La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Los otros datos: 10% de IQ y 90% de daño cerebral
La devaluación de la administración pública, será, quizá, la peor herencia de la 4T, el nombramiento de funcionarios improvisados tendrá como consecuencia un daño en el desarrollo del país, tan perjudicial como el mediocre crecimiento del PIB en la era neoliberal que, por desgracia, también se replica.
El caso de la maestra Leticia Ramírez Amaya, titular de la Secretaría de Educación Pública, es uno de los más patéticos y confirma que, buena parte del gabinete del presidente López Obrador, no tiene la mínima formación profesional para llevar a cabo su tarea.
En este sentido, en cuanto ‘la profe frente a grupo’, ofreció una entrevista a la periodista Danielle Dithurbide, demostró en toda su magnífica plenitud, que no tiene la menor idea de sus responsabilidades.
Así pues, cuando la comunicadora cuestionó: ¿cómo va a aprender?, trátenos de poner un ejemplo, ¿cómo va a aprender un niño las matemáticas en segundo de primaria que ya esté en el nuevo modelo educativo?, la doñita sólo pudo murmurar (después de poner cara de ¿what?) “no podría contestar eso”.
Ya lo hemos dicho antes, en cualquier país medianamente democrático, eso bastaría para que la aludida renunciara al cargo, sin embargo, ya sabemos que, en México mágico, no pasa nada.
Dijera el viejo profesor Rubén Salazar Mallén: carajo, usted no da una respuesta ni como memoria ni como discurso ¡es el colmo!
Ni hablar, el único consuelo es escuchar la cantaleta del: “nosotros no somos iguales”.