Historias para A(r)mar la Historia
• Ganaba más impuestos el gobierno federal con Álvaro Obregón como presidente, que el PRI de Peña Nieto tras la privatización parcial de PEMEX
Ramsés Ancira
En las trayectorias de Lázaro Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador existen varias coincidencias, entre las que se pueden anotar su origen campesino; sus gubernaturas previas a las respectivas elecciones presidenciales de 1934 y 2018; además del hecho de que el michoacano marcó un hito con la nacionalización del petróleo, mientras que para el tabasqueño el primer reto de gobierno ha sido el combate al saqueo de la gasolina y su virtual re nacionalización, ya que casi toda se refina en el extranjero.
Esto sin contar la que se roba, en gran parte con la complicidad de funcionarios a sueldo del propio gobierno o empleados sindicalizados.
Cárdenas y López Obrador ante el problema energético
En el emblema del gobierno de la República del gobierno de Andrés Manuel López Obrador aparecen los retratos de cinco personajes: Hidalgo y Morelos, quienes representan a la independencia, Benito Juárez a la Reforma y Francisco I Madero y Lázaro Cárdenas a la Revolución. Este último es el único que fue contemporáneo a muchos de nosotros y al actual presidente, pues falleció en 1970, cuando el tabasqueño contaba con 17 años.
Además de la intención expresa de López Obrador de asemejarse a Cárdenas y del hecho de que el presidente michoacano tuvo como acto más relevante la expropiación del petróleo de las compañías extranjeras, nos encontramos que apenas en su segundo mes de gobierno el tabasqueño inició su gobierno con el combate al saqueo de la gasolina, que vía impuestos debería ser, pero ya no lo es, una de las principales fuentes de ingresos del país.
Los ingresos totales del país en 2017 fueron por cuatro billones 360 mil millones de pesos, de los cuales PEMEX aportó apenas 390 mil millones de pesos. Menos del 10 por ciento del total.
En 1922, cuando Álvaro Obregón era presidente de México y como volveremos a recordar más adelante, los impuestos recaudados a las empresas petroleras extranjeras sumaron 88 millones de pesos, lo que representó la tercera parte de los ingresos federales.
Los 84 años que separan el inicio de los mandatos presidenciales entre Lázaro Cárdenas y López Obrador suponen un problema para la selección de las fuentes. En el caso del michoacano el tema está muy desarrollado en docenas de libros e incluso tesis profesionales, mientras que el caso de López Obrador se encuentra en progreso, por lo que las fuentes electrónicas y estudios profesionales más cortos son más accesibles.
Para hacer más comprensible la lectura de cada uno de los dos personajes y épocas abordadassabordadas, dividiremos temáticamente los temas coincidentes entre ambos mandatarios en materia de política energética.
Para seleccionar el material leímos por lo menos fragmentos de artículos y libros de varios autores que precisaremos al inicio de cada párrafo.
Autores que han abordado el tema
La lista de autores que se han ocupado del asunto es tan extensa que nos tomaría docenas de páginas nombrarlos, por lo que solo mencionaremos unos cuantos, iniciando por los propios protagonistas. Lázaro Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador. También son muy destacados José Ignacio Montero Vieyra cuyo trabajo fue publicado por el Ministerio Español de la Defensa y Ana Lilia Pérez, cuyas investigaciones publicadas mayoritariamente a fin del sexenio de Felipe Calderón la obligaron a exiliarse en Alemania. Aunque pequeños, consideramos relevantes los fragmentos de las memorias de Amalia Solórzano de Cárdenas porque nos permiten apreciar el lado íntimo detrás de una situación transformadora del país.
Finalmente hacemos mención especial de don Jesús Silva Herzog, quien se encargó de estudiar el laudo que antecedió a la expropiación petrolera y que dijo que si la economía no estaba al servicio del hombre, entonces había que tirar esos números y quedarse con el hombre.
López Obrador y Cárdenas: dilemas ante la gasolina y el petróleo.
Debido a que seguiremos un orden temático, intercalaremos los puntos de coincidencia en las candidaturas presidenciales de ambos mandatarios y la forma en que les tocó enfrentar los problemas energéticos.
Saqueo internacional del Petróleo y robo institucional de la gasolina
El Instituto Español de Estudios Estratégicos, que depende del Ministerio de la Defensa de España, publicó en 2016 un estudio de José Ignacio Montero Vieyra, llamado El robo de combustible en México en el contexto del narcotráfico: Una vía alternativa de financiación, donde señala que el crimen organizado ha buscado otras formas de capitalización como el robo de combustible, la trata de personas y la minería ilegal.
