CIUDAD DE MÉXICO, 6 de noviembre (AlmomentoMX).- Un territorio fértil siempre ha sido la aspiración y búsqueda de los seres vivos. El antiguo lago de Texcoco fue producto de la naturaleza y de la ingeniería de los hombres del México prehispánico. El esplendor de Tenochtitilán que sorprendió a los españoles, provocó su establecimiento; el contacto y convivencia de culturas, así como el cambio de suelo por uno más estable, y ya no pantanoso.
Este territorio otrora lacustre, en donde confluyeron ríos y lagunas, se ha visto deformado desde hace millones de años, esto a causa de las fallas geológicas. Nuestro desconocimiento o falta de interés, no ha detenido la formación de fallas que ha hecho de esta cuenca una zona sismológica, lo que nos ha llevado a reflexionar sobre dónde estamos parados y en dónde invertimos nuestro dinero en la compra de inmuebles.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el investigador del Centro de Geociencias de la UNAM campus Juriquilla en Querétaro, el Dr. Ángel Francisco Nieto Samaniego, especialista en los comportamientos de las zonas de cizalla, de la corteza terrestre, zonas miloníticas, así como el análisis de los patrones complejos de fallas en lo relativo a su cinemática y significado geológico. Para esta agencia, habló sobre la naturaleza de las fallas geológicas y lo que ellos han investigado al respecto desde hace 15 años en el campus de Juriquilla.
Vivimos sobre la piel de la tierra o corteza terreste, por lo que resentimos directamente los movimientos que vienen de adentro de la tierra hacia la corteza. Nieto Samaniego explicó así sobre la naturaleza de las fallas: “Las fallas geológicas se generan a partir de fracturas en la litósfera que es la capa superior de la tierra, donde los bloques que se encuentran a los lados de esa fractura se mueven relativamente uno con respecto al otro”.
Antes que se generen las fallas se crean las deformaciones que sucedieron mucho tiempo atrás. Quizá antes de que esta cuenca se hubiera si quiera habitado. Sobre esto dice Nieto Samaniego: “El factor principal son las deformaciones en la litósfera que generan fracturas susceptibles a convertirse en fallas. Lo más complicado de visualizar es que las fallas existen en todas las escalas, desde milimétricas hasta subcontinentales. Una falla está constituida por una zona de daño, que es donde hay fracturas en la roca y fallas más pequeñas, y el llamado núcleo, que es una zona donde se concentró el desplazamiento y se forman rocas nuevas, arcillas, brechas de material roto que es deleznable y que se cae fácilmente”.
La tierra que se encuentra en constante movimiento, va generando desplazamientos y fallas, de éstas últimos dice el doctor Nieto puede haber millones que se entrelazan entre sí que generan el movimiento de la corteza terrestre.
¿Qué aportan las fallas al entorno?
La geografía tal como la conocemos es producto de formaciones provocadas por los rompimientos de la litósfera, lo que ocasiona las fallas y éstas a su vez según explica el doctor Nieto: “Hablando de los aspectos positivos podemos nombrar los recursos naturales asociados a las fallas. El grueso del agua que se extrae para consumo humano, riego, entre otros usos, está relacionado con las estructuras que están limitadas por fallas, llamadas fosas; es decir, generan hundimientos que son rellenados con gravas y arenas que después se saturan de agua, que es la que encontramos en los pozos” explicó el investigador de la UNAM.
A consecuencia de las fallas dice el doctor Nieto, es que se lograron formar cuencas, luego vino la concentración del agua en estas deformaciones que es el agua que se usa cotidianamente Nieto Samaniego explicó que: “poca gente ubica que las zonas de los acuíferos están asociadas a esas cuencas que se forman porque hubo fallas que se desplazaron hace millones de años; ejemplo de esto lo podemos encontrar en Querétaro, San Luis Potosí, Aguascalientes, Celaya y León en Guanajuato, Oaxaca y la misma Ciudad de México”.
Las vetas minerales también se encuentran sobre fallas, es de los depósitos minerales que los mexicanos se han beneficiado desde hace mucho tiempo, algunos lugares en donde se han explotado diversos minerales dice el especialista, son Guanajuato, Fresnillo, Zacatecas, Pachuca en Hidalgo, y Taxco en el estado de Guerrero.
¿Cuáles son los efectos negativos de las fallas?
Las fallas generan movimientos que dejan vulnerable a quienes habitan la corteza terrestre, y más aún si estas fallas son fenómenos de grandes dimensiones, dice el doctor nieto: “Para que se genere un sismo importante, se necesita que la falla sea muy grande, porque la energía que logran emitir a manera de ondas sísmicas depende del tamaño. Existe una acumulación de energía, cuando se llegan a atorar los bloques de la falla durante su movimiento y se rompen en un movimiento rápido —en el orden de un metro por segundo o mayor— es cuando se genera el movimiento telúrico” explicó el investigador.
Los hundimientos y la extracción de agua como factores que generan las fallas
El caso de la ciudad de México es ejemplar para ilustrar el problema de las fallas en esta urbe milenaria, que como se vio ha pasado por diversas deformaciones y por ende por fallas que han provocado fenómenos sismológicos, Nieto Samaniego explicó: “Si nosotros tenemos una cuenca que se rellenó y se empieza a extraer el agua —sin la posibilidad de recargarse de nuevo—, comienza a hundirse, como está pasando, por ejemplo, en la Ciudad de México. Hay un control de estas grandes fallas sobre la dirección de las fracturas que se generan arriba. La falla está cubierta por las gravas y arenas que mencionamos anteriormente, pero cuando se extrae más agua de la que se debería, se generan las fracturas que vemos alrededor. Eso nos da indicios sobre hacia dónde va la falla y nos permite reconocer, por ejemplo, dónde no se debe construir”.
Sobre las investigaciones que se han realizado en Querétaro con respecto a las fallas geológicas detalló el investigador que: “Las fallas que encontramos en Querétaro pertenecen a un sistema enorme, pero que ya no está activo; lo hemos estudiado muy al norte, llegando incluso a zonas como Matehuala y Real de Catorce en San Luis Potosí. Se trata de un grupo de fallas que están una tras otra pero, como había mencionado, está quieto desde hace mucho tiempo y no tenemos evidencia de que vaya a activarse. Donde sí hemos identificado actividad en este sistema es al sur, que ya se conoce desde hace un siglo, en zonas como Acambay, Estado de México”, detalló.
Nieto Samaniego insistió en que su trabajo es principalmente dar a conocer a la población en general lo que son las fallas y cómo identificarlas. Sus investigaciones no sólo abracan lo inmediato sino también lo que ha sucedido en geológicamente en la corteza desde hace millones de años.
El investigador de la UNAM cerró esta plática con la agencia Conacyt comentando que aunque se viva en una zona sísmica, los fenómenos sismológicos, sí son predecibles. Sobre esto apunta que: “Se puede estudiar las fallas pero no tener una certeza absoluta sobre su geometría e historia de actividad. Existen algunas que están muy abajo y no llegan a la superficie, por lo que es difícil identificarlas. Podemos estar caminando por grandes fallas sin siquiera darnos cuenta. Incluso, muchas de las zonas donde hay derrumbes son de fallas que son fracturadas y débiles, pero que en ocasiones los encargados de las obras desconocen o no hacen caso. De ahí que tenemos la iniciativa de dar charlas dirigidas a toda la población para que las conozcan y aprendan a identificarlas, sobre todo si van a, por ejemplo, comprar una casa en una determinada zona”, puntualizó.
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