La libertad de expresión fue señalada desde el año 1948 cuando quedó plasmada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el artículo 19° y en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos queda plasmada en el artículo 6°, pero aún así, en nuestro México la misma está muy lejos de ser cierta.
Para algunos juristas, la manifestación de las ideas –según lo marca la Constitución mexicana–, las ideas no serán objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, pero olvida señalar el orden legislativo. Más si esta está sujeta a un orden universal queda sometida a esta regulación.
Queda entendido también, que la libertad de expresión se ejerce, siempre y cuando no se ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito o perturbe el orden público y así, el derecho a la información será garantizado.
Sin embargo, cabe preguntar: ¿A cuántos de los que tenemos el privilegio y la responsabilidad de publicar ideas escritas o de otra manera audiovisual, no nos ha temblado el dedo o la voz al redactar o enunciar un suceso anómalo dentro de la esfera del poder de cualquier tipo? Pero al final, se hace apegado a la garantía constitucional de la libre manifestación de las ideas y con la esperanza de que la denuncia sea un paso también para modificar lo que está o se hace mal.
Cuando se exhibió la película Presunto Culpable en salas comerciales, muchos pensamos que la libertad de expresión por fin iba por buen camino, más cuando una juez permitió tal exhibición, aún cuando el mismo poder judicial fue exhibido en tal cinta.
El productor Roberto Hernández fue de los impulsores de la película que logró develar como un hombre fue culpado de homicidio y por tanto sentenciado por la declaración de un solo testigo que así lo inculpaba, aún cuando otros más aseguraron que el presunto culpable había estado en otro lugar al momento y del lugar del crimen, además de que la prueba de rodizonato no dio positiva para el enunciado presunto culpable.
Se insiste. Qué gran engaño pensar que Presunto Culpable sólo tendría que pasar el puente de la censura, pues ahora su productor no sólo enfrenta demandas judiciales y de daño moral, sino que incluso, ha recibido amenazas de muerte para él y su familia.
Si todos podemos ser presuntos criminales es entonces cuando a todos nos tiembla no sólo el dedo o la voz, sino todo el cuerpo.
Acta Divina…En el marco del Día Internacional del Periodista del 2012, Enrique Peña Nieto, como presidente electo, refrendó su total respeto a la libertad de expresión.
Para advertir… Entre espías, escuchas y amenazas.
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— ya sabemos de q estan hechos los “supremos” de la suprema y les pagamos como si merecieran…ah !! pero dice Zedillo q falta Estado de Derecho, sera ??