Ricardo Del Muro / Austral
Un Tuxtleco para Tuxtla es el lema de la campaña de Francisco Rojas Toledo que ha generado grandes expectativas en la alianza opositora para ganarle a Morena la alcaldía de la capital chiapaneca. Seguro de su popularidad y de contar con un amplio respaldo ciudadano, incluso ha pedido al instituto electoral un debate con sus rivales, el morenista Ángel Torres Culebro y Salvatore Constanzo Ceballos de Movimiento Ciudadano.
En efecto, después de la designación de Torres Culebro como candidato de la coalición Seguimos Haciendo Historia, crecieron las posibilidades de triunfo para Rojas Toledo que tiene asegurado el voto del corredor azul, es decir, el centro comercial y los barrios de clase media y alta ubicados en el sur y norte de Tuxtla Gutiérrez, pero hay 29 colonias marginadas y un centenar de asentamientos irregulares en la periferia, donde operan las brigadas morenistas y, desde la época priísta, garantizan nutridos contingentes de votantes.
Ante esto, Paco Rojas, quien tiene la experiencia de haber sido presidente municipal de Tuxtla (1993 – 2001), está prestando atención a estas colonias y así, por ejemplo, reparte volantes y saluda a los automovilistas y pasajeros de los colectivos que circulan por la calzada del Sumidero, una avenida que comunica a 91 colonias irregulares asentadas la parte alta del famoso Cañón.
“En la Calzada al Sumidero saludé a la ciudadanía y viéndolos a los ojos me comprometí a ir por la seguridad y orden en Tuxtla, con un gobierno que escuche y construya de mano con la ciudadanía”, señaló Rojas en sus redes sociales.
Un caso emblemático es la colonia Patria Nueva, fundada hace 45 años a partir de asentamientos irregulares, una de las más pobladas de Tuxtla (16 mil 800 personas en 3 mil 930 casas, según Data Market), que cada año, el 23 de noviembre, hace una fiesta en memoria del exgobernador Juan Sabines Gutiérrez (1979 – 1982) y su hijo, Juan Sabines Gutiérrez, durante todo su sexenio (2006 – 2012), celebró allí seis fiestas navideñas.
Hasta la fecha, la colonia Patria Nueva es visita obligada para todos los políticos tuxtlecos y fuente de apoyo popular no sólo para los presidentes municipales, sino también para gobernadores, como Manuel “el güero” Velasco, que mediante obras y apoyos públicos cuidaron esta clientela que no sólo les ha garantizado votos sino también una audiencia capaz de asistir y escuchar los aburridos eventos oficiales.
En contraste, la participación ciudadana es bastante escasa en los barrios clasemedieros. El distrito electoral 9 de Tuxtla Gutiérrez, que abarca la parte norte – oriente de la ciudad, en las elecciones de 2015 ocupó el séptimo lugar a nivel nacional por menor participación ciudadana; de cada 100 habitantes, sólo 27 acudieron a las casillas, informó Efraín Alonso Lastra Everardo, quien era vocal ejecutivo del INE.
Ángel Torres Culebro, el exfuncionario estatal identificado con el grupo Tabasco, arrancó su campaña en la colonia del ISSSTE, donde dice que nació y creció y fue acompañado por Eduardo Ramírez Aguilar, candidato al gobierno estatal por la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, mientras que Francisco Rojas Toledo inició su campaña en el Reloj floral, un lugar emblemático de Tuxtla Gutiérrez, acompañado por Marko Cortés, presidente del partido Acción Nacional (PAN); Olga Luz Espinoza, aspirante a la gubernatura por la coalición opositora, además de los dirigentes estatales del PAN, Carlos Palomeque, y del PRI, Rubén Zuart.
En el camino quedaron dos poderosos aspirantes: Aquiles Espinoza García, candidato que garantizaba continuar la obras del alcalde morenista Carlos Morales Vázquez y Bayardo Robles, priísta que buscaba ser candidato de la coalición Fuerza y Corazón por México. Tras las designaciones, ambos se sumaron a la candidatura de Torres Culebro.
Seguridad, agua potable, pavimentación, transporte y reforestación de Tuxtla, entre otras propuestas, forman parte del discurso de los tres candidatos, pero la verdadera lucha por la alcaldía se definirá en base las “estructuras” de cada grupo político. No es una operación que se resuelve en unas cuantas semanas o meses, sino que implica un clientelismo que puede estar a favor o en contra del grupo en el poder.
De inicio, cada candidato por lo menos debe contar con mil 500 representantes de casillas para cuidar la elección, además todos aquellos simpatizantes dispuestos a brindar recursos y parte de su tiempo para hacer la promoción.
Por supuesto, hay campañas que sorprenden por sus excesos, como la del famoso doctor Pepe Cruz, exsecretario estatal de Salud, candidato de Morena al Senado y también identificado con el grupo Tabasco, quien no sólo ha llenado la entidad con sus promocionales, sino que también ha acaparado las esquinas de Tuxtla con brigadas de jóvenes con batucadas, que tocan para una botarga, semejante a la del Doctor Simi.
En los meses previos al día de la elección, los operadores de las campañas de los tres aspirantes a la alcaldía tuxtleca, han trabajado contra reloj para establecer acuerdos con los diferentes grupos de poder y representativos de Tuxtla Gutiérrez; de una parte, los empresarios y comerciantes y de la otra, la burocracia y los dirigentes de la colonias populares.
La alianza con los gremios de transportistas y taxistas se observa el día de las elecciones por el acarreo, como se llama coloquialmente al traslado de grupos de votantes en combis, taxis y camiones, además de que junto a las casillas se forman filas de hombres y mujeres a pasar lista.
No es algo nuevo. Los priístas fueron los maestros del acarreo y la compra de votos. La practica se ha vuelto recurrente en los procesos electorales en Chiapas.
La mayoría de los taxistas y colectiveros exhiben sin recato la propaganda de los candidatos en sus vehículos y, pronto, se difunde como rumor el monto del presunto pago por el apoyo, que va desde quinientos hasta más de mil pesos, de acuerdo a la importancia del contingente.
La lucha para ganar el voto en el norte de Tuxtla, que es conocida por ser una zona de centros comerciales y barrios residenciales, en realidad se desarrolla en la colonias Las Granjas, Jardines del Norte, Los Ángeles, La Nueva Jerusalén, Julio César Ruiz Ferro, Las Casitas, Nueva Estrella, Linda Vista Shanká y Villareal, donde los índices de pobreza son altos.
En el oriente, además de la Patria Nueva, están las colonias Satélite Loma Larga y 6 de Junio; en el sur están Bosques del Sur, El Cocal, Monterrosa y Diana Laura, además de Copoya y El Jobo. Estos tuxtlecos son los que definirán el voto el próximo 2 de junio. RDM