Claudia Rodríguez
Inexorable el calendario electoral para que el primero de julio, no sólo candidatos y ciudadanos tengamos una cita con las papeletas de la elección presidencial; a ese momento acudirá también el imaginario tanto de la tarea del Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto como la de dos sexenios panistas.
A nivel local, las calificaciones de quienes ya tuvieron en sus manos a disposición el ejercicio de la Administración Pública; también contarán para la votación de futuros mandatarios y hasta de legisladores.
Avocarse a seguir la ruta de la preferencia en sondeos del candidato “no priista” José Antonio Meade, hace sentido en la búsqueda de elementos de cuán factible es el continuismo del modelo neoliberal desde el Ejecutivo federal.
La avanzada posición del candidato morenista Andrés Manuel López Obrador de la coalición Juntos Haremos Historia, frente a sus más visibles competidores Meade y el panista Ricardo Anaya del Frente por México; lleva a un escenario probable de cambio de modelo para el país.
Lo que está en juego a nivel federal, es más de lo mismo con posibilidad de escalar o una mudanza no sólo en la forma de gobernar, sino también de administrar los recursos públicos.
A sólo 34 días de la que hasta ahora es la elección federal más competida, todo indica que la voluntad ciudadana que ganará, será la de darle la oportunidad a López Obrador; por lo que los escenarios inmediatos a observar son las estrategias del sector priista que aún todavía no se resigna a perder y entregar de nuevo la Presidencia; es mucho para ellos lo que está en juego, y no sólo sus negocios pingües.
Santiago Nieto, ex fiscal electoral quien literal fue cesado por la presente Administración por revelar algunos avances en la investigación del caso Odebrecht en México; ahora en colaboración con el equipo de Andrés Manuel señala que la compra y coacción del voto, inevitablemente se da como muchos sospechamos pero con pocas pruebas tangibles, con todos aquellos quienes reciben las migajas del asistencialismo social.
El ex fiscal para los delitos electorales sabe del asunto y pide poner especial atención en las zonas en donde el mercado de la pobreza tiende sus manteles elección tras elección, para dar lugar al mercado de los votos.
Quienes se resisten a que la estafeta del Gobierno priista pase a manos de López Obrador –si el elector así lo decide–, han puesto sobre la mesa la práctica de otras tácticas que van desde la renta de credenciales durante el proceso electoral para inhibir el voto, hasta la presencia de más brotes violentos con la idea de endosarlos directamente al proceso electoral y su muy posible desenlace en lo que a próximo mandatario federal se refiere.
Ojalá que como en las últimas horas se acusa, gane la serenidad y la transición pacífica como hace unos días se apuntó en estas líneas, porque es lo que a todos nos conviene.
Si se escucha a Meade y a sus voceros y corifeos no bajar la guardia hasta el final, es simple, los contrataron para terminar la actuación hasta el final de la obra, aunque el respetable abuchee.
Acta Divina… “A chingarle hasta ganar las eleccíones” pide a sus simpatizantes, el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade.
Para advertir… A veces se corre toda la pista, pero el cuerpo enfermo, hace su parte.
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