C O N T R A P O D E R
JUAN ANTONIO TORRES
Estamos hoy justamente a una semana de que arranquen las campañas de los aspirantes a ediles en los 67 municipios que conforman la geopolítica de la vasta entidad chihuahuense, para que entre en una efervescencia que no se detendrá hasta el día de los comicios constitucionales, el próximo 6 de junio.
Serán campañas de vértigo, pues no pasaran de los 32 días de fuegos pirotécnicos.
No serán pocos los candidatos que estarán en la mira del crimen organizado.
Lo que hace prever que no será una sorpresa ver caer abatidos a candidatos, más allá del color partidista o el encargo al que aspire acceder después del día de las elecciones.
Ya vimos como en fechas pasadas fue ultimado el precandidato del PRI, a edil, Uriel Armando González, del municipio de Nuevo Casas Grandes a manos de la delincuencia organizada, sin que hasta la fecha hayan dado con los autores materiales de dicho homicidio que sigue en la total impunidad.
En Ciudad Juárez, fue víctima de la brutalidad policíaca, la empresaria, Adriana Fuentes, a manos de efectivos de la Policía Estatal, que le dieron un trato propio de un peligroso delincuente, cuando llevaba a cabo una manifestación en forma pacífica, por el arranque de unas oportunistas obras de pavimentación que estaba por iniciar la administración estatal del gobernador panista, Javier Corral Jurado.
Sin proponérselo, la candidata del PRI a la alcaldía de esa fronteriza ciudad, su brutal agresión, trascendió no solo a nivel estatal y nacional, sino también en el plano internacional, lo que la posicionó antes de arrancar oficialmente las campañas para ediles.
Fue victimizada y eso le permitió que sus momios en el contexto electoral se fortalecieran en lo que se refiere a la intención del voto, frente a sus contrincantes opositores.
La guerra de lodo, es un hecho que arreciará entre los diferentes abanderados, pretendiendo vulnerarlos o descalificarlos antes de que sus futuros o potenciales electores sufraguen por ellos.
El PAN, pretende refrendar su triunfo en municipios clave como es el caso de la capital del estado, Chihuahua, Ojinaga, Camargo, Meoqui, Madera, Ascensión, mientras que Morena, busca instalarse por primera vez en Ciudad Juárez, la capital, Chihuahua, repetir en Cuauhtémoc, Guerrero, en tanto que la otrora aplanadora electoral, el PRI, le apuesta en recuperar municipios que fueron su bastión hace algunos ayeres como es el caso de Parral, Ciudad Juárez, Cuauhtémoc, Ojinaga, Nuevo Casas Grandes, y repetir en presidencias de la sierra tales como, Guachochi, Guadalupe y Calvo, Balleza y Madera.
Los independientes ya se desaparecieron, y hoy cabalgan bajo los colores de Dante Delgado Rannauro, o sea con las siglas de Movimiento Ciudadano, le apuestan a alcaldías importantes como son, Ciudad Juárez, Chihuahua, Parral, Delicias, donde no tienen la mínima posibilidad de ganar las contiendas políticas.
Sueñan con catapultar el proyecto político de un bandolero, como el ex edil de Parral, Jorge Alfredo Lozoya Santillán, el candidato a gobernador del partido naranja, que no tiene ni la más remota posibilidad de suceder a su mecenas protector, Javier Corral Jurado, quien lo utiliza para golpear a la abanderada del PAN, María Eugenia Campos Galván.
La enemiga a morir del inquilino de palacio, y por ende, del Cuaco Lozoya.
Muchos de los suspirantes a ediles traen el fierro del establo a que pertenecen. Y ni modo que lo nieguen, si gracias a ellos, son hoy candidatos.
Es el caso concreto del aspirante panista a la alcaldía de Chihuahua, Marco Bonilla, quien gracias a la buena filia que le dispensa, Campos Galván, hoy ostenta una privilegiada candidatura, que de entrada le generó panegiristas y detractores.
Para nadie será una sorpresa que lo que le ocurra a su hada madrina, lo fortalecerá o en su defecto, lo podría llevar al precipicio de la derrota electoral.
Son las aristas propias de las campañas con fragancia electoral.
Tiene sus fortalezas y obvio falencias.
Y tiene su capital político, sin duda.
En la acera de enfrente tendrá a un bizoño candidato del PRI, como es el caso de fray, Sergio Carrillo, un empresario bien avenido, de buena fama pública, pero una nula experiencia en campañas políticas, que una vez que fue ungido candidato, les dio las gracias a todos los que lo habían apoyado antes de alcanzar dicha nominación, para cederle las riendas de su campaña, a puros pastores protestantes, creyendo ingenuamente, que evocando al Creador, los votos caerían del cielo a cantaros.
