y a los hampones que el gobierno de México ya no puede proteger.
Todo indica que ya se recibieron las órdenes de dejarlos a su suerte, como a Evo y a los migrantes, lo que era lógico.
Y eso, está en todos los medios y en las redes, no lo pueden ocultar. Se los dijimos que no se enredaran.