HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
- Esa Mujer Presume ser Nueva Rica
La rara mezcla ideológica PAN-PRD ganó en 2016 Quintana Roo —candidatura proyectada por el gobernador de Morelos, Graco Ramírez—, con Carlos Joaquín González, sacando el aceite y el agua ideológico al PRI hegemónico tras 41 años.
Quince días antes de terminar sus tiempos, en 2018, el hijo del teniente Ramírez colocó, cuotismo de por medio, a su jefe de Policía, Alberto Capella, como secretario de Seguridad de QR, siendo hilo conductor en el deterioro de la garantía de seguridad pública: de pasillo amplio a arena de disputa.
Hacia el final de su gobierno, Joaquín fue propuesto como embajador de México en Canadá, aceptando. Como mandatario, Joaquín intentó engañar a todos, incluido el inquilino de Palacio Nacional. Anunció la salida de su secretario de Seguridad, pero Capella lo desmintió, exhibiendo la desarticulación del joaquinismo. «Sigo participando en las reuniones de seguridad […] continúo siendo secretario», dijo entonces.
Hoy, Joaquín —«decapitaré a los traidores», prometió en campaña— está siendo investigado tras el señalamiento del alcalde de Playa del Carmen, Gabriel Mendicuri, sobre probables nexos del exmandatario con empresas de la economía ilegal. Del rumor contra el gobernador-embajador, se pasó a los señalamientos concretos. De 2018 a 2022, la violencia y la inseguridad crecieron de forma exponencial en Quintana Roo, igual como sucedió en Morelos de 2014 a 2018, cuando se disparó todo el catálogo de delitos, sin detenciones, pero con impunidad.
El señalamiento contra Joaquín González, grave de sí, debe probarse. Su gobierno presentó numerales nunca experimentados en secuestro, extorsión y narcotráfico, así como homicidios. Además, arrastra una amplia sombra por el pasado de su exjefe policial, Capella, denunciado por el cuauhtemato en Morelos por los delitos de probable desvío de recursos públicos, enriquecimiento ilícito, abuso de confianza y falsificación de documentos.
letraschiquitas
Vaya mensaje de la presidenta Sheinbaum a los no pocos interesados en lavar ajeno: el nuevo jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera —hombre de todas las confianzas del jefe Harfuch—, Omar Reyes Colmenares [foto, a la izquierda de Harfuch], además de pertenecer a la Interpol, fue directivo de Reclusorios. Así, ¿o más duro?***. El dirigente nacional de los que queda del PRI, Alejandro Moreno, voló a Washington a denunciar, según él, a distinguidos miembros de MORENA-Gobierno, siendo criticado por «el impresentable» Gerardo Fernández —su apellido materno es Noroña—, como le llamó***. La diputada federal del PT, Diana Karina Barreras, motejada como Dato Protegido y que lleva 24 días sin aparecer «de cuerpo presente», como dice Cantinflas, presume en fotos públicas joyas por al menos 1 millón de pesos que debía transparentar.