homopolíticus
- El Verdadero Hugo Éric, hoy
La esposa de Cuauhtémoc Blanco, Marisela Santoyo, denunció en 1998 violencia familiar que derivó en separación, con un hijo menor de edad en medio. El exfutbolista no debió casarse con Natalia Rezende, porque estaba casado, pero su fama, influencias y dinero pudieron más que las leyes civil y eclesial. En pocas horas se sabrá si será juzgado —humillado, sometido, supeditado, o no— por atentar contra la integridad sexual de NF, su hermana agnada. Hoy conoceremos al verdadero Hugo Éric Flores: si inferior, encubridor y pusilánime, o lo contrario al fin.
Empezaba a sonreírle la vida a un joven con sueños de futbolista, probado y no aceptado en su entonces equipo favorito: Cruz Azul. Pero en América —ahí conoció al recio defensa central Genaro García Luna— su carrera fue vertiginosa, como en la política. En su primer gran contrato, pidió despidieran a la nutrióloga del club, por haberlo regañado por romper la disciplina del grupo, al comer tortas de milanesa en el hotel de concentración.
Famoso —más producto de Televisa que futbolista de excepción, que sólo conquistó un campeonato de liga en 23 años de carrera profesional—, se rodeó de mujeres atractivas, con quienes, tras un romance fugaz y desordenado, rompió relaciones, ya con una hija que heredó su talento actoral.
A una mujer árbitro la mandó verbalmente a cocinar y lavar platos, a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México —hoy presidenta de la República— le criticó: «Está mal Claudia», por sus políticas a favor del medioambiente con relación al tráfico vehicular Morelos-CDMX, y a su hermana de padre hace poco intentó violarla tal vez bajo intoxicación etílica. Como mandatario, no veía a los ojos a las mujeres víctimas de violencia y a las madres buscadoras les mostraba desinterés metiendo sus manos a los bolsillos. Incluso, ha utilizado a su madre y sus dos hijas como escudo contra la denuncia de su hermana NF. El ocho de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Como alcalde y gobernador no protegió a las mujeres. Como diputado, anunció una ley en defensa de los hombres… contra las mujeres.
Junto con su amigo y compadre Germán Villa —su director del Deporte en Morelos con malos resultados y con quien cantaba en los microbuses para obtener algo de dinero—, acompañados de mujeres con blusas y faldas ahorradoras de tela, no así con los tacones de las zapatillas, robaron —«fue una broma» bajo los efectos del alcohol— los enseres de limpieza de una trabajadora de un antro de vicio que tuvo que pagar ella. No cualquiera quisiera tomarse una fotografía con el ahora más famoso exfutbolista y actor cómico de Televisa… Cuando se denunció a su amigo el diputado Marcos Zeta de violación, dijo que era una mentira, que era guerra sucia, que la mujer quería dinero… como hoy.
Coleccionista de hechos delictuosos, Cuauhtémoc Blanco Bravo superó toda denuncia política, civil, familiar y penal, particularmente de 2018 a 2024 con su defensor de oficio, el inquilino de Palacio Nacional, y antes, de 2015 a 2018 con el secretario de Gobernación, quien ordenó no dar curso a las denuncias de delitos electorales por registrar su candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca con mica electoral, constancia de residencia y comprobante de domicilio obtenidas delictuosamente. Un voto en contra del procedimiento de desafuero contra Cuauhtémoc está seguro; el de Germán Martínez, en tanto el indiciado, en entrevista, mintió con la lengua, no así con la cara y el cuerpo: demostró lo opuesto a confiado.
letraschiquitas
Adquisiciones distinguidas consiguió MORENA, en su tarea de afiliar a 10 millones de nuevos militantes: Miguel Ángel Yunes y Gerardo Fernández —que sin el Noroña es menos—, dejaron a PAN y PT, en ese orden***. Tanto Lenia Batres como Yasmín Esquivel, así como Loretta Ortiz, aparecieron mágicamente en la lista del Senado enviada al INE, cuando de origen no lo estaban***. Cabecilla de la remunerativa industria de la protesta, Gabriel Rivas, que en sus ratos libres es regidor morenista de Cuernavaca, no sólo toma edificios públicos con mujeres y hombres dentro, sino bloquea calles sin importarle molestias y daños causados a terceros, casi siempre utilizando ancianos. El delito de alterar el orden público se paga con cárcel.