La política en rosa
Elsbeth Lenz
Cada 25 de noviembre, el calendario nos interpela con una fecha de memoria y de conciencia: el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, aquí en Veracruz hasta ahora no había sido algo mas que una efeméride decorativa, hoy es un recordatorio de que la violencia sigue allí, en lo íntimo y en lo público.
Las hermanas Mirabal aquellas mariposas de la resistencia dominicana cuyas vidas fueron arrebatadas en 1960 por la mano feroz de la dictadura de Trujillo hoy no son solo un símbolo de valentía, de dignidad, son el recuerdo de la urgencia de no callar.
Hoy existe la inquietud de construir un país donde la libertad y la seguridad de las mujeres sean una realidad cotidiana y no una excepción, pero aún hoy con una presidenta, una mujer gobernadora y un montón de mujeres empoderadas al frente de las instituciones sigue la violencia y hoy además es violencia cibernética ¡Una pena!
Hoy muchos de los hombres no soportan que una mujer sea La Jefa, los he visto rumiando en los rincones de Palacio de Gobierno, en las salas de espera, en los pasillos y en donde encuentran lugar para lamer sus heridas, hoy ya no nos llaman “Putas” porque si se les cobra la presunta deuda histórica, muchos de esos señoritos, no tendrían ni con qué abonar ¡No! Hoy ya no nos llaman mas “Putas” hoy dicen que somos autoritarias, prepotentes y corruptas, dicen que tenemos el estado hecho un desmán y que se nos está yendo de las manos…
Hoy hasta van a rezarle a Javierito Herrera, a ver si es cola y el padre reencarna en el hijo y vuelve aquella maravillosa corrupción, aquella tesorería en el bolsillo del señor y sobre todo, vuelven aquellos tiempos en que las mujeres solo servíamos para entretener a los señores.
¡Hágame usted el favor!
Cosas de la vida y menudencias
Tanto fue el cántaro al agua, hasta que se rompió y ayer el Congreso Local Veracruzano, amaneció efervescente y no precisamente por las comparecencias del señor Cornejo y del señor Ramón ¡Nada de eso! Hoy se retoca la Constitución local para abrirle la puerta a un movimiento largamente anunciado: la posible salida de la Fiscal General del Estado.
En fin que los ajustes casi quirúrgicos, recaen sobre tres artículos: el 33, el 49 y el 67, en ellos se reescribe con la solemnidad del legislador y la intención del poder quién propone, quién ratifica y, sobre todo, quién puede remover a la titular de la Fiscalía.
Antes el artículo 49, era el que daba definición a las manos que sostenían las rindas del Ejecutivo, con la modificación concederá a la gobernadora la facultad no solo de proponer, sino también de retirar del cargo a la señora Fiscal; luego el artículo 67 ajustará la duración del encargo, es decir que de aquel largo periodo de nueve años, tan pensado para la independencia, se pasa a cuatro, con posibilidad de ratificación; finalmente está el artículo 33, siempre formal, mantiene el protocolo de la mayoría calificada, ese requisito que en la política local, a veces pesa y a veces se acomoda.
En Veracruz se reordenan equilibrios institucionales y como suele ocurrir, inician con efervescencia política, la señora Giadáns se sostuvo con alfileres y demasiado duró, hoy su futuro es incierto… ¡Vaya! Que los dos últimos fiscales no han terminado su periodo del todo bien… pero bueno habrá que esperar.
Así las cosas lector, lectora querida, nos leemos mañana.
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