CAFÉ DE MAÑANA
Por José Luis Enríquez Ambell
Las áreas destinadas a la logística en el sector gobierno y público en esta época de campañas adelantadas para la transexenalidad – en nueve estados, el gobierno federal, congresos locales y de la unión – se ubican entre un proceso plural en la alternancia y una etapa de inseguridad con violencia que vive el País, y que requiere no tener que experimentar.
La multiplicidad de episodios como expresiones que recientemente se han presentado en México y en el entorno de procesos electorales con un elevado nivel de accidentes y violencia, llevan a sostener que las capacidades de las autoridades y los recursos humanos designados para estas tareas, algo deben no estar haciendo bien.
Las autoridades y los equipos de campaña por siempre han dedicado tiempo al diseño de todo el apartado para cuidar del protocolo y también la protección de sus candidatos, políticos y servidores públicos en contra del más mínimo reparo o cualquier circunstancia que altere toda actividad o acción del superior que se trate.
Y aunque la legislación en materia electoral en México cuida de la instalación de casillas y la transportación de boletas en su resguardo antes, durante y posterior a la elección, no hay alguna normatividad específica que cuide individual y colectivamente – salvó la legislación ordinaria – a los candidatos desde que se empiezan a mover hasta que superen en votos a sus rivales.
La época, los hechos y las vicisitudes que en los últimos años se han vivido en el País en torno a la vida de la comunidad política activa y pasiva en el orden logístico en medio de la alternancia y con elevados índices de inseguridad y violencia, llevan a la necesidad de que los equipos de campaña no menosprecien las tareas descritas en forma integral.
El hecho que el Presidente de México haya roto su estilo original de moverse en las aeronaves comerciales – lo que debemos celebrar – y pasar a equipos oficiales aéreos, terrestres y logísticos con la mayor seguridad posible de los mandos, creo que debe llevar a enlazar los esfuerzos para que de igual forma sean los movimientos de candidatas y candidatos – desde ahora como aspirantes – de todas las filiaciones partidistas e incluso, de los gobernadores, su gabinete legal y los poderes, sin omitir a todos los mandos ni al piso municipal.
Y es que todos los mecanismos tendientes a la seguridad comienzan desde los servidores públicos e instituciones, o de lo contrario, qué se puede esperar por la población abierta en ese sentido. Luego entonces, la política pública en materia de atención, protocolo y logística integral resultan una asignatura que necesita de las herramientas que se apliquen por profesionales.
DE SOBREMESA
La logística, el protocolo, las giras, los eventos y la seguridad en las actividades de gobierno y las campañas – incluyendo pre campañas – no son asignaturas para improvisados, pero mucho menos para las ocurrencias y los experimentos, pues el juego de la política es cosa seria.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
Desde la Ciencia Política y la Administración Pública, al construirse presupuestos y manuales de las políticas públicas requiere la inclusión de estos apartados básicos para la movilidad y la seguridad, no hacerlo pondrá en riesgo a todos como ha sucedido en materia de accidentes aéreos por falta de presupuesto para conservar y mantener los equipos en mejores condiciones.
UN CAFÉ VERACRUZANO
El oficio de la política y el quehacer público demanda de los mejores elementos humanos y que los recursos materiales estén en standares óptimos de utilización, dicho de otra forma; los recursos humanos y materiales son la visagra entre vida y la muerte de aspirantes, suspirantes, candidatos, canditadas y toda la comunidad de políticos en movimiento hacia el 2024.
¡ ES CUANTO !
enriquezambell@gmail.com