DIARIO DE ANTHONY
4…p.m. Si solamente HAY TRES grandes “novelas” en toda la historia de la literatura, ¿entonces para qué tratar de escribir cuando no soy más que un improvisado? Jamás lo haré. Ellos son grandes, ¡son gigantes!
Son solamente tres, ¡y nada más! Todos los demás, como Hesse, no han alcanzado “la calidad” que ellos sí. Por alguna y otra razón, los he destinado como “mis tres mejores libros”. A continuación, de acuerdo a su valor, los nombraré.
El primer lugar es para -sin lugar a dudas: “La Conjura de los Necios”, del grandísimo John Kennedy Toole. ¿Qué podría yo decir sobre esta historia, cuando ni siquiera soy un crítico? Todo lo que se me ocurre decir es que esta novela es mágica. Y es que, cada vez que recuerdo alguna parte satírica dicha por Ignatuis, enseguida siento que el mundo no es tan vacío después de todo, porque entonces existe alguien como Ignatuis. Lo irónico y triste del asunto es que él solamente existe en el libro. Cuando lo abres y lo conoces, ¡allí está él!, siendo un ser extraordinario.
Hay algo raro. Y es que, nunca pude, y no he podido, percibir a Ignatuis como alguien grande y gordo. Su físico, pienso yo, es lo de menos a la hora de estarlo leyendo. Lo que en verdad importa de él es lo todo lo que dice.
La vida NUNCA le hizo justicia a Johnny…, y yo no hago más que pensar en él. Es un misterio, algo impenetrable, que alguien como él haya escrito el mejor de todos los libros. Y por supuesto que muchos desubicados, que no saben entender sátira, dicen y siempre dirán que es un libro “sobrevalorado”, que no tiene “trama”. ¡Al puto carajo con ellos! Tal vez y la historia puede ser aburrida por partes, pero su peso y valía radica EN LAS COSAS GENIALES que su protagonista dice a los lardo de “casi” toda la historia.
Cuando lo leí por vez primera, ¡me reí tanto! Luego, cuando paraba, enseguida empezaba a pensar en su autor. Su final “tragico”. ¿Por qué la vida es así? Si no fuese por John Kennedy Toole, el mundo sería completamente idiota.
En segundo lugar, no sé a cuál poner. Luego de pensarlo y sopesarlo, decido que es a: “El Libro de la Selva”. Pienso que es la historia más hermosa, que tiene mucho que ver con el amor. Hay partes donde la mamá loba le dice a Mowgli que él siempre puede volver a visitarlos. ¡Esto fue lo más hermoso para mí! Puedo decir que hasta casi escuché la voz de la loba cuando le decía todo esto a Mowgli en un tono inmensamente bello. Mowgli había decidido regresar con sus padres humanos.
Luego está otra parte. La parte donde Hathi el elefante le dice: “¿Y qué tengo yo que ver con todo eso?” Mowgli le había planteado antes que si podía ayudarlo a vengarse de los aldeanos que habían tratado de matar a sus padres humanos. Mowgli entonces le hace recordar a Hathi cuando éste cayó en una trampa hecha precisamente por un humano. Entonces Hathi enseguida lo recuerda y le dice. “Ah, ahora que lo dices, puedo recordar cómo me quemaba el dolor (o algo así). Los dos hablan del olor del la sangre… Y entonces Hathi termina diciendo: “Tu lucha será la mía”. Al leer esta parte, ¡lloré! Lloré por razones más que obvias. Yo quería vengarme de alguien que me había lastimado.
Hathi se va a buscar a sus hijitos y a sus demás compañeros… luego vienen y empiezan a destruir toda aquella aldea (Los mexicanos NUNCA harán algo así contra sus gobernantes que tanto daño les han hecho).
Y los poemas de Kipling al final del libro; ¡hermosísimo! Ahora mismo no lo recuerdo con exactitud, pero dice más o menos así: “Cuando en tu manada alguien te haga sufrir, di tan solo: “Tabaqui canta de nuevo”. “Cuando algún mal te amenace, di: “no ha muerto aún Shere Khan…” Kipling ha escrito el más hermoso de los libros.