Enfatiza que la tecnología de empleados y ex empleados de PEMEX es fundamental para esta actividad ilícita. Además da a conocer la evolución de toma clandestina en la administración de Felipe Calderón y Peña Nieto.
Montero Vieyra estima que en el tercer año de gobierno de Felipe Calderón se perdieron 3 mil 500 millones de pesos, y para 2014, el tercer año de la presidencia de Enrique Peña Nieto, esta cifra alcanzaba 17 mil millones de pesos, lo que equivale a un aumento del robo de 480 por ciento en seis años.
En el caso del hurto directamente de los ductos se requieren muchas veces válvulas, retroexcavadoras y pipas. Esto necesariamente requiere la complicidad de personal de Pemex con los dueños de los terrenos por donde pasa la tubería subterránea, a un promedio de 2.5 metros de la superficie.
En ocasiones mientras que con una válvula se extrae la gasolina, con otra se introduce agua. Esto es para que en caso de que el operador que revisa la presión de los ductos no sea cómplice, no pueda notar la diferencia.
En otra forma de medición, en 2014 los particulares, gran parte de ellos a sueldo de Petróleos Mexicanos y militantes del PRI, le robaron al Estado 7 millones 500 mil barriles.
En suma, entre 2009 y 2014 el robo de gasolina ascendió a 46 mil millones de pesos.
Según información del Diario Pulso, esta cifra equivale al total del presupuesto del estado de San Luis Potosí para 2019.
Los acuerdos de Bucareli y la expoliación petrolera
Por su parte en las páginas 367, 377, 391 y 393, de la Nueva Historia General de México los autores Javier García Diego, Sandra Kuntz Ficker,, Luis Aboites y Engracia Loyo nos explican acerca de los conflictos con las compañías petroleras extranjeras a partir de la Constitución de 1917, dado que en el artículo 27 se reivindica a la Nación como propietaria del suelo y el subsuelo lo que originó severos y constantes conflictos con las compañías petroleras.
Esto nos permite un panorama de lo que sucedía en esta materia 20 años antes de que Lázaro Cárdenas tomara la decisión de expropiar.
En un principio la Primera Guerra Mundial aumentó la demanda de energéticos lo que benefició al gobierno de Venustiano Carranza, aunque a la larga ese dinero se fue desvaneciendo según los ejércitos y bandos que participaban en la Revolución; mientras las empresas mineras y petroleras obtuvieron altas ganancias, porque además tampoco existían cuentas claras sobre la extracción.
Ya en el gobierno de Obregón, en 1922, se recaudaron 88 millones de pesos, la tercera parte del total de ingresos federales, por impuestos al petróleo.
Sin embargo en 1923 se firmaron los Tratados de Bucareli que obligaban al gobierno mexicano a indemnizar a los propietarios estadounidenses de los pozos petroleros, por los daños que pudiesen haber sufrido en la Revolución. Esto fue a cambio de que Estados Unidos reconociera a Obregón como presidente, sin embargo dejó destrozado lo que se había plasmado en el Artículo 27 de la Constitución. Cabe mencionar que este acuerdo nunca fue ratificado ni por el Congreso de México ni por el de Estados Unidos.
La guerra petrolera que no ocurrió, planes de invasión y defensa
Lázaro Cárdenas narra en sus apuntes que el 1 de marzo de 1925 recibió la orden de hacerse cargo de la 36ª. Jefatura de operaciones militares de la Huasteca Veracruzana, donde estaba integrada la Huasteca Petroleum Company a la que describe como “una de las compañías más arbitrarias e inescrupulosas”. Se negaban a cumplir las prestaciones estipuladas en los contratos de trabajo “haciendo alarde de contar con apoyos poderosos sintiéndose en tierras de conquista”
El mismo Lázaro Cárdenas narra que para 1926, 380 compañías petroleras cumplían con la Ley Reglamentaria del Artículo 26 constitucional, que entre otras cosas establecía un pago del 5 por ciento de regalías a los dueños de los terrenos donde se sustraía el petróleo, además de una renta anual de cinco pesos por hectárea.
Sin embargo las 22 empresas más poderosas se negaban a respetar la ley. Estados Unidos advirtió que no aceptarían “medidas confiscatorias” ya que la ley les concedía un plazo de un año para solicitar el refrendo de los derechos de explotación.
México por esos tiempos contaba con un servicio de inteligencia en Estados Unidos que reveló que se preparaba un plan de invasión. Por Tampico penetrarían 150 mil militares, atravesarían San Luis Potosí y Querétaro para llegar a la Ciudad de México.
