Francisco Rodríguez
Sus malquerientes lo motejan El Vicioso. La realidad es que es que padece una enfermedad crónica, progresiva y mortal en la que la combinación de tóxicos muy frecuentemente lo ponen fuera de circulación por uno o hasta por tres meses. Prácticamente, sus allegados tienen que esconderlo, gurdarlo, hasta que se le pasa la prolongada alcoholemia que él busca neutralizar con polvos blancos.
Aún así, por la protección que le brindó durante décadas el corporativismo priísta y personajes como el mendaz Emilio Gamboa Patrón, el varias veces diputado y senador Joel Ayala Almeida ve cercano el fin de su cacicazgo sobre el sindicato de la Secretaría de Salud y, en consecuencia, en el de la FSTSE.
Y es que es ya es un hecho la facilidad con que los trabajadores, sobre todo de la administración pública federal y de organismos descentralizados y desconcentrados —excepción hecha del encabezado por Mario Ross García, en Pemex, ¿por qué le temen?–, obtienen el registro de nuevos sindicatos, facilidad que también puede interpretarse como la vía para minar el tradicional corporativismo sindical y la jubilación de sus respectivos dirigentes.
El del Frente Nacional de Trabajadores de la Salud en la República Mexicana (FNTSRM), liderado por el doctor Antonio Sánchez Arriaga, un preso político víctima del resentimiento enfermizo, prepotencia y autoritarismo del “presidente” de la FSTSE, Joel Ayala Almeida, cuando éste último dirigía el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, hoy a cargo de su sobrino Marco Antonio García Ayala.
Los años han pasado desde que el doctor Sánchez Arriaga logró su liberación del Reclusorio Norte, a donde un juez de consigna lo envío para purgar una pena de 20 años mediante la bien “aceitada” recomendación de Joel Ayala Almeida, quien apenas pudo celebrar que el galeno pasara año y medio en esa cara jaula, porque obtuvo el perdón de los supuestos “afectados” quienes, ante la falta de evidencias reales y la labor de un buen abogado defensor, no tuvieron más remedio que otorgarle el perdón.
La reivindicación del doctor Sánchez Arriaga
El pasado 26 de febrero la antes temida Dirección General del Registro de Asociaciones, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, otorgó el registro 7005 al sindicato FNTSRM del combativo médico internista Sánchez Arriaga, quien le disputa con muy buenos resultados las 80 mil plazas que en todo el país creará el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para los trabajadores del Sector Salud por contratos, suplencias y eventuales, es decir, los trabajadores más desprotegidos que el presunto violador Joel Ayala nunca defendió ni representó.
Pero el doctor Sánchez Arriaga también está afiliando a personal de base del Instituto Nacional de Perinatología, del Instituto Nacional de Nutrición y lo que antes fuera su centro de trabajo, el Hospital General de México “Eduardo Liceaga”, del que fue dado de baja sin causa justificada y en el que aspira a ser reinstalado.
En el actual gobierno los denominados charros sindicales del viejo corporativismo se tambalean; falta que los trabajadores sepan aprovechar la oportunidad de libertad sindical anunciada por el presidente López Obrador, establecida en el convenio 89 de la Organización Internacional del Trabajo firmado por México y que Estados Unidos exige para la puesta en vigor del T-MEC.
Por lo pronto, que Gamboa Patrón contrate un mariachi –con los muchos recursos que le ministró el “líder” de la FSTSE– y que le vayan tocando a Ayala “Las Golondrinas”.
¿No cree usted?
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