Rúbrica
Por Aurelio Contreras Moreno
Abanderar varias de las más sentidas causas sociales del país fue una de las claves del triunfo de Andrés Manuel López Obrador y de los candidatos de Morena en las elecciones de 2018.
En especial, los temas de los normalistas de Ayotzinapa y los miles de desaparecidos en todo el país fueron estandartes que calaron hondo en sectores sociales que buscaban reivindicaciones, respuestas y sobre todo, justicia ante un horror que llenó de luto y dolor al país en la última década.
Cinco años después, la esperanza que los familiares de esas miles de víctimas pusieron en el obradorismo se ha esfumado. No solo porque el gobierno de la mal llamada “cuarta transformación” no cumplió con sus promesas, sino porque abiertamente les dio la espalda y se puso del lado de los victimarios.
La semana pasada, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) decidió retirarse definitivamente de la investigación por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa –quizás la principal bandera con la que Morena hizo activismo político desde la oposición-, debido al bloqueo de las fuerzas armadas para acceder a información que permitiera esclarecer lo que realmente sucedió y, sobre todo, saber qué pasó exactamente con los estudiantes. Aunque mucha de la información que logró recabarse apunta a la participación directa del ejército al más alto nivel.
En respuesta, López Obrador salió en defensa de los militares y acusó una campaña en contra de las fuerzas castrenses y de su gobierno. La misma cantaleta con la que todo el sexenio ha evadido sus responsabilidades como Jefe del Estado Mexicano. El mismo sector militar al que ha llenado de dinero y privilegios para garantizar su “lealtad”. Así como también compra el “amor” del “pueblo” con sus programas clientelares.
Más grave aún fue su postura ante el tema de los miles de desaparecidos en México, quizás la tragedia más grande por la que ha pasado el país en los últimos cien años.
Este lunes y haciendo alarde de insensibilidad y ausencia de empatía, López Obrador afirmó que los desaparecidos en México son menos que los que se reportan en las cifras oficiales -casi 111 mil personas-, pues según él, el censo que llevan a cabo “casa por casa” con los “servidores de la nación” –que lo que en realidad están censando es a posibles electores- les ha permitido “encontrar” que “muchas” personas ya habían “aparecido” y están “con sus familiares”.
Suponiendo sin conceder que verdaderamente hubiesen “encontrado” a personas que se reportaban como desaparecidas, ¿cuántas podrían ser? ¿Sería un número significativo como para asegurar que hay una diferencia sustancial con las cifras que reporta su propio gobierno? Pareciera más bien un adelanto de lo que vendrá después: decir que el obradorato “encontró” a los desaparecidos y que “resolvió” la emergencia humanitaria del país.
El relato que construye el presidente pasa por la descalificación y humillación de quienes no aceptan sus charadas. Según López Obrador, su gobierno no le ha quedado a deber nada a las madres buscadoras y familiares de personas desaparecidas, con las que rechazó reunirse personalmente –a diferencia de lo que hizo con Estela de Carlotto, fundadora de las Madres de la Plaza de Mayo, a quien recibió con fanfarrias por cuestiones ideológicas y propagandísticas-, y acusó a los “conservadores” y a los medios de hacer “politiquería” con el tema. Su salida fácil de siempre.
Las respuestas no se hicieron esperar. Cecilia Flores, integrante de las Madres Buscadoras de Sonora, invitó a López Obrador a acompañarlas a una búsqueda de desaparecidos y lo señaló por su “apatía e insensibilidad” al negarse a recibirlas aun cuando se lo han solicitado en múltiples ocasiones.
En Twitter, el Colectivo 10 de Marzo AC fue lapidario: ¿Qué debe el pdte
@lopezobrador_ a las #MadresBuscadoras? Hace 4 años, la sra. María Icela Valdez Chaidez, presidenta de nuestro colectivo le suplicó de rodillas por protección y ayuda para encontrar a su hijo Roberto. El presidente prometió un nuevo encuentro y jamás la recibió”.
“Lamentamos las desafortunadas declaraciones del pdte. @lopezobrador_ en su conferencia de hoy. Un presidente que solo mira ‘oposición’ hasta en el dolor de una viuda, una madre que busca a su familiar, ha perdido su rumbo y juicio”, sentenciaron.
Activistas, periodistas, defensores del medio ambiente, académicos, artistas, compañeros de causas, madres de desaparecidos. ¿A cuántos más traicionará López Obrador en el año que le queda en el poder?
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