Otro grupo ingresaría por Veracruz, dinamitarían las vías férreas para que los soldados mexicanos no pudieran trasladarse a los campos de batalla. Además durante la Primera Guerra Mundial, los estadunidenses habían desarrollado ametralladoras, granadas y cañones de los que México carecía. También habían levantado mapas de México muy precisos. En consecuencia pensaban que podían invadir el país sin perder ninguna batalla.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, en el libro Cárdenas por Cárdenas, atribuye a Miguel R. Ávila, el nombre del espía mexicano en Washington, quien era identificado como 10B. No solo obtuvo la información sino que la fotografió y la mandó al Secretario de Economía de México, Luis N. Morones, quien a su vez la hizo llegar al Presidente Calles. En consecuencia el jefe del ejecutivo ordenó al general Cárdenas que en caso de invasión hiciera estallar los pozos petroleros.
José Domingo Lavin, narra en el libro Petróleo. Pasado, presente y futuro de la industria mexicana, citando las memorias del expresidente Emilio Portes Gil, que la guerra se evitó debido a que Calles le reveló a su homólogo estadounidense John Calvin Coolidge que estaba enterado del complot instrumentado por su secretario de Estado, de apellido Kellog y por el embajador James R. Sheffield.
Pasan los años. Ya es 1938, el año de la expropiación petrolera. El mismo autor José Domingo Lavín cuenta que la auditoría realizada por don Jesús Silva Herzog demostró lo que ya se sabía, en particular con la compañía El Águila, que presentaba falsos precios para las ventas. Las utilidades las disimulaba a través de una filial canadiense con el mismo nombre.
Previamente las compañías petroleras retiraron sus depósitos de los bancos mexicanos y lograron con esto que la reserva monetaria se redujera notablemente.
El 7 de marzo el presidente Cárdenas recibió en Palacio Nacional a los Representantes de las compañías petroleras. El momento fue de tal trascendencia que vale la pena reproducir textualmente lo que describe Lavín
[…] aclararon que aunque el dictamen de los peritos y el fallo de la Junta representaban un aumento de 26 millones, en la realidad, y con motivo de otras prestaciones del contrato, la suma podía subir a 40 millones. El Presidente manifestó que si las compañías invertían los 26 millones en mejorar la vida de los trabajadores petroleros, podía influir para que el conflicto quedara solucionado; uno de los representantes ingleses preguntó:
¿Y quién nos garantiza que con la inversión de 26 millones de pesos de que hablamos se da solución al conflicto?
—Yo, el Presidente de la República —contestó el general Cárdenas. El representante petrolero tuvo la audacia de preguntar en tono burlón:
— ¿Usted? —a lo que el Presidente, poniéndose de pie, con toda cortesía, pero secamente, contestó—:
—Señores, hemos terminado.
El Presidente Cárdenas relata en sus apuntes que se reunió el 7 de marzo con los dirigentes de los sindicatos petroleros para anunciarles la decisión tomada y estos le manifestaron su apoyo. El 18 del mismo mes dirigió el mensaje a la nación donde anunció la expropiación petrolera.
Amalia Solórzano, escribió en sus memorias que el domingo 20 de marzo, dos días después de anunciar la expropiación, ella, su esposo, y sus hijos Cuauhtémoc y Alicia, fueron al Nevado de Toluca “Y ese día no quiso que nadie le hablara nada de la política ni de los acontecimientos de la semana. Fuimos en familia, a caminar y descansar”.
La misma esposa del presidente Cárdenas narra en su libro que en familia consideraron que era importante hacer labor en las escuelas, en las familias y sobre todo con las mujeres para que se llevara una colecta para pagar las indemnizaciones- “Llegaron con animales, borregos, alhajas, anillos de matrimonio, medallas de bautizo, objetos distintos, miniaturas, de todo”
Cuauhtémoc Cárdenas complementa que en el informe del 1 de septiembre de 1938 se dio cuenta de que se recibieron 2 millones 16 mil 263 pesos; 25 mil 590 dólares; y oro con valor 33 mil 800 pesos. Esto solo en la Ciudad de México.
Andrés Manuel López Obrador y su propuesta de salida
El robo del petróleo y la gasolina había sido presentado como una actividad realizada por pueblerinos que aprovechaban el paso por ductos cercanos.
En la edición del diario La Jornada del 2 de agosto de 2016, incluso antes de su tercera campaña presidencial, Andrés Manuel López Obrador advirtió la incongruencia de que Guatemala sin ser productor de petróleo, la vendiera más barata. Esto lo atribuyó a que la importación de gasolinas era un negocio de 500 mil millones de pesos, “que dejaba 80 mil millones de ganancias a una minoría rapaz, que se llevaba comisiones por refinarla y comprarla en el extranjero”.
