Por Magdalena García de León
No cabe duda que hay una gran inquietud por el proceso electoral en el Estado de México, los candidatos fueron elegidos con mucha antelación, menos el del PRD, aunque fingían que solo eran aspirantes y que estaban cumpliendo con los tiempos marcados por el instituto electoral que los rige.
El PAN eligió a una probada candidata, Josefina Vázquez Mota, candidata en varias ocasiones, pero no necesariamente triunfadora. Pero a algunos grupos, de priistas, creo, les dio frío, mucho frío su designación y empezaron con la guerra ¿sucia? Más bien marrana. Que si recibió y manejo fondos federales en su Asociación Civil, que si dio o no cuentas, etc., etc., aquí cayó redondito un partido de izquierda, que le hizo el caldo gordo al PRI.
Más recientemente “filtraron” (no sabemos quién, pero sospechamos que otra vez el PRI tuvo mucho que ver) que el Padre y seis hermanos están siendo investigados por lavado de dinero, lo que pone en aprietos, una vez más a la panista.
Pero no son esas las pequeñas tramas a las que me quiero referir. Las importantes, las notorias, pero no tan obvias, bueno si por la cantidad, porque no saben ser elegantes no para joder al contrincante.
Me refiero al excesivo abuso de la presencia Federal en el Estado. Entregando todo tipo de “apoyos”.
Simplemente Peña Nieto hace todos sus actos importantes en el Estado. Presencia en todos los medios, a hue…. , promoción al PRI, al Estado. Trampitas que no pasan desapercibidas.
Creo que el gabinete ha dado unas dos vueltas completas en el Estado, si se justifica o no, no importa, hay que echar montón y la caballería es poca.
Han ido hasta los miembros del gabinete que oficialmente no están afiliados al PRI como Rosario Robles, que fue a entregar, tabletas o maquillaje o no sé qué demonios, pero tierras no.
Con decirles que hasta angélica rivera, quien no solo hacer ese tipo de apariciones fue, con Eruviel, a Tecámac, para entregar apoyos a niños de esa comunidad.
Lo que me hace pensar en que poca confianza tiene el PRI en su propio candidato, de nombre conocido, porque es hijo de un exgobernador homónimo. Que, por cierto, fue un pésimo candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, entonces Distrito Federal y que se hacía la broma de que si el ganaba el gentilicio sería “defequenses” pues el inventó o popularizó el término Mexiquenses, pero dejémonos de anécdotas.
Alfredo del Mazo está siendo promovido hasta como primo del Presidente Peña Nieto. Del cual es primo en octavo grado, pero es algo que no dejan de mencionar.
Su gran virtud, como prueba de su eficacia para resolver los problemas de 17 millones de “mexiquenses” es que fue alcalde de Huixquilucan que tiene 190 mil habitantes.
Y cambiando de tramposos, que no pierden oportunidad de hacer su cochinero recordemos que Miguel Barbosa hizo todo el numerito en el Senado para quedarse con las presidencias de comisiones y subcomisiones y, por supuesto toda la lana que por ellas reciben.
Para lamerle los zapatos al Peje buscando alguna posición, la candidatura al gobierno de Puebla o algún cargo legislativo, seguramente.
De que son cínicos y desvergonzados, lo son, y quieren que los ciudadanos confíen en ellos. Sí, claro, se ganan pero la desconfianza.