Las corruptelas de importantes miembros del equipo presidencial, priistas y no priistas terminarán de hundir al candidato para la Presidencia de la República del PRI, José Antonio Meade, actualmente anclado en el tercer lugar de las preferencias electorales. Los escándalos en los que están envueltos miembros del gabinete peñista pegarán directo al corazón del abanderado de la coalición PRI-PVEM-Panal.
Los peores adversarios de Meade en esta contienda presidencial no son Andrés Manuel López Obrador o Ricardo Anaya Cortés, no los peores enemigos, son algunos miembros del gabinete de Enrique Peña Nieto y otros que ya salieron, es el caso de Rosario Robles Berlanga, la actual titular de la Sedatu, que por más que trata de echar culpas a empleados menores, es evidente que como secretaria de la Sedesol y en su actual encargo es la responsable de los desvíos detectados por la Auditoría Superior de la Federación.
Puede ser cierto que la ex –dirigente del PRD, -en donde también salió mal- no sea jurídicamente responsable, por el hecho de que su firma no aparece en los contratos fantasma detectados por la ASF y de los que el periódico Reforma ha hecho una amplia difusión, pero existen testimonios que a través el ex -guerrillero, Ramón Sosamontes Herreramoro, su cómplice desde que se quedó al frente de la entonces jefatura del Gobierno del Distrito Federal, se obligó a mandos medios a estampar su firma, algunos no aceptaron y fueron despedidos.
Sosamontes compañero de armas de Jesús Zambrano, “el Tragabalas”, es quien ha hecho y deshecho en las dependencias en donde ha estado al frente la señora Robles, a que bien podría motejársele como la Dama del Nopal, porque cada día le salen más propiedades, ejemplo el departamento en el exclusivo edificio de Reforma 222.
Pero su brazo derecho no se queda atrás, es propietario de canales de televisión en su natal Guerrero, lo que presume sin el menor recato. Quién no recuerda cuando lo vieron corriendo con los millones que le dio el empresario consentido de la administración de Robles en el GDF. El mismo que un día le prestó una casa para que viviera cómodamente en la exclusiva zona de San Ángel.
Pero las corruptelas de los peñistas no quedan en la Sedesol y en la Sedatu, se vienen más escándalos que pegarán directo en la casa de campaña de Meade, como el que involucra a José Reyes Baeza, ex –director del ISSSTE y flamante candidato del PRI a una senaduría por el Estado de Chihuahua.
Baeza Terrazas es responsable directo de un Fraude Millonario a los trabajadores de la institución a través de las tarjetas llamadas HiperVales y que los defraudados exigen cuentas claras. Otro asunto es el de su cuñado, Giancarlo quien se encargó de arreglar contratos y concesiones, pero que como se le pasó la mano tuvo que correrlo.
No tarda en salir otros asunto de desvíos millonarios, que pegará directo al corazón del candidato ciudadano, los que se registraron en la Comisión Federal allá por el 2015, las pérdidas en la llamada empresa del estado fueron la nada despreciable cantidad de 95 mil millones de pesos, cuando estaba al frente ya saben quién, el mismo que se da golpes de pecho como dirigente del partido en el poder.
Del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, otro día hablamos pero está involucrado el responsable del socavón en el Paso Exprés de Cuernavaca a quien la ASF lo tiene en la mira.
Pobre Mide presume de honesto, pero está rodeado de auténticos “pulpos chupeteadores” como decía el inolvidable Jesús Martínez “Palillo”. “La caca flota” diría la prima de Margarita Zavala, ahora fiel defensora de Ricardo Anaya.
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