Yo Campesino / Nos hundimos
- Las expectativas para México empeoran y la 4T no da una buena en nada
*Miguel A. Rocha Valencia*
Como se esperaba, los nueve magistrados de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, rechazó las demandas del gobierno de la 4T en torno al mercado de armas; al mismo tiempo se aplicaron aranceles de 50 por ciento al acero y aluminio y esto provocó la caída de las exportaciones mexicanas.
Y como en cascada en nuestro país continuó la caída del consumo y la inversión que provocó la pérdida de 46 mil empleos solo en mayo para sumar más de 96 mil en dos meses.
Eso más caídas en sectores estratégicos como la construcción y las manufacturas hacen un coctel de crisis económica que se verá acentuada por la caída -obvia- de las exportaciones que para abril ya reflejaban una baja del 19 por ciento, que va a crecer ahora con las nuevas tasas impositivas decretadas por Donald Trump que en contra partida propicia un aumento inflacionario en Estados Unidos.
Este panorama donde parece no checar el tema de las armas, tiene un punto común que es la poca estatura de quienes manejan la economía y las relaciones en México, muy lejanos a aquellos que con clase y estatura lo hacían en tiempos del corrupto PRI, donde si bien hubo grandes abusos que lo llevaron a perder el poder, nadie podrá negar que había clase, conocimiento, estatura política y financiera.
Lo que tenemos hoy es tan mediocre como quien encabeza al poder Ejecutivo porque además, nadie puede estar sobre ella, ni el tan Marcelo Ebrard quien sería lo más destacable, tanto que se hace cargo de las dos áreas más importantes del gobiernito: las relaciones internacionales y la economía.
El mismo día en que la vocera del gobierno estadunidense dijo que nuestra president(a) era la mejor se asestó el golpe de los aranceles al 50 por ciento y al otro día, lo de la corte con lo de las armas, lo cual estaba tan cantado como los nueve mil millones de dólares que recaudó la industria “local” por venta de esos artefactos con que se asesina a 40 mil personas al año y se hiere a más del doble, una industria que según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, es parte de un gasto militar de los Estados Unidos por 801.000 millones de dólares.
Dos gestiones de gobierno que se van para atrás y muestran el fracaso de la 4T, aunque presuman lo contrario.
En lo interno, las malas noticias no paran. El consumo y la inversión, indicadores clave de la economía mexicana, extendieron su debilitamiento en marzo y revelaron un freno en la actividad productiva, además, las expectativas para los siguientes meses son desalentadoras, de acuerdo con analistas. El consumo privado retrocedió 1.3 ya no sólo por la inseguridad sino por la caída en el empleo donde el IMSS reportó la mayor pérdida para un quinto mes desde 2009.
De tal suerte que la creación de empleos durante los primeros cinco meses del año se ubicó en 133 mil 665 plazas, lo que significó una caída de 58.8 por ciento, respecto del mismo lapso del año pasado, con 324 mil 613 plazas.
Para diversos analistas incluyendo los de las encuestas de Citi y del Banxico ese dato y la caída en el consumo, confirman la desaceleración económica que lleva México desde el “triunfo” en las urnas de la actual president(a) y ahora con la caída de las exportaciones desde abril en que se registró una baja del 19 por ciento, así como el de las remesas del 12.5 por ciento el panorama se enturbia aún más. Tanto que la propia secretaría de Hacienda analiza redimensionar sus precriterios de crecimiento para este y el próximo año.
A pesar de distraernos con marchas, platones, agandalles y pleitos callejeros desde la mañanera, lo cierto es que la percepción del pueblo bueno y agradecido, es decir, de los consumidores, se torna pesimista. Ya son cinco meses en cuales el Inegi nos reporta ese índice a la baja.
Entre los rubros que mostraron mayores retrocesos destacó el que se refiere a la situación económica del país esperada dentro de 12 meses respecto a la actual, que bajó 1.1 puntos. Le siguió el componente que mide la percepción sobre la económica en el momento, principalmente. La confianza se va a pique.
Así las cosas, el consumo y la inversión, indicadores clave de la economía mexicana, extendieron su debilitamiento en marzo y abril, revelando un freno en la actividad productiva, además, las expectativas para los siguientes meses son desalentadoras y para colmo ahí viene el repunte de la inflación.
Pero tal vez lo más grave es que por andar pidiendo prestado para pagar el agradecimiento popular, el gobierno de la 4T no tiene dinero para invertir y la dichosa reforma y vidrio de elección Judicial, de plano ya dio al traste con la inversión privada. En suma, estamos fritos.