Y en tercer lugar: “El Guardián Entre el Centeno”, de J. D. Salinger. ¿Y éste por qué? No lo sé. Holden es un poco raro. Un chico de clase acomodada (tal vez y habría sido mejor que fuese pobre, así su “desprecio” hacia la suciedad-sociedad habría estado más justificado; creo). Holden habla y dice mucho “Jo”, cuando alguna situación le parece, no sé, absurda. Holden tiene su manera singular de mofarse de las cosas que le suceden con las personas. Su creador se parece mucho a mí. Luego de escribir esta novela se fue a vivir a un pueblito, y ya no le gustó salir. Se había convertido -casi- en un ermitaño. Holden es hermoso a su manera. Hay mucha soledad en él…, y no le gusta nada. Se parece mucho a mí. Bueno, solamente le gustaría hacer una cosa, le confiesa a su hermanita: le gustaría ser esa persona que va entre el centeno, cuidando a los niños para que no caigan en el precipicio.
Pd. Aquí están los poemas de Kipling; ¡hermosísimos! Para los “lonely ones”, como yo.
BALOO
Por el amor de aquel que a una ranita sabia le enseñó la ley de la selva, guarda la ley de la manada de los hombres, ¡guárdala por amor del viejo y ciego Baloo!
Antigua o nueva, clara o turbia, pégate a ella como si fuera una pista, de noche y de día, sin mirar jamás a tu derecha o a tu izquierda.
Por el amor de quien te quiere, más que a cualquier otro ser con vida, cuando en tu manada te hagan sufrir, di tan sólo: “Tabaqui canta de nuevo.”
Cuando te amenace algún daño, di: “No ha muerto aún Shere Khan”; cuando el cuchillo esté pronto a matar, guarda la ley y sigue tu camino.
(Miel, raíces y palmas hacen que el cachorro ningún mal reciba.) ¡La gracia de la selva, la del bosque, del agua y de la brisa te acompañen!
KAA
El miedo nace del mal humor; los ojos sin párpados ven más claro. Del veneno de cobra nadie cura: su palabra cual dardo hiere. Hablar franco siempre es fuerte; que lo acompañe siempre la cortesía. No más lejos aspires de lo que dé tu brazo; no te apoyes en rama carcomida para lograrlo. Mira si tu hambre codicia cabra o gamo; engaña el ojo: se atraganta el bocado. Ya harto, dormir quisieras… Sea oculto el lugar, donde tu enemigo no vaya a cogerte descuidado. Luzcas limpio el cuerpo, y el hablar cauto, a los cuatro vientos. (Desde lejos te seguirá la selva media los pasos.) ¡La gracia de la selva, la del bosque, del agua y de la brisa te acompañen!
BAGHEERA
En una jaula empezó mi vida: lo que vale el hombre bien se me alcanza. ¡Por el cerrojo roto que me libertó!… ¡Hombrecachorro, no fíes en gente de tu casta!
Elige, cuando a la luz de las estrellas caces, pista recta y no embrollada. En el cubil, en la cacería, en la guarida, teme del hombre-chacal la amistad.
Responde con el silencio cuando: “Ven con nosotros; se pondrá bueno”, te dijeren. Y sigue respondiendo con silencio cuando ayuda te pidan, contra el débil.
Que la presunción quede para los monos; mata la pieza, y con esto basta; no pregones. Cuando caces, no has de retroceder en tu camino, por nada.
(Tinieblas matinales: protegedle, guardianas del ciervo.) ¡La gracia de la selva, la del bosque, del agua y de la brisa te acompañen!
LOS TRES
En el rastro que siguieres hasta los umbrales que tememos donde la flor roja su capullo abre; En las noches en que duermas aprisionado y lejos del materno cielo escuchándonos a nosotros tus amados, mientras por allí rondamos.
En las auroras en que anheles de la dura cárcel salir, y en que sientas, de la selva que dejaste, nostalgia; ¡La gracia de la selva, la del bosque, del agua y de la brisa te acompañen! ¡Saber, fuerza y cortesía vayan siempre contigo y te amparen!
ANTHONY SMART
Febrero/20/2018