Katya Ortega
Cómo entender el conflicto entre Irán y E.E.U.U para comprender si la última guerra mundial se acerca. Mientras el mundo aún lidia con las secuelas de las guerras Rusia-Ucrania y Palestina-Israel un nuevo suceso ha encendido las alarmas globales: un conflicto entre Israel e Irán, con la sombra de Estados Unidos detrás. El temor a que una chispa en Medio Oriente desemboque en un incendio mundial no es simple paranoia ni una exageración del todo, pero ¿Cómo comenzó esta nueva crisis?.
La ruptura. Todo se fracturo el pasado 13 de junio, cuando Israel lanzó una ofensiva sorpresa contra instalaciones nucleares iraníes bajo el nombre de “Operación León Ascendente”. Con más de 200 aviones y ataques coordinados con drones y operaciones encubiertas del Mossad, Israel destruyó infraestructura clave en Natanz, Fordow y otros puntos sensibles del programa nuclear iraní, por que detecto que Irán estaba adquiriendo más Uranio de lo que el Tratado de No proliferación Nuclear permite, hasta el momento tienen niveles cercanos al grado armamentístico del 90 %.
La razón política es por que Irán ha apoyado a grupos como Hezbolá y Hamás, que están en guerra directa con Israel.
La respuesta de Irán fue inmediata: lanzó una oleada de misiles y drones contra ciudades como Tel Aviv y Haifa, dejando decenas de muertos al mismo tiempo que amenazó con retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), una línea que Occidente no quiere que sea cruzada.
¿Pero por que quiere Irán fabricar armas nucleares?, Dos palabras: Poder y Disuasión.
Irán tiene un claro interés por ser líder del mundo chiita e imponerse frente a “enemigos” como Arabia Saudita, Turquía o EAU, y en este escenario una bomba nuclear les daría todo la influencia política y estratégica que buscan, al mismo tiempo que haría reconsiderar por parte de sus enemigos cualquier ataque.
¿Qué paso en el G-7?
El presidente de Estados Unidos abandono abruptamente el G-7 para supervisar la situación, aunque no ha participado directamente en los ataques, desplegó portaaviones y sistemas de defensa en la región. El presidente Trump exigió la rendición incondicional de Irán y pidió la evacuación inmediata de civiles en Teherán, lo que tensó aún más la situación.
Entonces la pregunta es ¿Estamos ante el inicio de una nueva guerra mundial?
“Quien no conoce su pasado está condenado a repetirlo”, esta frase la tienen muy clara las potencias mundiales y aunque hoy el conflicto es regional, el riesgo de escalada siempre está latente, sin embargo, ya no estamos en 1939, las guerras ya no se inician por pasión, sino por cálculo: el interés económico y las lecciones del pasado pesan más que la pólvora.
Si estuviésemos en un “tablero de juego” Qué posición tendría cada posible “jugador” :
1. Posición de Rusia: Aunque es aliado de Irán, Rusia está atada a la guerra en Ucrania y no tiene margen para abrir otro frente activo. Su intervención directa es prácticamente imposible, pero ya condeno la ofensiva israelí y ha “advertido” contra el uso de armas nucleares.
2. Posición de China: China ha respaldado a Irán en foros diplomáticos, pero no defiende aliados militarmente, al igual que con Rusia durante la guerra en Ucrania, evita cualquier compromiso militar directo. Su enfoque actual es preservar su economía, especialmente tras ceder terreno frente a EE.UU. en la reciente guerra arancelaria.
3. Posición del “jugador principal”, Estados Unidos: Si Irán bloquea el Estrecho de Ormuz (paso del 20% del petróleo global), o si ataca intereses estadounidenses, la intervención estadounidense si es muy probable.
El peor escenario: El punto de no retorno.
El mayor temor en estos momentos críticos es que Israel utilice un arma nuclear táctica contra las instalaciones subterráneas de Irán, o por el otro lado un bloqueo del Estrecho de Ormuz por parte de Irán dispararía el precio del petróleo y colapsaría mercados.
Pero a los que estamos de este lado ¿Cómo nos afectaría?
Aunque geográficamente alejado, México sufriría impactos económicos y sociales como el resto del mundo, tales como inflación por alza en combustibles; impacto en el tipo de cambio y productos importados y riesgo de reducción de remesas si EE. UU. entra en recesión.
En conclusión.
La posibilidad de una Tercera Guerra Mundial no es alta, por ahora, pero el 2022 nadie se esperaba tampoco ver a la potencia Rusa atacando nuevamente….
Como civilización estamos constante y peligrosamente cerca de un punto de quiebre. Una mala decisión, una provocación mal calculada o una respuesta desproporcionada podrían encender un conflicto que cambiaría el curso de la historia.
La comunidad internacional enfrenta una elección urgente: detener la guerra ahora, o dejar que el reloj siga corriendo hacia un destino impredecible.
kat.orthern19@gmail.com