Sé que muchos de ustedes se levantan cada día con la preocupación de llevar el pan a su mesa, de encontrar un trabajo digno o de que sus negocios, por pequeños que sean, salgan adelante.
Entiendo sus frustraciones, porque la situación económica y la falta de oportunidades nos afectan a todos, pero especialmente a quienes tienen menos. Permítanme explicarles por qué esto pasa y cómo podemos construir un mejor futuro para ustedes y sus familias, un futuro donde, trabajar, estudiar y superarse; dé frutos.
La Dura Realidad: Un Gobierno Que te Ha Fallado
La verdad es que, tanto el gobierno actual como el anterior, han demostrado una incapacidad alarmante para impulsar el progreso de México. Sus decisiones, lejanas a la realidad que se viven en México día a día, han puesto más obstáculos que soluciones.
Tratándose de empleo. La promesa de trabajo para todos se ha desvanecido. Cuando el gobierno, otorga dádivas de forma caprichosa, cancela proyectos o genera mega obras sin proyecto o sin un verdadero plan, cambia las reglas del juego de la noche a la mañana, está ahuyentando a los inversionistas y destruyendo miles de puestos de trabajo. Es como si dijeran: “No queremos que haya crecimiento, no queremos que haya oportunidades”. Las empresas, que son las verdaderas generadoras de empleo, se paralizan. ¿Cómo vas a encontrar un trabajo digno si no hay inversión, si no hay confianza? Recordemos que los empresarios no son el enemigo, el enemigo es el hambre, la pobreza, la inseguridad y la falta de dinero en el país.
La seguridad es otro capítulo doloroso. Han demostrado una y otra vez que sus estrategias no funcionan. La violencia y la impunidad son la moneda corriente en muchas de nuestras ciudades y pueblos. Cuando el crimen organizado cobra derecho de piso a la tiendita, a la pollería, a la tortillería, al del camión de arena, al de la pipa de agua, controlando territorios y extorsionando a pequeños comerciantes, es porque el gobierno ha fallado estrepitosamente en su deber más básico: PROTEGERTE. Tu tranquilidad y la de tu familia no pueden ser negociables, pero hoy lo son por la ineficacia de quienes nos gobiernan.
Y qué decir de la justicia. Se habla de reformas, pero la verdad es que cada vez más parece que el sistema se diseña para favorecer a unos cuantos. Si la justicia se vuelve un instrumento político, si los jueces responden a favores y no a la ley, entonces los poderosos siempre encontrarán la forma de salirse con la suya, mientras los que tienen menos, se quedan desamparados. Es una burla a la igualdad que tanto pregonan.
La Gentrificación: Transformación y Oportunidad para Nuestras Ciudades
Hablemos de un fenómeno que a veces se malinterpreta: la gentrificación. No es más que la llegada de nuevos residentes. Pero, si miramos más allá, este proceso trae beneficios tangibles que nuestras comunidades necesitan desesperadamente:
• Mejora del Entorno: Cuando una zona se gentrifica, llega inversión. Esto significa calles mejor pavimentadas, alumbrado público eficiente que da seguridad, parques renovados donde los niños pueden jugar y la mejora general de los servicios básicos. El barrio, que quizás antes estaba olvidado, de repente se vuelve un lugar más habitable y atractivo para todos.
• Nuevas Oportunidades de Empleo: Con la llegada de nuevos negocios (restaurantes, cafeterías, tiendas), se crean puestos de trabajo. Meseros, personal de limpieza, vendedores. (recordemos que mientras no mejore la educación esas son las oportunidades laborales, sin embargo, en otros países gentrificados, esos empleos son ocupados por migrantes y los residentes mejoren sus ingresos por trabajos más especializados y técnicos, sobra decir que la educación también es un rubro que este gobierno no ha logrado mejorar y lo que propone lejos de mejorar la competitividad deja a los mexicanos en peor lugar.
• Un Comercio Más Vibrante y Seguro: Con más gente y más negocios, la vida en el barrio se reactiva. Hay más opciones de productos y servicios, y la mayor actividad comercial suele venir acompañada de una mayor seguridad en las calles, beneficiando a todos los vecinos.
La gentrificación, lejos de ser un problema, es un catalizador de desarrollo. Es una señal de que nuestras ciudades están vivas, atrayendo inversión que se traduce en infraestructura, empleo y riqueza para las comunidades. Si llenamos de ninis al país nunca saldremos de la pobreza. Lo crucial es que el gobierno, en lugar de estorbar, facilite y maximice estos beneficios para todos.
La Verdadera Solución: Menos Gobierno, Más Oportunidades para Ti
La conclusión es clara: la ineficiencia de los gobiernos actuales y pasados ha frenado el progreso, las oportunidades y el desarrollo. La solución no viene de más control, sino de más libertad y de apoyar a quienes realmente mueven la economía: los ciudadanos que trabajan, estudian y se esfuerzan.
Necesitamos un gobierno que entienda su papel:
• Menos Impuestos, Más Dinero en tu Bolsillo: Imagina lo que podrías hacer si el gobierno te quitara menos de lo que ganas. Ese dinero, que hoy se despilfarra en burocracia, corrupción o proyectos fallidos, podría quedarse contigo para invertir en tu negocio, en tu casa o en la educación de tus hijos. Una baja significativa en las contribuciones es el primer paso para liberar tu potencial económico.
• Gasto Público Eficiente y Transparente: Tus impuestos deben usarse con inteligencia. No más elefantes blancos ni derroche. El dinero debe destinarse a lo que verdaderamente importa: garantizar tu seguridad, construir la infraestructura básica que te permita moverte y trabajar, y asegurar servicios de salud y educación de calidad. El Estado debe ser un administrador austero y eficiente, no un despilfarrador.
En este nuevo modelo, el gobierno se concentra en lo esencial para tu bienestar:
• Tu Seguridad, Su Prioridad Absoluta: Un Estado fuerte en seguridad es el que te permite vivir y trabajar sin miedo. Debe ser su única y verdadera prioridad, sin excusas ni componendas.
• Regulación Inteligente para tu Beneficio: El gobierno debe ser un árbitro justo, estableciendo las reglas claras y sencillas que permitan la libre competencia, aseguren el abasto de productos esenciales a precios justos y protejan al consumidor. Esto significa que haya comida en tu mesa, medicinas accesibles y los servicios básicos que tu familia necesita.
Cuando el gobierno se retira de donde estorba y se enfoca en lo que realmente le corresponde, liberamos la fuerza productiva de México. Las empresas, impulsadas por un menor costo de operación y reglas claras, invertirán con confianza, generando empleos abundantes y bien pagados. Tú, con más dinero en tu bolsillo, un entorno seguro y con oportunidades reales, serás el verdadero protagonista del progreso de nuestro país. Es hora de que tu esfuerzo se traduzca en una vida mejor para ti y los tuyos.
Iñigo Cantú
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Ley y Realidad