Norberto Amaya A. /// Ciudad de México a 29 de 0ctubre de 2017.
@Amaya5M
Las palabras son como la risa verdadera, pues cuando se dicen con razón y desde el corazón, estás palabras, venga de quien vengan, cobran esencia y entonces se vuelven ideas que contagian a los que las escuchan y hacen posible que se transformen en hechos para buscar el bien de quienes han sido convencidos de que lo que se expresa en el análisis de la realidad, puede cobrar forma en la justicia y la ley a favor de los pueblos o naciones. Para poner un primer ejemplo externo, ahí está lo que sucede en Cataluña, luchando por su liberación de la monarquía y el franquismo de un estado opresor llamado España.
Esa lucha se ha dado desde hace siglos en México con respecto a imperios extranjeros y a su interior hay una permanente actividad a favor de los derechos de los pueblos originarios, de las autonomías municipales o regionales y los derechos por zonas en defensa de sus recursos naturales y las riquezas. Lo han hecho los pueblos del norte en contra de los invasores gringos y españoles, pero también contra el saqueo y explotación de las empresas mineras.
La rebelión de los pueblos Yaqui, Tarahumaras y Huichol, entre otros contra la invasión, la matanza indiscriminada y la violación de sus mujeres o el esclavismo y el trabajo obligado e inhumano en sus propias en sus propias tierras, los hizo combatir a invasor y a depredadores. Posteriormente, Pancho Villa, encabezo la División del Norte y combatió a la dictadura porfirista, pero también al imperio norteamericano, defendió los recursos minerales y riquezas de Chihuahua, Durango, Zacatecas e invadió Columbus, territorio controlado por los Estados Unidos y que se le robó a México.
Así ha sucedido en el centro del país en diversos momentos, desde los Aztecas y los pueblos Nahuatlacas, pasando por el Ejercito Libertador del Sur, encabezado por el General Emiliano Zapata, cuyo lema: “Tierra y Libertad” dieron esencia la liberación de haciendas y el reparto agrario, hasta lo más reciente, que puede expresarse en la lucha de Atenco y la defensa del Valle de Texcoco.
La Gran Tenochtitlan, hoy capital del país y recientemente denominada: Ciudad de México, tiene una larga historia y ha sido centro de batallas en defensa de la soberanía, pero también ahí se han expresado los pensamientos de grandes libertadores y patriotas del “México profundo”, que han hecho posible las bases del estado laico y liberal y del México moderno del siglo XXI.
En el sur y sureste ni se diga: Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Chiapas, Yucatán, etc y sus diversas rebeliones que no cabrían aquí. Pasando por : Morelos; Benito Juárez; Felipe Carrillo Puerto, Jacinto Canek, etc. Es por eso que hoy hablamos de que el sur-sureste de México también tiene hambre y sed de justicia y que ante los agravios y depredación de sus recursos naturales y del subsuelo, así como el agravio a sus culturas, hoy se suman al conjunto de mexicanos que reclaman derechos, justicia, defensa y ratificación de sus territorios y regiones.
Claro que son parte de una nación, pero no pueden permitir ni lo van a aceptar, ser parte de una nación que siga siendo sacrificada por el neoliberalismo y por la partidocracia a favor de unos cuantos. Los ricos más ricos del mundo y los millones de pobres más pobres del mundo. Regionalismo, equidad, distribución de riqueza, federalismo, nación y soberanía, van de la mano. ¿O que no?
Concluyo con el tema por lo siguiente: todos los actores políticos y económicos deberán entender ya éste México de regiones y plurinacional, pero tal parece que los partidos políticos y quienes lo dirigen no lo asumen como parte de un programa “plurinacional” y tampoco entienden que las rebeliones cívicas están a la vuelta de la esquina, sin importar cualquier calendario electoral.
Se supone que los sectores democráticos y progresistas debieran encabezar propuestas y programas, pero están más enfrascados en las peleas por diputaciones y senadurías que en un verdadero compromiso con los pueblos. Ahí está el ejemplo de Morena, cuyos “dirigentes” decían que no los movían las ambiciones de puestos, cargos o representaciones y fueron los primeros en aferrarse a ellos, cerrando así el paso a importantes sectores de la sociedad mexicana.
¿Qué va a pasar con Morena si no reacciona? Recordemos que Andrés Manuel López Obrador no es un “sabelotodo” y tampoco puede – o debe- decidir todo en un Partido-Movimiento que se dice democrático. Lo dejo al debate a todos.
Reflexiones. Yo no entiendo las encuestas de Morena, o por lo menos nadie me ha explicado la metodología, pero lo que es peor, a todos se les dice que están en la encuesta (coordinadores a todo), pero nadie sabe si realmente lo está. Esa Comisión que presiden: Yeidkcol Polenvsky, Gabriel García y Mauricio Hernández, tal parece que es una especie de barco fantasma, porque todos los que se suben a ella, desaparecen y resurgen momias o muertos en vida que uno jamas esperaba volver a ver en algún escenario de teatro o un set cinematográfico. Si no rectifican, que con su pan se lo coman. Al tiempo.
Correo: norbertoamaya21@gmail.com