Horizonte de los eventos.
Las naciones en el s. XVI no eran naciones modernas, como las conocemos hoy. De la misma forma que los Estados modernos nada tienen qué ver con el Estado Feudal.
Sus pilares y las relaciones entre sus partes y órganos, eran sustancialmente distintas. Sus estructuras genómicas son casi tan diferentes como el sapiens del neandertal: Y más propiamente, el Estado Medieval, un paso atrás en la evolución de la Civilización Humana, dio lugar en nuestra tradición judeocristiana, al Estado Moderno (Estado de Derecho).
De hecho, las monarquías hibridaron con las naciones en que reinaron hace poco más de quinientos años, y así inició el proceso que conformó los estados modernos, en donde todavía no encajan exactamente en cada uno de ellos, una nación.
Fueron los acuerdos entre las monarquías y las familias imperiales, luego los estamentos militares y la alta burguesía, quienes entonces se repartieron el pastel de las fronteras europeas, y a los vencidos, hasta la forma de gobierno e incluso, al Premier o familia gobernante.
Verbigracia: exacto el caso de España, que en el mejor lenguaje de Unamuno: “Vascos (aplica a catalanes y gallegos), doblemente españoles” y que según la muy avanzada Constitución del 78, creó la institución jurídica: de las “nacionalidades ibéricas” y tuteló: (a quienes les) “reconoce sus derechos históricos”: Varias naciones, sólo un Estado -central.
Y allí sí, ni qué discutir: Distintos lenguajes, comidas, procesos históricos y usos políticos, sociales, administrativos, convivencias sociales y tradiciones familiares ¡Fisonomías! Distinto origen étnico. Los vascos tienen también un tipo de sangre mayoritario inusual: negativo.
El proceso de conformar un Estado-Nación idéntico en sí mismo, es un sueño de opio del que el Estado y la nación ya despertaron: Su riqueza y posibilidad de supervivencia es esta consciencia, si reconocen distancias e intereses, ajenos y comunes, a nivel regional y mundial.
De hecho, las potencias europeas, en su Comunidad, dan evidencia desde hace décadas, de una cada vez mayor interrelación entre regiones -europeas, aunque asimismo, con el resto del mundo-, distintas relaciones de sus propios estados con los otros países miembros.
La “Aldea Común” de Gorbachov, que interpretado dinámica y geométricamente su concepto, sus alcances, mucho más allá de los europeos: es un bien todos los terrícolas y países.
Es el caso de México, por ejemplo, independientemente de que tengamos una relación directa entre dos comunidades (en y en) dos estados o potencias (EEUU y México), tenemos una región conformada por dos países y estados, en una sola: “La Región Laredo”, así como nuestra relación “nacional” con Guatemala y con el Caribe pero a nivel municipal: Una región de dos municipios de dos países, con la misma vocación comercial, con las mismas aspiraciones, necesidades y retos medioambientales, necesidades de agua, entre otros, sociales y actitudes y hábitos sociológicos, origen étnico mayoritario…
Desde esos siglos, del final del Medievo, a la vez, precedentes y antecedentes de la modernidad, vienen los Borbones… y “los abuelos” del Rey de España, Jefe de Estado.
Bien, es de mi interés, abordar la burda respuesta de Felipe VI, a López Obrador: (algo así como) “Serían tus abuelos, los míos aquí estaban”.
Y es que dicha respuesta es muy común en la península, cuando un mexicano toca este tema. Del vulgo castizo, soberbio, educado en la primaria con un libro de texto en el que son los grandes conquistadores del mundo, incluso descubridores, lo que estimula su etnocentrismo pero con un dejo de callada culpa, misma que sobrelleva por insisto el vulgo, con esa misma respuesta del no menos frívolo Rey de España, sólo que a él, no aplica, toda vez que sus abuelos, sin estar nunca en América, fueron determinantes en las disposiciones legales que rigieron la Nueva España. Mucho más saqueadores e inhumanos que los Habsburgo y Trastámaras -del último de ellos: Carlos I de España y V de Alemania. Desde que ellos reinaron, son algunas de las más esclavizantes reformas, suficientes para confirmar mi aseveración, para vergüenza de Felipe -si la tiene- y de los españoles por la ignorancia histórica –nacional, mundial y familiar- de su Rey ¡Vaya Jefe de Estado español!
No sólo así, los Borbones españoles para con América y la Nueva España: Igual de obtusos e infames, los Borbones de Francia, instauradores de las políticas versallescas, la más opulenta de Europa, cuya descendencia llevó a los últimos Luises, de la grandeza a la guillotina, por su despotismo ¿ilustrado?: Mismo linaje, misma estructura genómica y mismos criterios de políticas administrativas, que allá, la decapitación, acá, la Independencia de México y la expulsión de los españoles…
En España, luego de centurias, varias, los Borbones y su Corona, siguen gozando de la legitimidad de “su pueblo” en España ¿Por qué? Los nietos de sus abuelos, acaso lo sabrán.
Con que los abuelos de Felipe, señor Presidente, sí deben más que una disculpa ¡una indemnización! puesto que los Borbones siguen gozando de los privilegios heredados de tal saqueo.
Y los despojados, víctimas y nuestra tierra (nuestra propiedad originaria) de nuestra Patria, usurpada, existimos y existe (determinada e indiferente ante la ambición y pretensión colonialista e imperial). Consecuentemente, víctima, victimario y objeto -y producto- del despojo, están (estamos) vivos existen y existimos: Procede entonces la reparación del daño.