Claudia Rodríguez
Son tantos los apuntes desde el interior de los distintos “cuartos de guerra” que se supone apoyan la candidatura presidencial del priista, perdón, ciudadano José Antonio Meade; respecto a que su campaña no prende, y hasta pudiera haber un relevo, que simple y sencillamente es indicativo de lo que millones de mexicanos percibimos: Meade ciudadano, priista, peñista o videgarista, es un mal candidato.
El mismo que acusa un “acto partidario” del gobernador panista Javier Corral de Chihuahua, al reclamar la retención de recursos a la entidad por indicar desvío de los mismos durante la anterior administración local priista; es justo quien durante ya casi seis años se ha pasado haciendo de cualquier inauguración o presentación con cargo al Ejecutivo federal, un acto priista..
La periodista Lilia Arellano, escribía en su columna Estado de los Estados, justo a finales del 2017, que el aún presidente Enrique Peña Nieto, empezaba ya con su gira del adiós, en donde sólo se escucharía que su gobierno ha sido un dechado de bendiciones para los mexicanos, precisamente para hacer de todo acto público de Peña, un acto de campaña en favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y todos sus candidatos a puestos de elección.
El lunes de esta semana de enero, precisamente Peña señaló que ya no habría alzas a los combustibles, ni a los impuestos por lo que este sería un buen año. Lo que en realidad primero es un acto de campaña para intentar apoyar a su candidato Meade, pero sobre todo es un descaro mostrarse como benefactor, cuando en el 2017 los aumentos sobre todo a los combustibles y a la energía eléctrica han sido rapaces, al grado que hoy en día la inflación nos come y los precios de todo producto se ha elevado o hasta duplicado.
La gira del adiós de Peña, serán eventos sucesivos que no serán otra cosa sino su segunda campaña priista, y también claro, habrá una gran dosis de defensa propia: que sí lee, que sí analiza, que sí conoce, que no miente, que no es corrupto, que hizo lo que debía hacer para el bien de la Patria y más bla, bla, bla, que todos conocemos porque hemos vivido ya desafortunadamente en múltiples ocasiones.
Pero ni los actos de campaña de Peña Nieto en favor de Meade, les alcanzan ya a los priistas para que millones de votantes estén ciertos de todo lo que nos han robado y se han burlado de nosotros.
Ya ni siquiera la prensa que aplaude a Peña, ha sido capaz de mantener la cortina que cubre las rapacerías del Gobierno federal.
Para más, Meade, Nuño o cualquiera que se presente como candidato priista, aún con disfraz de ángel, logrará ya engañar a los mexicanos.
Podrán robarnos una vez más una elección. Pero ya nadie les cree que trabajen por el bien de la Nación.
Acta Divina… “El de Corral un acto partidario“ acusa el presidente Enrique Peña Nieto.
Para advertir… Lo peor de todo es que no sólo nos mienten y nos roban, también nos roban la tranquilidad y la seguridad con tal de meteros miedo.
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