Héctor Calderón Hallal
Partamos de una realidad, despojados de cualquier estereotipo nacionalista o tradicional.
México ha sido una economía vinculada –más que estrechamente- de forma indisociable al desarrollo histórico de los Estados Unidos de América.
Para muchos analistas nacionales y latinoamericanos, el hecho de que los ejércitos americanos nos hayan tenido “a cuarta y quemón” en por lo menos dos ocasiones en el siglo 19 (1845 y 1847) y otra más en 1914 (Veracruz)… y que no hayan procedido a la expansión territorial en aquellos momentos, ha implicado –según la óptica de sus análisis- que no les hubiese convenido extender los beneficios de la ciudadanía a los nacionales de este nuestro sufrido país, tales como: las garantías de seguridad social, una mano de obra pagada según sus propios estándares y el acceso a una vida de calidad y de eficiencia, a nivel de mercado y a nivel de servicios gubernamentales, determinada por el nivel de acumulación de riqueza de la superpotencia… entre otros. Pero son hechos consignados por la historia: Ya ondeó la bandera de las “barras y las estrellas” en Palacio Nacional… por lo menos en dos ocasiones.
Hemos sido, para fines de una explicación práctica, el “estadote sureño” al que nunca han querido reconocer como parte de la Unión, –pues afortunadamente no nos han querido anexar (no les conviene)- pero que indiscutiblemente formamos parte importante de su dinámica económica y geopolítica. El “medio hermano incómodo, vergonzante”, el “hijo natural” no reconocido…
Pero México ha cobrado especial significación a partir de la segunda mitad del siglo XX, pues con el tiempo ha resultado ser –mal que bien- una de las 15 economías más pujantes del mundo. Es el más importante proveedor de materias primas a la industria estadounidense, uno de los más importantes consumidores de su producción industrial… y como Estado Nación, como “economía independiente” en teoría, el principal país de su “balanza comercial manufacturera” con el resto del mundo… su principal exportador de manufacturas… por encima de China Popular, en estos momentos.
Nada despreciable, si se ve desde la perspectiva de que California y Texas, antiguas extensiones de nuestro predominio original, se han consolidado -el primero- como la sexta economía del mundo y el segundo como la décmia, por sí solos…
México, al que muchos le atribuyen el nivel 15, otros el 13… pues ahí está, integrando ese “top fifteen”…aunque a muchos no les guste o les convenza el “incómodo” enfoque.
En México pues, se produce a los niveles requeridos por la industria y el mercado estadounidenses… pero la mando de obra se paga, a los niveles ínfimos calculados para una economía de un nivel muy inferior; el nivel de vida de los habitantes de México es también ínfimo con respecto al de la septentrional Nación… la calidad de todos los productos y servicios, en México se paga mucho más cara que en Estados Unidos. Y por supuesto, los beneficios de la “nacionalidad mexicana”, son francamente cortos con respecto a los de la “nacionalidad americana”, en términos de seguridad social, acceso a la salud, a la educación, al respeto a los derechos humanos, etcétera…
La línea divisoria territorial, cumple hoy más que nunca una función tiránica y de enorme conveniencia al afán “imperialista”, según la visión materialista de la historia económica.
De aquel lado, los adictos y dueños del negocio del “narcotráfico”, son solo cautivos e inocentes consumidores y víctimas… de este lado de la frontera somos los abominables inductores al vicio, los peores criminales y “envenenadores” públicos del orbe.
Sin embargo, la relación persiste más que por gusto de aquellos o de nosotros… por la necesidad.
En México, se encuentran instaladas más del 95% de las marcas y servicios de la industria estadounidense.
Es un gran destino de consumo, tanto de la producción formal … como de la informal.
A México le cae la “chatarra” automotriz, como buena parte de los desechos de la maquinaria industrial estadounidenses; además de buena parte del armamento nuevo (y el que se desecha también)… y hasta los desechos de la industria textil, en calidad de donativos y como “ropa de segunda”… para su comercialización.
Como se ve, es un noble e importante destino comercial de la superpotencia.
En nuestro país se celebrarán elecciones en los próximos días y con estas, se decidirá el rumbo que tomará la administración pública en todos sus niveles en los próximos seis años.
Estos comicios del 2 de junio próximo, serán los más grandes en la historia del país y en la contienda por la Presidencia de la República; por eso la gran movilidad de las agencias de inteligencia, operación antidrogas y del Buró Federal de Investigación (FBI) americanas en territorio nacional… de ahí la importancia del manejo… y del “manoseo” inútil (algunas veces sólo para fines mediáticos de algunos temas) donde se involucre la reputación de autoridades gubernamentales y hasta de consanguíneos de algunos de ellos…
Son tiempos “electorales” y Estados Unidos tiene intereses que salvaguardar… indiscutiblemente.
Y los mensajes enviados a través de “pseudoeditoriales” y “notas informativas” al actual Gobierno y a la sociedad mexicana en general, publicados en medios con resonancia mundial, como el publicado anteayer en el The Wall Street Jornal, editado en Nueva York, Estados Unidos, constituyen auténticos ‘memorandums’ o circulares de comunicación interna, dirigidos y focalizados a los protagonistas del actual Gobierno mexicano.
Ya lo dijo en su texto el referido editorial de este 20 de mayo el diario estadounidense: “Está mucho en juego” en la sucesión presidencial mexicana próxima.
Explicó que “el triunfo de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México y candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, significaría consolidar en México, nuevamente, la visión de un Estado unipartidista, debido a que se reafirmaría el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el poder”.
