Joel Hernández Santiago
Nada los conmueve; nada los detiene… Llueva, truene o relampaguee; ni sismos de magnitud 8.2; ni huracanes, ni inundaciones, ni muertos en tragedia como ocurrió en Oaxaca y en Chiapas… nada es más importante que su carrera y su futuro político…
Porque ¿ha visto usted a uno de estos políticos nacionales de cualquier partido levantando la mano para ir a ayudar a los damnificados del sismo o de los huracanes? ¿Ha visto a los que sí han ido, llegar solos, sin su fotógrafo con ellos y luego desaparecer?
… ¿Los ha visto levantar un tabique? ¿Los ha visto que –sin interés- entreguen parte del dinero que ganan y que es, a fin de cuentas, dinero público? ¿Les ha visto usted escribir sus líneas más sentidas para solidarizarse con la gente de a pie?
Una señora en silla de ruedas de Juchitán se lo espetó al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa: “¡Cuando quieren nuestro voto vienen casa por casa y nos sonríen…! ¿Y ahorita dónde están? ¿Qué hacen por nosotros?”
Algún político listillo, de Oaxaca, mandó algunas despensas en apoyo: en bolsas pintadas con la bandera tricolor y su nombre: “En apoyo”, decía ahí, y su nombre: Eso es…
Y luego, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, dice que nadie debe sacar provecho ni raja política de la tragedia de muchos: y él mismo ordena que todas sus acciones melifluas, doloridas, y abrazando a viejitas o niños con fondo de la destrucción, para que aparezcan en primeras planas de periódicos cautivos y horas-horas-horas en televisión abierta mostrando eso que es sacar raja política…
Lo mismo ha hecho el gobierno de Oaxaca, que lleva invitados para que vean, declaren a medios ‘amigos’, y anuncien lo que se vuelve lugar común: “estamos con Oaxaca-ayudamos a Oaxaca-uno a uno con Oaxaca…” “¡Debemos estar unidos!” Y al día siguiente en primeras planas o en noticiarios ‘amigos’. ¿No es sacar raja política?
“Que la mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda”…
Cuando se pidió el apoyo al Congreso de la Unión para que aportaran recursos con los que aliviar la pérdida de todo a chiapanecos y oaxaqueños, pues nada, que de pronto les entró artritis en las manos de todos y no alcanzan a llegar a la cartera, y sacan de su bolsillo alguna morralla, ‘para enviar 2,500 pesotes, a los damnificados’.
¿Y qué hay con las cantidades criminales que exige el Instituto Nacional Electoral si queremos elecciones tranparentes-democráticas-intachables-sin mácula-garantizadas-sin enganche y sin fiador-…?
… Pues nada, que de los miles de millones que pidió el INE el año pasado, para este año, ocurrirá que al término de este ciclo gastarán-gastarán-gastarán en tonterías para “ejercer el presupuesto” en tanto los damnificados por sismos o huracanes siguen ahí, en la banqueta de sus casas y sin nada para mañana, ni pasado…
Y así la vida: la política, como el teatro, como el espectáculo: debe continuar… y continúa…
Por ejemplo, que el 5 de septiembre se entregó al INE la constitución del Frente Ciudadano por México, integrado por el Partido Acción Nacional, que es decir, la fracción que encabeza Ricardo Anaya; las cenizas del Partido de la Revolución Democrática en la persona de la señora Alejandra Barrales que cada día ve cómo en desbandada los perredistas se convierten en morenistas… Y el Movimiento Ciudadano que encabeza el ex gobernador de Veracruz, Dante Delgado, el ex gobernador interino por Veracruz, ex embajador de México en Italia… ex priista…
Ya están listos para conformar su gabinete con un Secretario de Gobernación que no provenga del gabinete del Ejecutivo; con presidentes de Senado y Cámara de Diputados por toda la legislatura; con cuota de igualdad de género; con una Comisión de la Verdad…
… Y todo eso que cada uno por su parte no hizo y no promovió y no estimuló y no aceptó para ellos mismos… Y paso a paso este FCM, para ‘sacar del gobierno al PRI’… y de paso darle en la torre a Morena, que es veneno para sus ojos.
Así que en tanto el país está de luto; en crisis; adolorido; sumido en la incertidumbre del mañana, los políticos mexicanos de cualquier partido tienen su agenda hecha y no habrán de cambiarla por nada del mundo: llueva, truene, o relampaguee.