NO PASA NADA
Por:Jesús Solano Lira
Son frases que en su momento escuchamos o solíamos decir: “Vamos por un par”; “estoy buscando un amigo que me diga tómate un trago o te lo echo en la cabeza”; “a la menor provocación respondo” o la clásica de “la última y nos vamos”. Fiestas, reuniones familiares, festejos, comidas, todo es pretexto para un buen trago.
Y vaya que para eso de empinar el codo los mexicanos nos pintamos solos, sin embargo, ya viéndolo con frialdad el alcoholismo en el país, es ya un grave, muy grave problema de salud pública, tanto que provoca seis de las diez principales causas de muerte en México.
Las cifras son más que preocupantes. De acuerdo con los últimos números que datan de 2023, es neta, no los hay más actualizados, se estima que alrededor del 55% de los adultos de 20 años en adelante, y el 20.6% de los adolescentes de 10 a 19 años, han consumido alcohol en el último año.
Hace unos días, se llevo a cabo el interesante Foro Internacional “Hacia una política nacional de alcohol: situación actual, retos y oportunidades”, aquí en la Ciudad de México, en la que participaron académicos, investigadores y especialistas de varias naciones, quienes lamentaron que México carezca de una política nacional sobre consumo de alcohol: se vende en todo lugar, a toda hora y se publicita y anuncia sin control.
Los expertos señalaron que en el caso de México, entre los padecimientos y muertes por alcoholismo están: enfermedades del corazón, con un 24.2%; tumores malignos 11.3%; enfermedades del hígado 4.9%; accidentes (ahogamientos, intoxicaciones, lesiones no intencionadas) 4.8%; enfermedades cerebro-vasculares 4.4% y agresiones (homicidios, 3.8%).
Los especialistas manifestaron su preocupación por el vínculo entre el alcohol y la violencia generada en contextos familiares, sociales y comunitarios. Destacaron que en uno de cada tres casos de violencia de género o intrafamiliar, el agresor había consumido alcohol.
En el Foro, académicos, investigadores y especialistas nacionales e internacionales, compartieron experiencias exitosas de regulaciones de alcohol en distintos países, así como su impacto en la salud, la economía y el desarrollo, con el objetivo de sentar las bases para una política nacional de alcohol en nuestro país. .
Para Alberto Gómez, integrante de la Organización Panamericana de la Salud en México: “El alcohol es un factor de riesgo para diferentes tipos de cáncer, (como) de hígado, laringe y oral, afecta la salud mental: genera sentimientos de tristeza, desesperanza, melancolía y deficiencia cognitiva. Quiúboles, nada de estar tristes.
Se estima que el riesgo de intento de suicidio aumenta 37 veces tras un episodio de consumo excesivo, y que se ha observado que los adolescentes que inician un consumo temprano de alcohol suelen ser más agresivos y violentos, ya que no tuvieron un desarrollo adecuado en su cerebro”, alerto el especialista de la OPS.
Y no es cierto que la mejor cura para una cruda es volverse a emborrachar, dicen, me han contado.
Y ahí le van más cifras que dio a conocer la Doctora María Elena Medina-Mora, quien afirmó que: “En México, la población adulta presenta altos índices de consumo excesivo de alcohol: 40% en general y 19% en los últimos 30 días. (Destacó) que existen diferencias biológicas que hacen a las mujeres más susceptibles. Ellas desarrollan dependencia más rápido y mueren más pronto”.
Sobre el tema, la especialista mencionó que las mujeres “son víctimas de violencia relacionada con el consumo de alcohol por parte de los hombres, además de enfrentar los mismos obstáculos que los hombres que impiden que reciban atención, (y) la violencia ejercida sobre ellas limita sus oportunidades de denuncia o de inicio de tratamiento. Sus problemas de salud relacionados con el alcohol difieren de los masculinos, lo que exige enfoques diferenciados en la atención” sostuvo Medina Mora.
Para los especialistas, el camino para disminuir el consumo de alcohol en México, aunque difícil, es impulsar una política de regulación de alcohol, a través del aumento de impuestos, establecer lugares de venta, días y horarios, la prohibición de la publicidad y el mercadeo de bebidas alcohólicas.
Perooooooo qué creen, el principal enemigo a vencer para hacer efectiva su propuesta, es la industria alcoholera que ha intervenido en distintos países para obstaculizar el desarrollo de estás exitosa políticas de salud pública.
En esa línea, Alonso Robledo, vocero de la Red de Acción sobre Alcohol (RASA) hizo un llamado directo al gobierno federal para que asuma su responsabilidad e impulse de manera decidida una política nacional integral que limite la disponibilidad del alcohol, prohíba su publicidad y promoción,especialmente aquella dirigida a niños y adolescentes, y aumente significativamente los impuestos como estrategia de reducción del consumo y mitigación de daños.
Sin lugar a dudas, proteger la salud pública requiere decisiones firmes, basadas en evidencia científica y libres de la influencia comercial. La relación entre el alcohol y la carga de enfermedad, muerte prematura y desigualdad no es mera percepción ni un debate ideológico: es una emergencia sanitaria documentada que exige una respuesta inmediata, coherente y ética por parte del Estado mexicano. Salud.