La ingenuidad le cobrará muy caro la factura.
Ahora sí, que en el pecado llevará la penitencia.
Ya iremos desmenuzando muchas otras aventuras y desventuras de otros personeros de aquí hasta que hablen las urnas y digan quien sustituirá al inepto funcionario que tenemos como titular del Ejecutivo estatal, quien se desplaza con un grotesco dispositivo de seguridad como si hubiera atrapado a peligrosos capos del crimen, cuando fueron tratados como príncipes para que se movieran sin el menor problema a lo largo y ancho del territorio chihuahuense.
Lo mismo que hizo, su némesis, César Duarte.
Le puedo jurar que Javier Corral Jurado, saldrá con una fortuna que no tenía, cuando tomó los bártulos del gobierno de Chihuahua.
Y eso que él no le metió la mano al cajón…
Ni hizo pactos con los de la maña.
Narrativa que pronto se le caerá a pedazos, cuando ya no sea nadie. Un mortal más.
Y lo persiga el escarnio social….
EN CORTO….EN CORTO…EN CORTO….
Lo que aquí le comentaré en corto, no es más que un reflejo de lo que es la campaña del candidato morenista al gobierno de Chihuahua, Juan Carlos Loera de la Rosa.
El pasado fin de semana, durante su gira por el sur de la entidad, concretamente en Jiménez, López, Coronado, Parral, El Vergel y Balleza, los fotógrafos que fueron llevados para cubrir los eventos del “clavillazo” fueron conminados a que no se le acercaran mucho al candidato, mucho menos que no se les fuera ocurrir hacerle una pregunta o tomarle una foto incómoda. Eventos todos de color opaco, gris. Porqué está visto que no prende su campaña, porque no sabe hablar, es un imbécil, un zopenco, que no articula lo que dice. Ya en la noche hospedaron a los 3 fotoperiodistas en un hotel pinchurriento de paso, donde las camas y los baños generaban asco, suciedad. Loera de la Rosa, pernoctó en un hotel de primera y sus achichincles. Carlos Guerrero se hace llamar un sujeto que la hace de su secretario privado, que lo cuida hasta cuando acude a realizar sus necesidades fisiológicas, probablemente para bajarle el zipper sacarle el miembro y también para limpiarle las posaderas.
Entre Carlos Guerrero y el “exótico” Carlos Urquidi, se encargan de “atender a la prensa”.. Con esos finos oficios, no van a sacar al buey de la barranca, me refiero a Loera de la Rosa, a nadie más, que quede claro.******………..******
En el municipio serrano de Madera, hoy rehén de los narcos, donde cobra en calidad de edil, el panista, Jaime Torres, hay tres candidatos a sucederlo, que son de su mismo equipo que andan repartidos con diversas siglas, con la finalidad de que uno de ellos gane las elecciones y no le dejen nada a sus adversarios.
Así pues, bajo las siglas de Redes Sociales Progresistas, anda Ebedel González, por el PAN, lo hace, Marcelino Prieto, en tanto que por Morena, Arnoldo Jaques, los que llevan por consigna que gane cualquiera de ellos, pero nadie más, para cuidarle las espaldas a Torres, que pasó de noche su encomienda al frente de dicha comuna. Se cuadró ante los malosos, se les puso de tapete. No han valorado que entre ellos 3 van a pulverizar el voto a favor de su “ángel protector” y que el candidato del PRI, Jorge Guzmán, se les puede ir por en medio, porque es un hombre de bien, que nunca ha vivido de la política o para la política, hasta hoy que le vieron piernas de jinete para la alcaldía. Lleva toda la vida dedicado a la ganadería y la agricultura, por ello su nominación, ha calado hondo entre sus paisanos, que lo observan como una buena alternativa para suceder al edil panista, que hoy en día es un referente de retroceso, de una pésima administración que quedo mucho a deber en los más de 4 años que lleva al frente del citado municipio.
Jaime Torres, desde la alcaldía y Marcelino Prieto, desde la recaudación de rentas, en donde se desempeñó hasta hace unos días, llevan en su piel, la marca pestilente hoy en día de Javier Corral y obvio eso les pasara factura de los futuros electores, cuando quieran que los arropen sus votos, que para su suerte, podrían dárselos a alguien más que no éste tan chamuscado…..