Yo Campesino / ¡Demencial!
• Las amenazas y acciones del ganso no sólo violan la ley, resultan anormales y grotescas
Miguel A. Rocha Valencia
Ahora en su fijación por intentar destruir la reputación de quien con pruebas demuestra que la lucha anticorrupción y austeridad sólo son parte de un discurso demagógico, falso y cacha votos, el Ganso amenaza con exhibir de manera ilegal no sólo los ingresos sino también las propiedades del periodista Carlos Loret de Mola, con lo cual lo pondrá aún más, en la mira de criminales y fanáticos de la 4T.
No hace falta decir la frase clásica de que cualquier cosa que le suceda al periodista o su familia, será responsabilidad del mesías cuatrotero, quien se dice obligado a revelar ingresos y bienes de un ciudadano como cualquier otro, mientras en su familia no pueden explicar legalmente de dónde consiguieron “donaciones” para la causa ni para sostener niveles de vida de millonarios.
Si llevar este asunto a las mañaneras para desviar la atención de lo que sucede en el país con la caída económica, desempleo, empobrecimiento de millones de mexicanos, cientos de miles de muertos por mal manejo de la pandemia, los más de 107 mil asesinatos acumulados en tres años, incluyendo media centena de periodistas y la criminal complicidad por inacción con la delincuencia organizada, lo logró.
Porque en Loret de Mola nos reflejamos muchos periodistas que en base a esfuerzo, preparación y estudio logramos aprovechar, como todo profesional, las oportunidades y vivir mejor que nuestros ancestros ya que muchos venimos del barrio. Más aún, se trata de un particular que no cobra en la nómina del gobierno, como millones de causantes hay en el país.
Si a esas vamos, el profeta deberá revelar lo que ganan todos los millonarios, sus propiedades, empezando desde casa como los Bartlett, Sandoval, Sánchez Cordero (vecina de las Lomas como Loret y muchos izquierdosos incluyendo al titular de la UIF, Pablo Gómez).
Pero más allá del periodista y las amenazas, subyace en el comportamiento del caudillo un comportamiento irracional para decirlo de manera elegante en un sujeto que por definición es nuestro empleado y cuya primera responsabilidad es vigilar el cumplimiento de la Constitución, juró apegarse a ella, hacer lo que le ordenara y no asumirse como el supremo impartidor de justicia y hacer suya la ley y la verdad.
Decir que es un comportamiento demencial, sería favorecerle. Nos quedamos con el término ilegal y como tal debe ser sancionado como él mismo lo exige contra sus molinos de viento, pero con las pruebas que él mismo confiesa de sus delitos que van desde lo electoral hasta lo penal, pasando por lo civil. Muestra un desprecio absoluto por la norma y la viola alegremente y, hasta el momento con total impunidad.
Darle a la chachalaca tabasqueña la gracia de considerarlo fuera de sus cabales como algunos especialistas lo hacen, es favorecerle. No, Andrés Manuel López Obrador es un criminal confeso que, llegado el momento, deberá ser juzgado por sus dichos, acciones y omisiones contrarios a diferentes leyes secundarias y que tienen su asiento en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.
Dichos, todas aquellas amenazas y persecuciones que sin fundamento realiza desde el púlpito palaciego contra científicos, intelectuales, clasemedieros, empresarios, particulares, funcionarios públicos, gobernadores y políticos que no se le agachan, periodistas, dueños de medios y líderes sociales perseguidos, acosados y calumniados.
Acciones, las que toma contra particulares, los chantajes a políticos y empresarios, el solapamiento de criminales al grado de entregarles territorios bajo la amenaza de las armas en vez de darles seguridad, la sesión de municipios, gubernaturas y congresos por la vía de la amenaza y persecución electoral; la recolección de sus hermanos y él mismo de dinero de dudosa procedencia para sostener “su movimiento”, la liberación o exoneración de delincuentes, la revelación de datos personales y violación del secreto bancario.
Ni hablar de la cancelación del NAIM bajo la falsa premisa de corrupción y que sólo en ello se tiraron más de 600 mil millones de pesos y provocaron la salida de capitales y cancelación de inversiones por cerca de 70 mil millones de dólares en menos de tres años, así como el crecimiento de la deuda pública
Omisiones, las peores porque por la falta de acción contra criminales convirtió a México en un gran cementerio que incluyen las 33 matazones de este año con 147 víctimas, acrecentado por los fallecidos por la mala administración de la pandemia, las secuelas de quienes lograron sobrevivir, la ruina de más de un millón de MiPymes por falta de apoyos, el crecimiento consecuente de la informalidad, caída de ingresos públicos y el aumento de los pobres alimentarios.
Por cierto, ya se supo que la desarrolladora de viviendas de lujo con la que se quiere Ramoncito quiere justificar la casita que rentó en Houston, creó su página de internet el mismo sábado y que pertenece al hijo de un empresario asesor de AMLO al que le encargó el Tren Maya. Eso no tiene madre.
De todo eso llegará el día en que deba rendir cuentas él, su familia y acólitos.