Todos opinamos sobre las acciones del ahora retirado ministro y ex presidente –nada más y nada menos– de la Suprema Corte de Justicia (SCJN), Genaro Góngora Pimentel en contra de la madre de dos de sus hijos, la señora Ana María Orozco, pero lo hacernos desde un orden moral, de sentimientos y digamos que hasta de lógica. Mas se nos olvida que si Góngora puede encarcelar no por una sola vez, sino hasta dos quizá por el momento a su ex pareja, la señora Orozco; es gracias a las “leyes a la mexicana” y claro, al hecho de seguirlas dejando desde su confección pasando por su aprobación hasta llegar a su aplicación, en manos exclusivamente de nuestros legisladores y jueces.
Debemos saber que en derecho, el criterio está muy lejos de la norma; así que se puede deshacer la vida de una persona con sólo caer en las manos de la justicia mexicana, pese a que siempre se haya actuado con rectitud y decoro, pues los juicios de valor están, insisto, muy lejos de la norma.
Pero lo de Góngora Pimentel, además de exhibirlo como a alguien a quien no le interesa dejar vivo a su enemigo, debería servir más que para poner en la mira de la opinión pública al ex ministro, para impulsar cambios en materia de derecho familiar.
Ya veremos hasta donde llegara la novela de Góngora contra la señora Orozco, madre de dos hijos del mismo ex ministro y quienes padecen autismo.
Invito a no quitar el radar del caso, pues más que arreglarse el asunto de manera extra judicial, por mi parte agradecería que se siguiera el curso legal para que todos tengamos claro cómo y para quienes están confeccionadas las leyes en México. Pues más allá de si es para hombres sobre las mujeres, la opinión versa en que se trata de un asunto de poder y acceso a la información.
Y aceptando el papel que puedo jugar, yo condeno a Góngora Pimentel, una vez que él mismo aceptó de forma tácita “litigar en los medios” al enviar un comunicado ofreciendo disculpas a la madre de sus hijos, su familia y a los propios pequeños por si en algo les hubiera fallado, luego de que se hizo más que público el proceso legal del ex ministro en contra de la señora Orozco y la excarcelación de la misma por el Juzgado 69, así como el reciente uso del recurso legal por parte de Góngora para revisar ese mandato de liberación.
Queda claro pues que lo del ex ministro en cuestión, es personal y no moral, ni ético, apoyado en las normas de las “leyes a la mexicana”.
Acta Divina… “Yo Genaro ofrezco disculpas a la madre de mis hijos, a su familia, a mis pequeños Ulises y David si en algo les he fallado”: Genaro Góngora Pimentel.
Para advertir… Tantos casos como éstos en materia civil, laboral, judicial…