Día Hábil
Andrés Manuel López Obrador es maquiavélico.
Esos años de rencor acumulados encontraron en el tabasqueño, megalómano, una válvula de escape que ha derivado en un sentimiento de satisfacción, de vana alegría para esos mexicanos siempre explotados, que ven cómo su ídolo acaba con todo, sin importar si se trata de instituciones, de leyes o de personas.
Y sin importar que los 6 mil pesos, en el caso de los adultos mayores, de la pensión bimestral no les alcancen para compensar la devastación que ha causado ese súper héroe.
Porque, ciertamente, los medicamentos han faltado siempre en el IMSS; los políticos han desviado recursos y se han enriquecido a costa del erario; los hijos y familiares cercanos del presidente han gozado y vivido del poder y las ventajas de éste, y la gasolina ha subido de precio groseramente, entre otras cosas, pero jamás ninguno de esos gobernantes hizo sentir a la gente, a los jodidos, que su opinión cuenta y que deciden las acciones de gobierno.
Por eso es que esos seis mil pesos lo perdonan todo.
Porque Andrés Manuel López Obrador, como Enrique Peña Nieto, como Felipe Calderón Hinojosa, como Vicente Fox Quesada, como Ernesto Zedillo Ponce de León, como Carlos Salinas de Gortari y así al infinito, han aprovehado la ignorancia, la ambición y la mediocridad de los mexicanos, que no analizan, no comparan y no se dan cuenta, o no quieren hacerlo, de que se ha perdido más de lo que se ha ganado.
Con la mentira del combate al neoliberalismo y conservadurismo, conceptos que la mayoría desconoce, pero repite al pie de la letra en sus pláticas de familia, de amigos o de banqueta, López Obrador fermentó el veneno de la eterna lucha de clases y supo alentar la división y el odio entre los mexicanos, entre los ricos y los pobres, entre los buenos y los malos.
Total, qué mas da si a la abuela le agendan una cita médica en el IMSS después de cuatro meses de solicitarla o si, por fin, le practicarán esos exámenes que ha estado esperando, aunque la cita con el especialista -si es que hay- se la hayan programado para un mes antes.
-Eso también sucedía en los gobiernos anteriores y se robaban todo. Cuando menos ahora nos dan esos seis mil pesos, dicen los beneficiarios del Bienestar, sin reflexionar que, como sucedía también antes, la inflación y los gasolinazos disfrazados pulvericen su poder de compra.
Es así como se consiguió el triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo, como se compró el voto en la elección del 2 de junio para alcanzar el ridículamente llamado Plan C, con el que Movimiento Regeneración Nacional (Morena), inventado y administrado por López Obrador, acabará -dice éste- con todo lo malo que los gobiernos pasados heredaron.
Es así como se llevará a cabo la reforma al Poder Judicial, una mentira más del señor que se irá a La Chingada -el rancho que le regalaron sus padres- el 30 de septiembre sólo para, como le dije en una entrega anterior de Día Hábil, trabajar en la modalidad home office en su segundo sexenio.
Total, que vengan esos seis mil pesos al bimestre que, ciertamente, millones necesitan para mal comer, pero millones no y los reciben de cualquier forma.
Seis mil pesos todo lo perdonan.
Paro de jueces, magistrados y más
La reforma judicial es un hecho y no hay forma de pararla. De cualquier forma es importante el paro anunciado por jueces y magistrados para mañana en todo el país, así como el resto del personal, para que quede constancia de la atrocidad que López Obrador y zalameros cometerán en aras de vengarse por las reformas que se cayeron en la segunda parte del sexenio debido a las irregularidades y violaciones a la Constitución.
Pobre país.
Vámonos: En el Partido Acción Nacional (PAN), comienza la sucesión. El fantasma de la división ronda al albiazul.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex