El verdadero mandato del presidente Enrique Peña Nieto terminó más rápido de lo que muchos hubieran pensado y seguro de lo que él hubiera querido.
Peña Nieto no empezó a perder control del Gobierno por los muchos adelantados a la sucesión presidencial, sino por las verdaderas fugas de todo tipo al interior de su Administración.
No sólo la huida del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” de la cárcel del Altiplano, sino otras más evasiones, abandonos y escapes.
Como se dice que “el hilo se revienta siempre por lo más delgado” a Peña Nieto le pasó justamente eso. La seguridad y la violencia, además de los actos de corrupción en lo más alto del Ejecutivo vinieron a minar de un plomazo lo que nos vendieron un día y otro también de que las reformas estructurales a la Constitución Política del país, serían ahora sí, el trampolín hacia un mejor nivel de la vida nacional.
Evadir la responsabilidad de investigar de frente y con prontitud sucesos como el de Tlatlaya y Azotzinapa y otros casos más, lograron el descrédito de todas las instituciones, incluso hasta las propias Fuerzas Armadas y le ha costado a Peña Nieto el descrédito total, más cuando los resultados iniciales expuestos al por qué y cómo de los sucesos criminales han quedado más que cuestionados.
El escape de la información sobre la compra y posesión de la llamada casa blanca de Las Lomas, un inmueble con valor sólo en construcción de casi 90 millones de pesos que al final se le endosó a la señora Angélica Rivera, esposa de Peña Nieto, lo que repercutió también en la fuga por otro hoyo de la corrupción del llamado tren rápido México-Querétaro.
La fuga de millones y millones de dólares con la excusa de amortiguar el mercado de divisas.
El escamoteo y secrecía con el que fue conformado y al final firmado el Acuerdo Transpacífico de Comercio (TPP), ponen en la lona a la Administración federal pues el Acuerdo en cuestión exhibe de manera clara que las 11 reformas estructurales empujadas por el Gobierno actual no tenían una intención soberana, sino adecuarse a los lineamientos comerciales con otros 11 países más.
Y claro, el boquete de la tercera, cuarta, quinta o más huidas de “El Chapo” de autoridades y fuerzas federales, que exhiben las tantas otras grietas del Gobierno priista.
Acta Divina… Renato Sales, comisionado Nacional de Seguridad: “Haremos hasta lo imposible por capturar a ´El Chapo´”.
Para advertir… El hueco es tan profundo que ya no hay ni por dónde escalarlo.
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