Gran parte del noroeste de Europa entró en alerta máxima el miércoles cuando una tormenta denominada Ciaran amenazó con traer vientos huracanados y lluvias extremas a la región.
Tres departamentos franceses (Finisterre, Cotes-d’Armor y Manche) serán puestos en alerta roja de tormenta, el nivel más alto, a medianoche (2300 GMT), dijo la agencia meteorológica nacional Méteo-France.
Los meteorólogos advirtieron que la región de Isla de Francia, que incluye la capital París, podría sufrir ráfagas de viento violentas.
La red ferroviaria SNCF dijo que suspendería el servicio en varias de sus líneas suburbanas alrededor de la capital, incluido el popular tren RER A que sirve a los suburbios del oeste.
Dos regiones francesas también serán puestas en alerta máxima por inundaciones, añadió.
Grandes extensiones de la costa francesa, desde la región de Gironda hasta el norte de Altos de Francia, estarán en alerta naranja de categoría inferior.
En Pas-de-Calais, las autoridades dijeron que abrirían dos gimnasios y varios refugios para los inmigrantes que convergen en la región, con la esperanza de llegar a Gran Bretaña en barco.
En Gran Bretaña, la oficina meteorológica dijo que habría ráfagas de fuertes lluvias, riesgo de inundaciones en algunas áreas y ráfagas de 60 a 70 millas por hora a lo largo de la costa sur de Inglaterra.
En Francia, se espera incluso que la tormenta desate vientos de hasta 170 kilómetros (106 millas) por hora, especialmente en las costas de Bretaña y Normandía en el noroeste, advirtió el martes el meteorólogo de Météo-France, François Gourand.
En esas zonas las precipitaciones podrían alcanzar los 50 milímetros en tan sólo seis horas, según la agencia meteorológica.
Se espera que Ciaran llegue a Bretaña a medianoche del miércoles, con vientos de hasta 150 kilómetros por hora en la costa y 130 kilómetros por hora en el interior, seguido de una segunda fase de tormenta, más violenta, unas horas más tarde.
Servicios ferroviarios cancelados
Unos 3.200 bomberos serán desplegados en las zonas más expuestas, dijo el Ministerio del Interior francés.
Las autoridades, advirtiendo de la caída de árboles y el bloqueo de carreteras, han instado a la gente a permanecer en sus casas y alejarse de la costa.
El gobierno también prohibió el jueves todo tráfico de camiones en Bretaña.
El operador ferroviario nacional SNCF ha detenido los trenes regionales en las zonas más afectadas y cancelado varios servicios ferroviarios de alta velocidad TGV.
Eurostar, que espera perturbaciones y ralentizaciones, dijo a la AFP que recomendaba a los pasajeros retrasar cualquier viaje previsto para el jueves.
Se ordenó el cierre de los aeropuertos bretones de Brest y Quimper y se detendrá la mayor parte del tráfico de ferry a las islas bretonas.
Es probable que se produzcan inundaciones costeras a partir del jueves por la mañana, dijo a los editores Olivier Caumont, también de Méteo-France, con olas que posiblemente se eleven hasta 10 metros (33 pies).
Las autoridades marítimas lanzaron una fuerte advertencia contra la salida de embarcaciones al mar, o incluso su aproximación a la costa «ya sea en coche o a pie».
‘Acuéstate, con los dedos cruzados’
También dijeron que se desplegaría un potente remolcador para ayudar a cualquier embarcación en peligro.
«Todo lo que podemos hacer es permanecer discretos y cruzar los dedos», dijo Olivier Laban, presidente del comité de cultivo de mariscos en la cuenca de Arcachon, en el suroeste de Francia.
En Gran Bretaña, Kate Marks, responsable de inundaciones de la Agencia de Medio Ambiente, dijo que eran posibles «inundaciones importantes», advirtiendo a la gente que se mantuviera alejada de los ríos crecidos y a los automovilistas que no condujeran sobre el agua de la inundación.
La tormenta Ciaran llega menos de dos semanas después de que la tormenta Babet se cobrara cinco vidas en el Reino Unido a causa de fuertes inundaciones y fuertes vientos.
«Algunas partes del sur de Gales y el suroeste de Inglaterra podrían recibir 80 mm (más de tres pulgadas) de lluvia», dijo el meteorólogo jefe adjunto de la Oficina Meteorológica, Dan Suri.
Las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias ya han provocado el despliegue de unos 12.000 sacos de arena en el este de Irlanda del Norte.
También se ha advertido a las Islas del Canal, frente a la costa del norte de Francia, que se preparen para las inundaciones.
Hasta España
En Bélgica, la oficina meteorológica emitió una alerta naranja para la costa flamenca y una alerta amarilla para el resto del país, e instó a «mucha precaución».
Las ciudades de Bruselas, Amberes y Lieja anunciaron el cierre de sus parques.
Las provincias flamencas de Flandes Occidental y Flandes Oriental dijeron que cerrarían el acceso a instalaciones deportivas al aire libre y prohibirían a las personas ingresar a bosques o reservas naturales.
En la vecina Holanda, el servicio meteorológico emitió un código de alerta amarilla para el jueves, mientras que se recomendó a los automovilistas que trabajaran desde casa para evitar atascos.
Varias escuelas dijeron que estarían cerradas total o parcialmente el jueves.
El impacto de Ciaran se pudo sentir hasta en el sur de España, donde se esperaban vientos de hasta 90 kilómetros por hora para el jueves.
Las autoridades pidieron a la gente que quitaran las lonas, evitaran caminar debajo de los árboles y retiraran las macetas de los balcones.
Si bien las tormentas son un fenómeno naturalmente recurrente, según los científicos, pueden empeorar con el cambio climático.
Es probable que las inundaciones se vean exacerbadas por el aumento del nivel del océano como resultado del derretimiento de los glaciares.
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