Emilio Trinidad Zaldivar
Salvo que no les importe auténticamente el Estado de Derecho para aplicar la ley y en su caso las sanciones respectivas a quienes dentro de la administración pública la hacen a un lado para violarla y aprovecharse de sus cargos, las aspiraciones de David Monreal Ávila de convertirse en gobernador de su natal Zacatecas podrían venirse abajo luego de la desnudada que le dieron Mario Maldonado, en su siempre leída columna de El Universal, y Denisse Merker, en su espacio nocturno de Televisa, donde con datos y cifras lo dejan mal parado a su paso por la Secretaria de Agricultura, donde fungía como Coordinador General de ….
Impulsado por su poderoso hermano Ricardo, líder del Senado y ex gobernador de aquella entidad, el precandidato Monreal Ávila tiene la certeza que con ese apoyo y gracias los acuerdos que con el Presidente ha asumido el hábil responsable de la Junta de Coordinación Política, nadie le podría disputar ir por Morena al gobierno estatal.
Montado en el peso de su hermano el senador, David asegura que esa candidatura ya fue entregada como cuota de poder por parte de Andrés Manuel López Obrador, porque será la única en la que Ricardo Monreal podrá llevar mano y decidir, aunque bajita la mano impulsa a otros senadores y o senadoras.
De ser cierto que a los Monreal ya les entregaron Zacatecas, las críticas y señalamientos por malos manejos en el desempeño de su función, harán que David transite por una campaña de ataques y descrédito bien ganado.
Otra entidad que pasará dificultades en la selección -o imposición- de su candidato a gobernador, será Baja California Sur, donde según la columna del siempre bien informado José Ureña, de 24 Horas, ni Rubén Muñoz Álvarez, presidente municipal de La Paz ni Armida Castro, alcaldesa de Los Cabos, pueden participar en la contienda interna, porque incumplieron con lo que establece el Capítulo II, Artículo 78, de la Ley Estatal Electoral, que en su segundo párrafo dice:
“Los servidores públicos que pretendan participar en una precampaña electoral o proceso interno, con el objeto de alcanzar la postulación o designación de su partido político para algún cargo de elección popular, deberán separarse de su cargo, por lo menos cinco días antes de su registro como precandidatos”.
Ambos aspirantes a la gubernatura estatal se registraron el viernes pasado sin haber pedido licencia a sus respectivos cabildos para separarse de las alcaldías, con lo que, de respetarse la Ley Estatal Electoral, quedarían fuera de toda posibilidad, con lo que se fortalecen el maestro Víctor Castro y Alejandro Lage Suárez, como los más serios prospectos.
Sin embargo, todo parece indicar que el ex candidato a gobernador y ex súper delegado federal, será el candidato impuesto desde el centro del país, aún y cuando él también violó la ley al hacer actos anticipados de campaña, aprovechando los programas sociales puestos en sus manos.
A Armida Castro no le ha importado violar todas las leyes y luego de su registro en las instalaciones del partido Morena, en la Ciudad de México, se regresó a Los Cabos para seguir pisoteando la Ley al hacer entrega de 537 documentos agrarios del programa del Registro Agrario Nacional de la SEDATU, a ejidatarios del municipio, olvidando que ya está en precampaña y con esos actos, está utilizando recursos públicos para su promoción.
El menos cuestionado o señalado de los aspirantes al gobierno estatal de Baja California Sur viene siendo Alejandro Lage, que no tiene los negativos que los demás cargan y quien ha venido creciendo en las simpatías de los ciudadanos, porque ha tenido una trayectoria político administrativa limpia y muy exitosa, lo que le permite hablar de frente con los sudcalifornianos para exponer su propuesta de un gobierno joven, moderno, sentado en las bases de una administración cercana a los marginados, y de auténtico cambio para mejorar las condiciones de vida de toda la población.
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