La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Con la vara que mides, serás azotado o el que con Layda se junta, que comience a desconocerla
Después de la serie de revelaciones que hizo, sobre presuntas conversaciones por WhatsApp de Alito Moreno, con un variopinto de personajes de la política nacional, Layda Sansores, se encuentra en el ojo del huracán, debido a diversas acusaciones que la involucran en supuestos hechos, sino delictuosos, políticamente inmorales.
Bajo el mismo mecanismo de las grabaciones ilegales, se revelaron conversaciones de mensajería instantánea y videos, en los que la gobernadora de Campeche habría recibido dinero ilegal, por interpósitas personas, tanto para financiar su campaña, como para apoyar a una de las ‘corcholatas’ presidenciales.
Además, su nombre también salió a relucir en el juicio que se le sigue a Genaro García Luna en una Corte de Nueva York, un testigo afirmó que la señora sabía de las andanzas ilegales del hombre fuerte del calderonato.
Bajo la premisa impulsada desde ‘la mañanera’ y replicada en los ‘Martes del Jaguar’ (sentenciar sin pruebas, sólo con dichos), las imputaciones hechas a la Sansores, son suficientes para concluir que la aludida, podría ser una de las ‘reses’ expiatorias del próximo sexenio, cuestión de esperar los tiempos.
Así pues, bien harían los estrategas de la 4T, en ser más cautos a la hora de propiciar linchamientos mediáticos, en virtud de que el efecto boomerang descabeza sin miramientos.
En todo caso, lo que deben hacer, es llevar ante la justicia con pruebas sólidas, en lo que resta del sexenio, a las y los funcionarios corruptos, lo demás es un sainete que en nada contribuye a combatir la impunidad, gatopardismo puro.