Asimismo, sobre la relación con otras naciones, el diario estimó que la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México podría seguir la línea del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y mantener relaciones con Venezuela, Cuba, incluso con algunos políticos de Rusia”. Algo que definitivamente no conviene a los intereses americanos.
El rotativo estadounidense señala que de ganar Xóchitl Gálvez la elección rompería con la política exterior de AMLO, a quien acusa de usar la migración como moneda de cambio con Estados Unidos.
El editorial señala las diferencias entre Sheinbaum y la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México (PRI, PAN y PRD), Xóchitl Gálvez. “El espíritu emprendedor, la competencia empresarial, la defensa de los derechos de propiedad y la apertura de los mercados son los temas de la campaña de Gálvez, que la diferencian de Sheinbaum y AMLO”, señala el texto.
Por eso en la próxima elección mexicana, “podría haber sorpresas”, señala el editorial y la “candidata del Frente Oositor Fuerza y Corazón Por México”, Xóchitl Gálvez, podría, con una copiosa votación, resultar la ganadora”… refiere el rotativo, que seguramente está considerando que todos los estudios sobre la supuesta intención del voto, dan por ganadora hasta por ventaja de dos dígitos a la oficialista Claudia Sheinbaum.
Indiscutiblemente el editorial del The Wall Street Journal no está hecho por “villamelones” en la materia; está sustentado además en datos duros, en información privilegiada… que reconoce la importancia del llamado “voto oculto”…
Fenómeno que no es nuevo y que por ejemplo, se dio en México en la alternancia electoral que vivimos en el 2000, cuando todos los sondeos apuntaban a que Francisco Labastida del PRI, refrendara la victoria para el PRI en las urnas, no obstante en Washington, con semanas de antelación, supieron, por información fidedigna y exacta, que Vicente Fox Quesada sería el ganador de la contienda con una ventaja del 6% por sobre el priísta Labastida Ochoa…como finalmernte fue.
Igual sucedió en noviembre pasado en Argentina, donde el ultraderechista Javier Milei, se impuso en dos vueltas, a los favoritos tradicionales del electorado argentino, representados por los peronistas agrupados en ‘Unión por la Patria’, con Sergio Massa abanderándolo y, en ‘Juntos por el Cambio’, con Patricia Bullrich a la cabeza.
Javier Milei, abanderando a ‘La Libertad Avanza’, resultó el ganador con el 55.69% del total sufragado.
A Milei ninguna casa encuestadora lo daba por ganador.
Así podría suceder en México, dice el The Wall Sreet Journal.
Por eso los temas alusivos a que:
-Agentes estadounidenses adscritos a la DEA (agencia antidrogas de aquel país), se encuentran en México investigando posibles nexos financieros de los hijos del presidente López Obrador con los cárteles de las droga más influyentes de México (CDS, CJNG);
-El dirigente nacional de Morena, partido oficialista, Mario Delgado, está siendo también investigado por agencias estadounidenses, por el posible vínculo de este político con delincuentes fiscales mexicanos, que han introducido volúmenes gigantescos de combustibles a territorio nacional, procedentes de Estados Unidos, sin pagar impuestos (delito conocido en los últimos meses como “huachicol fiscal”) para favorecer a empresarios benefactores de las candidaturas de su partido; y
-La presencia cada vez más numerosa y activa de elementos de corporaciones militares y policiales de los Estados Unidos en territorio mexicano, con el permiso del Gobierno de México y bajo el argumento de venir a capacitar elementos de corporaciones élite que están abocados a la alucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, cobran más sentido aún, cada día que transcurre y se acerca el día de la jornada electoral.
Y es que hay un concepto en Estados Unidos, denominado el “timming”, que no es otra cosa que la forma quirúrgica que tienen los profesionales estadounidenses para administrar el tiempo, en un plan de acción determinado… y podríamos estar muy probablemente frente a esto… la “quietud”, la “calma chicha” que aparece cuando se deduce… se especula y en algunos casos hasta se espera un suceso trascendente para la colectividad en general (comunidad, sociedad, país en general).
Algunos especuladores han coincidido con el suscrito en que en el lapso comprendido del sábado 18 próximo al sábado 25 de mayo, se encuentran comprendidas las fechas idóneas para que, en caso de que haya planes del vecino país del norte y de su Gobierno, de soltar “una bomba mediática”, a través de un operativo “conjunto con México”, una estruendosa detención o… una resolución judicial de tribunal estadounidense –o mexicano, orillado por la presión estadounidense-, para encausar penalmente a alguna autoridad actual mexicana. Eso podría ser una forma de catalizar la victoria de Xóchitl Gálvez y cerrarle el paso a la pretensión de permanencia en el poder de Morena, el partido del presidente López Obrador, a través de Claudia Sheinbaum, su incondicional.
Así actúan las superpotencias en el ámbito de la geopolítica… así actúa, fundamentalmente. Estados Unidos.
Y si para el sábado 28, último día de la semana previa a las elecciones, no hay una acción contundente en algunos de estos temas, previamente filtrados a la opinión pública mexicana, es altamente probable que Estados Unidos haya decidido seguir trabajando un sexenio más con Morena, el partido de López Obrador. Una hipótesis difícil de asimilar si se parte de todas las desaveniencias que han surgido en esa relación bilateral …. En esas dos realidades tan distintas, a pesar de todo.
A final de cuentas… el “timming” siempre es manejado magistralmente por un gobierno profesional como el de Estados Unidos.
Autor: Héctor Calderón Hallal
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