Por María José González Alonso
CIUDAD DE MÉXICO.- Es innegable el impacto que la cultura K-Pop ha tenido en la vida de millones de personas en todo el mundo. Grupos como BTS, BLACKPINK, y EXO han alcanzado una popularidad inigualable, pero junto con su música y espectáculo, el K-Pop también ha destacado por su influencia en la salud mental, tanto de sus seguidores como de sus representantes.
El K-Pop ha funcionado como un refugio emocional para muchos. Sus letras hablan de temas universales como el amor, la amistad y la superación personal, lo que ha permitido que sus seguidores se identifiquen y conecten con las canciones.
Sin embargo, la industria del K-Pop también ha sido objeto de críticas y controversias relacionadas con la presión extrema sobre los artistas y los estándares de belleza poco realistas. Los ídolos K-Pop a menudo enfrentan rigurosas agendas de entrenamiento, promoción, y están sometidos a altos niveles de exigencia. Lo anterior ha llevado a muchos de ellos a un agotamiento físico y emocional. Incluso, en los útlimos años, varios de ellos se han suicidado.
De acuerdo a información publicada por la BBC, jóvenes como Moonbin, miembro de la banda Astro, de 25 años, la actriz Jung Chae-yull, de 26 años, Yoo Joo-eun, también actriz, de 27 años, Sulli, exintegrante del grupo de chicas f(x), de 25 años, Goo Hara, también estrella del K-pop, entre otros casos han fallecido por suicidio. En algunos de ellos, no se ha confirmado que la causa de muerte haya sido suicidio pero las especulaciones indican que ese podría haber sido el motivo.
La lucha por alcanzar la perfección, tanto como artista o como seguidor, puede llevar a problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión.
“Los súper fans están tan obsesionados con estos ídolos que se ha creado un círculo vicioso de observarlos con lupa para que rindan a un alto nivel”, afirmó Rob Schwartz, corresponsal en Asia de la revista Billboard.
Además, las redes sociales a menudo exacerban la comparación y el acoso en línea. Los ídolos pueden ser blanco de comentarios crueles y ataques constantes, lo que puede tener un efecto devastador en su salud mental. Y los fans también pueden experimentar presión para encajar en ciertos estándares de belleza y de perfección.
Tengamos en cuenta como el entretenimiento es un reflejo cultural de las expectativas que existen como sociedad. Pareciera que buscamos modelos de representación que no tengan rasgos humanos, donde todo sea “bonito y perfecto”. La pregunta es, ¿porqué necesitamos de esto? ¿Qué nos hace falta que depositamos tanto en los artistas, convirtiéndonos en sus propios verdugos con nuestras exigencias? Creo que urge reflexionar sobre esto.