Pero en ese momento no consideraba siquiera la ruptura de ductos, las dobles facturaciones o la salida de pipas de las plantas de PEMEX sin que se registrara correctamente la carga. Se refería solamente a las ganancias visibles, facturadas y documentadas.
Ana Lilia Pérez, autora de El cártel negro; Camisas azules y manos negras, y Pemex RIP, asegura que fue durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón que empezó la formación de las mafias integradas por “funcionarios, trabajadores, empresarios, contratistas, inspectores, contralores, agentes aduanales, dirigentes y miembros del sindicato petrolero, políticos, ordeñadores, tapineros, huachicoleros, extorsionadores, defraudadores, contrabandistas y lavadores de dinero que, alineados con los traficantes de droga, se consolidan como una organización empresarial paralela a Pemex, al grado de competirle en el mercado nacional e internacional de los combustibles”.
De la Reforma Energética asegura que hizo terminar en escombros la empresa formada por Lázaro Cárdenas: “Deliberadamente, la producción se derrumbó para dar paso a la desnacionalización”. Informa también que los funcionarios petroleros se han asociado con integrantes de la banda de crimen organizado de los zetas.
Informaciones periodísticas más recientes señalan que el negocio está siendo disputado por el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Cárdenas ante el problema de la Refinación de la gasolina
Tras la expropiación del petróleo Lázaro Cárdenas enfrentó el problema de la negativa incluso burlona, de que México no podría producir gasolina ya que se requería tetraetilo de plomo y la patente la tenía la compañía holandesa Shell.
El presidente Lázaro Cárdenas encargó la formación de un grupo de investigación encabezado por el joven Teófilo García Sancho, que empezó a elaborar el Tetraetilo de Plomo a baja escala.
El Artículo Forjadores de la química en México – Teófilo García Sancho informa que por instrucciones del Presidente Cárdenas se montó el laboratorio C-1 (Confidencial 1) en lo que serían posteriormente terrenos del Instituto Mexicano del Petróleo. Pronto México tuvo la oportunidad de producir gasolina para consumo interno y antes de la Segunda Guerra Mundial hizo un trueque con Italia. Le enviaba gasolina a cambio de la construcción de buques tanque.
En febrero de 1940, en lo que muy probablemente fue planeado por agencias saboteadoras extranjeras, un incendio destruyó la planta, lo que dejó intoxicados gravemente a 32 de los 68 químicos que trabajaban en esta, de los cuales murieron 2
La planta fue reconstruida en 1942 y ya con Estados Unidos e Inglaterra más ocupados con la II Guerra Mundial, México pudo continuar refinando su gasolina e incluso exportarla.
Merece la pena mencionar, de acuerdo a la misma fuente consultada que Teófilo García Sancho obtuvo la primera cédula profesional de ingeniero químico, emitida en México, con el número 0000218. Esto ocurrió en febrero de 1946, ocho años después de haber encabezado al grupo que reinventó el proceso para producir el tetraetilo de plomo.
Andrés Manuel y los planes de refinación interna
El antecedente es importante porque si México era capaz de refinar su propia gasolina en 1938 ¿Por qué no sería capaz de hacerlo 80 años más tarde?
En la página oficial de Andrés Manuel López Obrador (https://lopezobrador.org.mx/temas/refineria/) este se comprometió a que en su sexenio se construirían cinco refinerías en México.
Agregó que la última fue edificada en 1980. (Esto fue en el sexenio de José López Portillo) Sin embargo importamos la gasolina actualmente de Estados Unidos, donde los trabajadores ganan 10 veces más que en México. Esto lo comparó a vender naranjas para comprar jugo de naranja.
La revista Expansión, dio cuenta el 10 de diciembre de 2018, de cómo se unió la acción a la palabra, al informar que a una semana de haber tomado posesión de la jefatura del ejecutivo, López Obrador puso la primera piedra de una Refinería en Dos Bocas, Tabasco.
Los autores que se refieren a Lázaro Cárdenas coinciden en que la expropiación petrolera fue una de las grandes epopeyas del siglo XXI. En tanto pese a la polarización que existe en las redes sociales por las largas esperas para cargar gasolina, las encuestas realizadas por diarios como Reforma y el Financiero coinciden en un apoyo mayoritario a López Obrador, particularmente en la Ciudad de México. Más del 70 por ciento, cifra superior incluso al promedio nacional que obtuvo en la votación presidencial, que fue de 53 por ciento.