Yo Campesino / Adversarios
• Le brincan al ganso los críticos en sus propias filas, se enfurece y hará daño
*Miguel A. Rocha Valencia*
Cuando el ganso declaró adversario a Cuauhtémoc Cárdenas y advertir que se está con “el pueblo o la oligarquía”, volvió a definir su movimiento, su gobierno excluyente: “conmigo o contra mí”. Él mismo dijo que no hay “justo medio”. O sea, no hay manera de disentir quien no se suma, se dobla o se somete, es enemigo de la 4T, es traidor a la patria, desde su obtuso punto de vista.
Y lo peor para él es que conforme pasa el tiempo y muchos ven la otra orilla, se abren de capa, pierden el miedo a las represalias y se pasan “al otro lado” o simplemente muestran rebeldía para someterse a los dictados del sumo sacerdote cuatrotero.
Empero, el ingeniero Cárdenas se deslindó del grupo, pero sostuvo en un documento un tanto ambiguo que sí es urgente un cambio y el surgimiento de nuevas expresiones de opinión. Así que el Profeta se clavó, lo declaró su adversario. No obstante, las críticas del michoacano al gobiernito actual, ahí quedan.
No sólo están los renunciantes al gabinetazo donde destacan los ex titulares de Hacienda, Comunicaciones, Economía, Medio Ambiente, Función Pública, IMSS, IPDPR, Consejería Jurídica y otros 12 0 12 funcionarios de alto rango, entre los cuales varios no sólo se deslindaron, sino que se volvieron críticos abiertos del gobierno al cual pertenecieron y salieron por autoritarismo, corrupción y “arrogancia”, sino también antiguos aliados y correligionarios con Cárdenas Solórzano.
Unos más le dijeron desde las filas de Morena “no” y continúan en el movimiento que ayudaron a construir y llevó al mesías tropical a la Presidencia de la República. Personajes que como Ricardo Monreal decidieron no salirse y aprovechar el andamiaje que también es suyo para lograr metas políticas con una nueva visión, sin dogmas y sin divisiones, sin el “conmigo o contra mí” y aceptan la disidencia como parte de la democracia.
Otros se reconocen como traicionados por la chachalaca tabasqueña “no era ese el plan” dicen sobre todo en materia económica, relaciones internacionales, estructuras institucionales, pero sobre todo en la insistencia de dividir a los mexicanos como forma de gobierno de parte de un personaje que se asume como jefe de pandilla y no como presidente de la República.
En ese entorno surge “Colectivo por México” que suma a personalidades de todas las tendencias políticas como un punto de encuentro sin partidos y con la idea de reconstruir un país al que desafortunadamente le hará daño durante los próximos meses el actual falso profeta de los pobres que habita en un palacio. Ahí está Movimiento Naranja, ex aliado de Morena.
Es en ese movimiento en que también surgen otras manifestaciones ciudadanas donde los convocantes se identifican lo mismo con la derecha que con la izquierda, siempre bajo la consigna de rescatar instituciones como el Instituto Nacional Electoral gravita un hartazgo por políticas unipersonales perniciosas, dañinas para el progreso de los mexicanos. En esas expresiones se muestra la decepción popular ante algo que se ofreció, no se cumplió y se volvió pesadilla.
Eso más la consolidación de la alianza de PRI, PAN y PRD debe tener preocupado, ocupado y enojado al caudillo de Tepetitán quien además de asumirse como víctima de un complot que lo envenena y amarga desde hace muchos años, lo hace pensar en la posibilidad de que en una justa democrática Morena deje el poder presidencial.
Y eso lo hace ir a los extremos abiertamente como convocar a sus huestes a violar la ley, al hacer “todo lo posible, lo necesario” para conseguir votos, mediatizar a las instituciones, robarse el presupuesto, desviar recursos a campañas corcholateras y desde luego sumarse a persecuciones, acusaciones y de ser posible encarcelar a los “adversarios” aunque estos sean sólo molinos de viento.
Por eso se esperan meses muy duros para los mexicanos de bien, la posición del profeta se va a radicalizar más a extremos no previstos y eso lo saben quiénes a pesar de los temores a persecuciones, carpetas de investigación y chantajes, sacan la cabeza o fijan sus posiciones, que vistas desde una perspectiva racional y lógica, sólo hablan de un país mejor, sin una sociedad dividida porque como dice Monreal: “México somos todos”, no sólo aquéllos que se doblan ante un tlatoani.
Total, que si el machuchón de Palacio Nacional pensara “con la cabeza” seguramente vería que si él se radicaliza, lo mismo harán sus “adversarios”, esos cuya óptica del país es muy diferente a la suya y que están dispuestos a dar la cara y correr el riesgo a cambio de un mejor país sin exclusiones, con división de poderes y cumplimiento de la ley efectivos, con instituciones democráticas sólidas que garanticen equidad y justicia. Veremos.