La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El reto mayor de un análisis sobre Alito es no utilizar adjetivos
Convertido en una antítesis del rey Midas, Alejandro Moreno Cárdenas, va dejando una cauda de damnificados que parece no tener fin.
En primer lugar, la sociedad de Campeche, ya que, de acuerdo a lo dicho por Layda Sansores y el fiscal estatal, Renato Sales Heredia, el ex gobernador se enriqueció en forma ilícita y los recursos provinieron de las arcas estatales ¿de dónde más?
En segundo plano, la gobernadora y su fiscal, tendrán que tragar toda suerte de batracios, para justificar el fin de la andanada legal, además de la exhibida, que emprendieron contra el impresentable, fueron parte de los tontos útiles de la 4T.
También, debemos incluir a los dirigentes del PAN y el PRD, que recibieron una chamaqueada que quedará anotada con letras de oro (bueno, de estiércol), en la historia de la ingenuidad política.
Sin lugar a dudas, los ex dirigentes del PRI, se suman a este grupo de vulnerados por las triquiñuelas del campechano, tantos años de andar en los laberintos del sistema y no saben como desactivar al Frankenstein que ellos mismos prohijaron.
En algún momento, los actuales diputados federales y líderes estatales del tricolor, serán incorporados a los atropellados por las ‘estrategias’ de Moreno, porque no han tenido el valor, salvo honrosas excepciones, de plantarle cara al esperpéntico personaje.
Desde luego, sus ahora titiriteros, serán manchados, en virtud de haber hecho pactos con el malhadado legislador, el juicio vendrá como boomerang vindicante.
En este país, sólo hay democracia electorera, la cultura democrática, es una asignatura pendiente. Que tristeza.